27 de junio de 1975. Movilización de la CGT y otros contra López Rega

Por Dr. Daniel Alberto Chiarenza 

Celestino Rodrigo
El gobierno de "Isabelita", hegemonizado por el "brujo" López Rega, había entronizado en el ministerio de economía a Celestino Rodrigo, quien había producido una devaluación monetaria del 100%, llevando el dólar a $ 30.-, después de haber estado en $ 10.- en febrero, aumentó las tarifas entre un 100 y un 200 por ciento; la nafta había aumentado un 172,7%. Lo peor del caso es que pretendió mantener el aumento de salarios en un 38%, según ya se había conversado. Ante el rechazo sindical, el gobierno ofreció un 45% que, como era obvio, también fue rechazado, y concluyó por dejar nuevamente sin topes a las paritarias. Esto permitió que los aumentos fueran de un 60% para los gremios más débiles y alcanzara hasta un 200% en los más poderosos, con lo que el plan se derrumbaba. No obstante, la partida no estaba definida, ya que era necesaria la homologación oficial para que los convenios fueran efectivos. La U.O.M. organizó una movilización ante la Casa Rosada para "agradecer" -cínicamente- a Isabel por la homologación, pero el ministerio de Economía no estaba derrotado, y ante la postergación de las homologaciones la C.G.T. convocó a una concentración de "apoyo a Isabel" y repudio a la política económica. La Plaza de Mayo vuelve a llenarse de trabajadores que corean consignas elocuentes:

"Despacito, despacito, despacito / va cayendo Lopecito".
La inocente madre del aborrecido "Brujo" recibió también recuerdos del estilo que los argentinos acostumbran en estos casos, con la música de una popular canción de los Beatles:


"López Re, López Re, López Re, López Rega / la puta que te parió".


Los manifestantes esperaron horas -en vano- la presencia de la presidente. Pese a la ausencia de Lorenzo Miguel y de Casildo Herrera, ambos en Ginebra en una asamblea de la O.I.T., se espera el desplazamiento del lopezrreguismo y su reemplazo por un gabinete que respondiera al sector sindical. Al caer la tarde, la cúpula presente de la C.G.T. es convocada a la quinta de Olivos, donde la presidente los recibe acompañada, entre otros, por el "Brujo" y su yerno, el presidente de la Cámara Baja, Raúl Lastiri. Parece claro el intento de repetir la escena en que Perón había afeado la conducta de los diputados rebeldes de la J.P., pero los protagonistas eran otros. La entrevista fue transmitida en directo por la televisión. La señora de Perón informó secamente a los sindicalistas presentes que escucharía a uno solo de ellos, no sin señalar que el regreso de Perón a la Patria se había logrado por el esfuerzo de "un grupo de amigos", entre los cuales se destacaba sin duda aquél cuya madre había sido recordada sin mucho afecto esa tarde. Respondió el lucifuercista Adalberto Winer, quien, sin agraviar a su interlocutora, afirmó las posiciones peronistas, tan alejadas de la política económica.

El 28 de junio se anuncia que habrá un aumento general del 50%, al que se le agregarán un 15% en agosto y otro 15% en octubre, tras lo cual Rodrigo anunció por televisión su política de shock.


La reacción fue generalizada. El ministro de Trabajo, Otero, hombre de la U.O.M., presentó su renuncia. En el Congreso se inician maniobras contrarias a la política del Ejecutivo, que culminarán con la elección de Italo Luder para llenar la vacante de presidente provisional del Senado, postergando a Lastiri de su condición de vicepresidente de hecho. Miguel y Herrera, de regreso de Ginebra, se pusieron a la cabeza de la protesta y la C.G.T. convocó a un paro general los días 7 y 8 de julio.

Antes de cumplirse las 48 horas de huelga, el gobierno cede. Los convenios serán homologados y tanto Rodrigo como López Rega se verán obligados a renunciar al poco tiempo.

Taccone autocritica la actuación política del movimiento obrero. "Se produce la caída de López Rega, Lorenzo Miguel y Herrera vuelven al país, y caen en un error de táctica. Ven la posibilidad de un gran triunfo del movimiento obrero. Pero en función de la coyuntura. Y entonces van a negociar los convenios colectivos de sus respectivos gremios, el metalúrgico y el textil, y logran el 120% de aumento, ó 130, o más, alentados por los propios empresarios de las respectivas cámaras, que pertenecen el sector empresario de la Unión Industrial... [se] consigue desplazar a López Rega. Después de este colosal triunfo, en lugar de avanzar sobre el poder... el movimiento obrero se hace el "hara kiri", quedándose en la coyuntura con un aumento salarial.