Segunda parte de la entrevista a Andreas Karitzis, miembro del Comité Central de Syriza, parte de la delegación que realizó una serie de encuentros por Sudamérica

Julián Aguirre
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. (Ver: Parte 1

Con una tasa de desempleo que supera el 25% (siendo de 50% entre los jóvenes de 18 a 25 años), una caída rampante en la calidad de vida a partir del desmantelamiento de las política sociales y una creciente migración al exterior, Grecia experimenta la quiebra no solo de su economía sino también del mismo tejido social. Esto pareciera un pozo sin fondo de no ser por el valeroso esfuerzo de miles de militantes políticos y sociales y un creciente activismo entre la sociedad, que busca dentro de la necesidad experimentar con alternativas para escapar hacia un nuevo rumbo. Parte de esta experiencia se expresa hoy en Syriza.

- Entonces podríamos hablar que los últimos 20 años se caracterizaron por la hegemonía liberal, quebrada o puesta en cuestionamiento en los últimos años ¿Qué transformaciones o cambios experimentó el pueblo de Grecia en estos últimos dos años,  tanto en lo social como en lo político?
Hoy hay un verdadero laboratorio social en Grecia; gente que no tenía experiencia política previa, de participación o lucha política, encontró la forma de hacerlo a su modo. En estos últimos dos años se han dado estos nuevos fenómenos, estos nuevos movimientos, de ocupación de plazas, al estilo de los “Indignados” o lo visto en las primavera árabes. Esto es muy importante, la población encontró su propia forma de hacer las cosas. Y lo crucial es que SYRIZA, y sus miembros, estaban allí, participando como individuos, teníamos algún tipo de plan, no quizá un plan estratégico previamente diseñado, pero si una suerte de metodología. Estamos en el conflicto, estamos presentes en el terreno, sabemos cómo transformar la acción espontanea de rabia en acción política, contenerla y darle forma, estando a su vez dispuestos a aprender de estas experiencias. Los partidos de izquierda creen saberlo todo. Pero en realidad no hay un liderazgo a priori, sino que debes estar allí para ser probado por el movimiento,  y es cuando el movimiento te integra, que te permite el derecho a encabezarlo. Hay efectos similares en los barrios, tenemos iniciativas de solidaridad, en las que interveníamos con la misma metodología, teniendo también nuestros propios grupos de solidaridad, pero acompañad lo que los habitantes decidieran crear.
No tuvimos una gran renovación de los sindicatos. Sí tuvimos una gran cantidad de huelgas, pero no había un plan de confrontación con el gobierno sino que buscaban contener la presión de sus bases, por lo que las huelgas no fueron por voluntad de su dirigencia, ya que esta pertenece al partido gobernante.
Y tenemos también un movimiento reaccionario, tenemos el crecimiento de un movimiento neonazi (Amanecer Dorado) que se está consolidando en muchos rincones del país. Es la tercera fuerza política, con fuertes lazos con el Estado, con fuertes conexiones con la policía, con el empresariado. En el plano económico han construido una red de seguridad para comerciantes, propietarios, hostilizando a los inmigrantes. No se trata de una banda de fanáticos o locos, sino que son parte del proyecto neoliberal, aterrorizan a la gente para crear un desierto social y político, y cortar las respuestas del pueblo. Tienes que entender que esa ideología es una expresión extrema del proyecto de las elites gobernantes. Individuos sin futuro, sin experiencia política pueden muy fácilmente transitar de una ideología extrema a otra sin pausas. Si crees que todo descansa en el individuo y que debes competir para alcanzar una vida mejor, en tiempos de crisis sentirás que tu supervivencia es amenazada por otra gente, por lo que deben ser eliminados en pos de tu supervivencia. Es una réplica ideológica-cultural de lo que ocurre a nivel económico.
En el nivel político tenemos la crisis política de la socialdemocracia. Un golpe muy dañino para el partido de la derecha, para el partido gobernante que gobierna con apenas 30% de los votos y necesitó de ayuda a fin de crear la alianza gobernante. Y tenemos el efecto SYRYZA, como la expresión principal política de las clases populares, de sus reclamos sociales y por democracia. SYRIZA reunió, en cierto sentido, a la mayoría del apoyo popular. En las elecciones todos entendían que la batalla y su resultado era importante por lo que las diferencias eran hechas a un lado, por lo que desde aquel que tuviera fuertes sentimientos democráticos hasta los anarquistas y la ultraizquierda votaron por SYRIZA. SYRIZA es la expresión en el plano político de lo que el pueblo quiere. Nosotros expresamos que SYRIZA se concibe como una herramienta política en manos de los movimientos sociales, en manos del pueblo para contraatacar, y cambiar el presente.
¿Cómo se da la articulación entre lo electoral y lo social, entre la acción en el parlamento y en la calle?
Es muy importante tener una expresión política de los movimientos sociales. Porque si no lo haces, la presión social será encauzada por otro partido. Esto pasó en Grecia por muchos años, donde la principal representación de la dinámica social era capitalizada y dominada por la socialdemocracia. Si no tienes una expresión política, el partido progresista de turno captará tu representación.  Buscamos cada año ensanchar nuestra alianza pero no nos identificábamos con la estrategia de los socialdemócratas. Seguimos creyendo en la superación del capitalismo, aunque hoy no encontremos los medios para ello, pero debemos mantener eso como objetivo estratégico a conseguir a la larga. Apuntamos a una política estratégica de unificación de la izquierda, delimitación de la socialdemocracia,  y una nueva metodología de cómo participar en los movimientos sociales y promover la participación de la gente.
Entonces ya nadie duda de  la vocación Syriza como partido de izquierda. Estuvimos y estamos presentes en las movilizaciones, lo que nos valió una gran campaña de estigmatización. Cuando estoy en las asambleas vecinales soy uno más, no hay hostilidad alguna, ya que no bajamos línea sobre qué debe ser lo correcto y cómo debe ser hecho, a diferencia de los partidos comunistas o de izquierda tradicional. Teníamos gente muy hostil hacia los partidos políticos que hoy son miembros nuestros. Porque han entendido lo duro de la lucha, lo diferente del escenario actual, donde a nadie le importa si estas o no en un partido, sino tu actuación frente al conflicto actual. Hay que construir relaciones fuertes con la gente a largo plazo, no se hace en un mes. No creamos estos movimientos de la nada, sino que teníamos una estructura política compatible con lo que la gente necesitaba. Y eso fue algo que nos llevó construir 10, 20 años.
Estando ustedes de viaje por Sudamérica, ¿podrías compartir que encuentran en las experiencias de nuestra región que puedan valorar?
Este viaje forma parte de nuestra lucha en  Grecia. A pesar de las particularidades que nos diferencian con Latinoamérica, en Grecia estamos en busca de un camino alternativo, cosa que también se han planteado y en lo cual están más avanzados. Estos países sufrieron a mano de los ataques neoliberales de pobreza casi estructural y fragmentación de su tejido social, y están tratando de solucionar el problema, con formas con las cuales podemos no coincidir por completo, pero lo hacen. No buscamos imitar sino ver como las cosas pueden ser, a nivel social y gubernamental. Hay  información que necesitamos sobre cómo usar el Estado, y hacerlo en una forma contraria al neoliberalismo.  Mi deber  político es aprender sobre el uso de las herramientas estatales en nuestro provecho. Y si vemos el mapa global no hay otra región donde haya gobiernos progresistas o de izquierda en el número y consolidación que hay aquí, por lo que es necesario contribuir a sus esfuerzos aún cuando no coincidamos por completo con sus formas.
- Para ir cerrando ¿Podrías compartir parte de sus expectativas para 2013?
Tenemos un solo deber, llenar la vacante dejada por un gobierno colapsado por el neoliberalismo; y eso se hará con el ascenso de un gobierno de izquierda que ponga fin a las políticas de austeridad, cure las heridas hechas en el tejido social y ponga al país en un nuevo curso. Para ello necesitamos dos cosas, iniciativa política y poder construir una fuerte red de resistencia social y activismo a fin de presionar al gobierno para que renuncie ya que no cederá fácilmente al poder a fin de completar su proyecto. Queremos apoyarnos en la presión popular para forzarlos a ir a elecciones antes que ellos completen sus planes.
Estamos ahora en una lucha defensiva, si llegamos a gobierno será como un contraataque, no será el fin sino el inicio de la batalla. O tendremos la debacle total de la democracia o tendremos un gobierno de izquierda, la cosa es bastante clara. Para construir la nueva sociedad primero debemos derrotarlos.