El Último de los Héroes


Por Juan Oscar Wayar*
para Efemérides Guemesiana Ilustrada y Otras

La guerra de Independencia supo reunir a los más notables compatriotas que dieron su vida por la causa libertaria. Muchos de ellos han quedado olvidados a lo largo del tiempo y solo un puñado de esos bravos guerreros han sido honrados por la historia para resguardar su nombre en el bronce. 


SGTO. JOSÉ MANUEL MAMANEZ, 
CAPITÁN DEL EJÉRCITO DEL GRAL. MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES. 
MURIÓ EN OVANDO, EN 1880 A LOS 100 AÑOS DE EDAD. 
ANTES MENDIGABA EN EL PUEBLITO DE ROSARIO DE LA FRONTERA
(Foto gentileza de Martín Miguel Güemes Arruabarrena)


Pero aquellos que fueron relegados aún pueden volver a la vida, cuando se revalorizas su gesta y se trata de buscar su vida enmarcada en la memoria de la Patria. 


Este es el caso del Ultimo Guerrero Gaucho que supo luchar a la par del Gral. Güemes y sus capitanes. La historia pudo tratar de borrar su nombre, pero la fuerza de su lucha lo ha vivificado, ya que su recuerdo ha quedado grabado en sendas hojas documentales de nuestra Nación. 

El nombre de este hijo de Salta era José Manuel Mamanez, quien perteneció a las filas gauchas de Martín Güemes, fue Sargento 1º de los Gauchos de Humahuaca, y sirvió a las órdenes de los coroneles Rojas y Arias. Había nacido posiblemente en Chicoana en 1779, desde joven pudo ver los cambios radicales que se avecinaron en su tierra y el fragor de la revolución lo encontró apostado en su terruño listo para defender los ideales más sublimes que puede aspirar un hombre, Dar Libertad a su gente, a su patria y a sus descendientes. 

Los documentos oficiales de la milicia lo nombran formado parte de la nómina del Escuadrón de Dragones Ligeros, en 1812, apostados en Tarija, en ese enero veraniego el segundo jefe de la vanguardia del Ejército Auxiliar don Martín Güemes entrega la cantidad de doscientos ochenta y cuatro pesos, para solventar como una ayuda a los soldados que engrosaban esas filas. (Güemes Documentado Tomo I) 

Entre ellos estaba Don Mamanez y es nombrado junto a otro pariente que lo acompaña en la lucha por la emancipación, quizá sea su hermano de nombre Casimiro Mamanez, a estos dos valientes les toca una remuneración de DOS PESOS a cada uno, con este pobre esfuerzo monetario que debe administrar sabiamente el Héroe Gaucho les da dinero a las tropas las cuales deben aprovisionarse y continuar la lucha en clara desventaja económica con sus enemigos pero no así con la sublime fuerza de sus corazones que los llena de valentía al ver a su Patria ultrajada por los realistas. 

José Manuel Mamanez para esa época ya habría luchado en la Batalla de Suipacha en 1810 junto a su división de Dragones comandada por Díaz Vélez y en esa contienda seria parte de la primer victoria patria que ayudo a consolidar Martín Miguel de Güemes que peleo codo a codo con sus gauchos en esa lucha. Luego seguramente la corriente de la ofensiva lo encontraría a Don José en Huaqui y el 12 de enero de 1812, lo hallaría en el combate de Nazareno, desde allí partiría con los Dragones Ligeros a Tarija recorriendo por 12 días las montañas y es muy posible que allí se uniera a las filas de Güemes que en ese tiempo comenzaba su famosa guerra de recursos, con la que retrasó el avance de los realistas. Recuperando junto al héroe salteño la villa de Tarija el 18 de enero de 1812, y siendo mencionado en la nómina en la que se dice que se le hace entrega de dos pesos redactada el 24 de enero de 1812, ya contando Mamanez en esa fecha con 33 años y varios combates sobre sus hombros. 

Al pasar el tiempo prestaría su ayuda a la patria con la división de Gauchos de Humahuaca, sirviendo a las órdenes del coronel Juan Antonio Rojas llamado el León de los Gauchos ya que su valentía lo precedía, sabiéndose que hasta luchaba a puño limpio contra el enemigo. El soldado Mamanez seguramente no se quedaría atrás y al igual que su superior enfrentaría con valor a los realistas, probablemente estando junto a Rojas en la gloriosa acción de la quebrada de Locloc como así también en Moxo batiendo a una fuerza española varias veces superior. 

Luego José Manuel este gaucho salteño de pura cepa se uniría al capitán Manuel Arias con quien también defendería el norte, logrando la victoria de Humahuaca en 1817 y cortando de esta manera las comunicaciones de los invasores con el Alto Perú, batallando en diez combates en el transcurso de 25 días, logrando acelerar la retirada del enemigo.

Este héroe salteño olvidado por las páginas de la historias continuó combatiendo en innumerables campos de batalla y por ello se lo condecoraría como Sargento Primero de las fuerzas gauchas. Al terminar la lucha por la emancipación en 1825 y con la satisfacción de haber servido dignamente a su Patria Don Mamanez regreso a su tierra, NO pidiendo nada a cambio, ni pensiones ni homenajes y se dedicó a la vida pacifica del arreo y a trabajar en obrajes como cientos de sus paisano que valientemente lucharon a su lado. Al alcanzarlo la vejes y ya con muy pocas fuerzas se aquerencio en el viejo poblado de Rosario de la Frontera donde los años solo le dieron como medalla los dolores de la ancianidad y sus brazos fatigados no pudieron seguir laborando, por lo que empezó a mendigar. Este que había dados sus años de Juventud a la naciente patria solo tenía como recompensan el olvido y desdén de sus coterráneos. 

Fue allí en ese pueblo del sur provincial que un nieto del Héroe Salteño llamado Martín Güemes Castro, se topó con este anciano todo harapiento en las calle pidiendo limosna, al acercársele empezaron una conversación y mediante ella pudo enterarse, a través del humilde relato de ese viejo soldado, que se trataba nada menos que de un noble guerrero que había combatido con las tropas de Güemes. Emocionado hasta las lágrimas el nieto del prócer hizo ese mismo día trasladar a Don Mamanez a vivir junto a él en la finca Ovando, cercana a Rosario de la Frontera, la misma era propiedad de los Güemes, ya que perteneció al segundo hijo del ilustre argentino, llamado Luis Güemes Puch, en esa hacienda por fin el Sargento José Manuel pudo encontrar un poco de sosiego para su últimos días y fue cuidado con reverencia y protección por los dueños de esa propiedad, muriendo allí a los 101 años en 1880. 

En imagen podemos ver al Héroe Don José Manuel Mamanez sentado en una diminuta banqueta con ojotas de pellejo animal, una humilde vestimenta que consta de poncho y un sombrero de cuero y lo acompaña un pobre bastón de madera que es la única ayuda con la que dio sus últimos pasos por la tierra que el líbero junto a otros valientes.

Al Valeroso Guerrero: 

Fuiste puma bravío entre los montes de tu suelo,
cubriste tu cuero con la sangre de mil entreveros
cóndor altivo del celeste cielo y ni siquiera te agradeció 
el titilante lucero. 
Por eso te nombro valiente Sargento, 
José Manuel Mamanez héroe salteño. 
Que repique tu historia entre corceles y aceros
y canten tu nombré los alegres jilgueros, 
recordando a todos que hubo un valiente guerreo
olvidado por algunos y revindicado por su Pueblo. 
J.O.W

*Se solicita en caso de compartir el TEXTO e imagen citar la fuente original ya que es un informe e investigación con © de Juan O. Wayar.