Fanon

Miguel Landro Lamoureaux

Recordemos que el 20 de Julio de 1925 nació en la isla de Martinica, actualmente Departamento de Ultramar francés, el pensador del siglo XX, 'padre'  de la descolonización y psicopatología de la colonización, Frantz Fanon, inspirador, a través de su libro Los miserables de la tierra de movimientos de liberación anticolonialistas durante más de cuatro décadas.  … por nosotros mismos y por la humanidad, compañeros, hay que cambiar de piel, y desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo.
 
Frantz Fanon Frantz Fanon nació en la isla de Martinica, en la época en que esta isla era una colonia francesa, en el seno de una familia con mezcla de antepasados africanos, tamiles y blancos, que vivía una situación económica relativamente buena para el estándar de la región, pero lejos de lo que consideraríamos como clase media.
 
 Después de que Francia se rindiera ante los Nazis en 1940, las tropas navales de la Francia de Vichy se establecieron en Martinica. 
 
Esas tropas presuntamente se comportaron de forma abiertamente racista, dando pie a muchas acusaciones de abuso sexual y conductas impropias.
 
Estos abusos ejercieron una gran influencia en Fanon, quien, como muchos, tuvo que ocultar su alienación y disgusto frente a la realidad del racismo colonial francés.
 
A los 18 años, Fanon abandona la isla y viaja a Dominica, donde se suma a las Fuerzas de Liberación Francesa, para después alistarse en el ejército de ese pais en la guerra contra la Alemania Nazi, destacando especialmente en la Batalla de Alsacia, por lo que en 1944 recibe la medalla de la Croix de Guerre . 
 
Cuando la derrota alemana se hizo inminente y los aliados cruzaron el Rhin hacia Alemania, el regimiento de Fanon fue blanqueado, lo que significó que él y todos los soldados no blancos fueron concentrados en Toulouse (Tolosa de Languedoc).
 
Post Segunda Guerra Mundial En 1945, Fanon volvió a Martinica por un periodo corto pero significativo. 
 
A pesar de que el nunca se declaró comunista, trabajó en la campaña electoral de su amigo y mentor intelectual Aimé Césaire, uno de los creadores de la teoría de la negritud, quien se presentó como candidato comunista a la Asamblea de la Cuarta Republica Francesa. 
 
Fanon se mantuvo en la isla sólo lo suficiente como para terminar su Baccalauréat, volviendo a Francia para estudiar medicina y psiquiatría.
 
Estudió en Lyon, donde conoció a Maurice Merleau-Ponty. 
 
Se graduó como psiquiatra en 1951 y empezó a ejercer bajo la supervisión del médico catalán François de Tosquelles, de quien absorbió la idea de la importancia de lo cultural en la psicopatología.
 
Fanon permaneció hasta 1953 en la Francia metropolitana.
 
Durante este periodo escribió el primero de los libros por los cuales es conocido: Pieles Negras, Máscaras Blancas, que fue publicado en 1952. 
 
Ese libro responde una pregunta que probablemente Fanon comenzó a hacerse cuando presenció el abuso de sus vecinos en Martinica y cuando su regimiento fue "blanqueado": ¿porqué un negro está dispuesto a arriesgar la vida por quienes lo desprecian y abusan?. 
 
La respuesta que el libro ofrece es que ser colonizado es más que ser subyugado físicamente, es serlo culturalmente. Ser colonizado es también perder un lenguaje y absorber otro. 
 
En sus palabras: -Hablar (un idioma)... significa sobre todo asumir una cultura, (implica) absorber el contenido de una civilización.
 
En 1953 asumió como Jefe de Servicio en el Hospital Psiquiátrico de Blida-Joinville en Argelia, donde revolucionó el tratamiento, introduciendo prácticas de terapia social, basándose en la idea de la relevancia de lo cultural tanto para la psicología normal como para la patología. Guerra de Liberación de Argelia Siguiendo el comienzo de la Guerra de Liberación de Argelia (Noviembre de 1954)
 
Fanon se unió en secreto al Frente de Liberación Nacional (FLN), como resultado de su contacto con el Dr. Chaulet y de su experiencia directa de los resultados de las prácticas que el ejército francés estaba empleando. 
 
A su hospital llegaban tanto los torturadores como sus víctimas a recibir tratamiento.
 
Durante este periodo viajó muchísimo por Argelia, con el aparente propósito de extender sus estudios culturales y psicológicos acerca de los argelinos, lo que produjo estudios tales como Los marabout de Si Slimane. 
 
Esos viajes también servían propósitos clandestinos, especialmente los realizados al balneario de sky de Chrea, donde se encontraba una base del FLN.
 
En el verano de 1956 escribió su famosa Carta Pública de Renuncia al Ministro Residente y como consecuencia fue expulsado de Argelia en enero de 1957. 
 
En esa carta, Fanon rechazaba de una vez por todas su pasado asimilacionista. 
 
Después de una estancia muy corta en Francia, viajó en secreto a Túnez donde formó parte del colectivo editorial El Moudjahid. 
 
Sus escritos de ese periodo ueron coleccionados y publicados después de su muerte bajo el nombre Hacia la Revolución Africana. 
 
En ellos Fanon se revela como uno de los estrategas del FLN.
 
También actuó como embajador del gobierno provisional argelino en Ghana y atendió en esa capacidad numerosas conferencias en Accra, Conakry, Addis Ababa, Leopoldville, Cairo y Tripoli. Enfermedad y muerte
 
Después de una agotadora travesía en el Sáhara para abrir un tercer frente en la lucha por la independencia, Fanon fue diagnosticado de leucemia. 
 
Viajó entonces a la URSS y experimentó alguna mejoría.  A su vuelta a Túnez, dictó su testamento, el libro que aseguraría su importancia en los desarrollos políticos del siglo XX:Los Condenados de la Tierra (publicado postmortem en 1961) 
 
Cuando su condición lo permitía, daba clases a los oficiales del FLN en el borde de Argelia y Tunez y fue a Roma para visitar, por última vez, a Sartre.
 
Más tarde se trasladó a EEUU para recibir tratamiento, logrando ingresar al país con la ayuda de la CIA, bajo el nombre de Ibrahim Fanon. 
 
Murió el 6 de diciembre de 1961 en el hospital de Bethesda (Maryland)
 
Después de recibir un funeral de honor en Túnez fue enterrado en el Cementerio de los Mártires (Chouhada) en Ain Kerma (en el este de Argelia)
 
Le sobrevivió su esposa, Josie Dublé, su hijo Olivier y Mireille, hija de un matrimonio anterior, quien se casó con Bernard Mendès-France, hijo del conocido político francés Pierre Mendès-France. Obra y esbozo critico de Frank Fanon
 
 La obra política de Fanon es a la vez compleja y controvertida. 
 
Ha sido, por ejemplo, acusado de tener una visión simplista y casi maniquea de tanto los problemas como las soluciones. 
 
Por otra parte, se ha dicho que sus ideas anteceden pensadores tales como Michel Foucault; formando una de las bases del posmodernismo y poscolonialismo. 
 
Ciertamente ha servido de inspiración a muchos pensadores y movimientos profundamente críticos o revolucionarios, influyendo indirectamente incluso corrientes tales como el feminismo y la teología de la Liberación.
 
Fanon publicó Peau noire, masques blancs en París, 1952.  En este libro trata, a través de reminiscencias sobre su vida personal y utilizando métodos críticos derivados del psicoanálisis, de entender por qué los negros adoptan los valores de los subyugadores blancos y los resultados que eso produce, especialmente entre los subyugados. 
 
En sus palabras: -Estamos tratando de entender por qué al negro de las Antillas le gusta tanto hablar francés.
 
La respuesta de Fanon sitúa conceptos tales como raza, clase, cuerpo, lenguaje en el centro de problemas que abarcan fenómenos tales como marginación y desigualdad social, desprecio de si mismo, inseguridad, servilismo, patologización tanto de si mismo como forzada. 
 
Como hemos dicho, el libro es complejo, pero la tesis central puede ser resumida en la idea que los subyugados tratan de superar su condición asumiendo el bagaje cultural de los subyugadores, especialmente el lenguaje, (poniéndose las mascaras blancas del titulo) pero al hacer esto, absorben normas que son inherentemente discriminatorias o; en su caso, racistas; lo que a su vez lleva a sentimientos profundos de inseguridad e inferioridad. 
 
Aceptar el concepto del opresor de lo que los oprimidos son es aceptar que se es salvaje, no completamente humano, inferior, etc.
 
Sin embargo, Fanon insiste que el ser blanco no puede existir sin su complemento ser negro. 
 
Ambos son las caras opuestas de un proceso dialéctico que podría llevar a una nueva relación o sociedad que no se base en la discriminación del otro:  -Que busca el hombre? que busca el negro?  A riesgo de molestar a mis hermanos de color diré que lo que el negro no es un "hombre" (Fanon caracteriza el ser negro como carecer de resistencia ontológica frente al blanco.  El negro solo existe frente a y es definido por el amo blanco).
 
Hay una zona de "no-ser", una región extraordinariamente estéril y árida, una degradación totalmente deprimida en la cual una autentica revolución puede nacer". J. P. Sartre comentó que el libro es "la negación de la negación del negro". 
 
Sin embargo, algunos autores lo han criticado por parecer olvidar que la "oralidad" puede tener un papel positivo de resistencia entre los oprimidos, dando poder a los sujetos (en su doble sentido de individuos y sometidos). 
 
Considérese, por ejemplo, y en relación a los tiempos y problemática de Fanon, tanto Albert Camus como Jean Genet y Jacques Derrida etc, sin olvidar, paradójicamente, a Fanon mismo.
 
La segunda publicación fundamental de Fanon tuvo lugar, en 1961, despues de su muerte. El titulo: Les Damnés de la Terre, es una referencia explicita al primer verso de La Internacional, que, en francés dice: Debout ! les damnés de la terre ! Debout ! les forçats de la faim!. 
 
El titulo es generalmente traducido al castellano como "Los condenados de la Tierra".  Sin embargo, esos condenados de la tierra no son el proletariado de Marx sino mas bien el lumpen proletariado, quizás lo que pasó a ser llamado los marginalizados o "el pueblo".
 
 Fanon específicamente usa el término para referirse a quienes no toman parte en la producción industrial, especialmente el campesinado pobre que vive en las afueras de las ciudades, argumentando que solo ese grupo tiene o conserva la suficiente autonomía del aparato colonizador como para montar exitosamente una rebelión. 
 
Para el, tanto el proletariado urbano como las clases burguesas son "asimiladas" y carecen de la motivación o necesidad de poner en efecto una revolución verdadera.
 
Igualmente controversial es la introducción de Sartre. 
 
En ella, Sartre interpreta el libro como un llamado inequívoco a la lucha armada.  Esto se deriva del primer capítulo del libro (Acerca de la Violencia) que discute el papel de la violencia como catarsis de la subyugación. 
 
Argumentando -con Fanon- que la colonización en si misma es un acto de violencia. Sartre escribe: "Harían bien en leer a Fanon, porque muestra claramente que esta violencia irreprensible no es ni ruido sin sentido ni la resurrección del espíritu salvaje, ni siquiera el producto del resentimiento: es el hombre recreándose a si mismo [...] no hay acto de ternura que pueda borrar las marcas de la violencia, sólo la violencia misma puede destruirlas". 
 
La visión Sartriana puede ser vista como apología o glorificación de la violencia, en que sugiere que sólo ella es el motivo del cambio y sólo ella producirá la nueva sociedad y el hombre nuevo.
 
Fanon mismo parece mas sutil. 
 
Dice en las paginas siguientes: La violencia del régimen colonial y la contra violencia del nativo se equilibran con un grado extraordinario de homogeneidad reciproca. [...] 
 
Los actos de violencia por parte de los pueblos colonizados serán proporcionales al grado de violencia ejercido por el régimen colonial amenazado.
 
Fanon parece sugerir que el uso de la violencia, más que deseable, es inevitable.
 
Pero su uso no carece de peligros.
 
Fanon agregó, en un discurso a intelectuales africanos, refiriéndose tangencialmente al problema de la violencia, una advertencia: "La liberación de una nación es una cosa. Los métodos y contenido popular de la lucha otra. Me parece que el futuro de la cultura nacional y sus riquezas son tanto expresión como parte de los valores que han dirigido esa lucha por la libertad"
 
El libro es mas profundo que una lectura rápida sugiere. 
 
Fanon examina no solo las maneras directas a través de las cuales un poder metropolitano ejerce y mantiene su dominación, sino también las maneras mas sutiles, las que hacen que los mismos dominados se transformen en instrumentos, por un lado, de su opresión y, por el otro, agentes de liberación. 
 
El mecanismo central en todos esos casos es la cultura. Fanon agrega (en el mismo discurso)
 
Hemos visto la aparición del movimiento (hacia la independencia) en formas culturales y hemos visto como ese movimiento y esas nuevas formas culturales están ligadas al estado de madures de la conciencia nacional.  Ahora, ese movimiento tiende cada vez mas a expresarse de manera objetiva, en instituciones.
 
Es de ahí que viene la necesidad de una existencia nacional, cualquiera que sea su costo.
 
Si hay algo que se puede criticar de Fanon es que parece muy cercano a una idea común en esos días en África tanto de la libertad como de sus consecuencias. 
 
La idea que bastaría lograr la independencia para solucionar todo.  Fanon agrega que: "Después del conflicto hay no solo la desaparición del colonialismo, pero del colonizado ([...]
 
Esta humanidad nueva no puede hacer otra cosa que definir un humanismo nuevo para si mismo y para otros" Sin embargo Fanon no estaba ciego a los peligros que la situación implica. 
 
Advierte contra el culto del líder y de la personalidad, la retirada a concepciones romantizadas de un pasado heroico y el reemplazo de élites extranjeras con élites locales que buscan imitar y son serviles a los intereses de esos mismos extranjeros (asimilados, en el lenguaje de Fanon). 
 
Fanon cree que estos y otros peligros se derivan principalmente de la tentativa de imitar a Europa y agrega en el capitulo 6 (conclusiones) después de acusar a Europa de inhumanidad y genocidio contra los no blancos en el nombre de la humanidad y su progreso: "Así, camaradas, no rindamos tributo a Europa creando Estados, instituciones y sociedades que derivan inspiración de ella.
 
La humanidad espera de nosotros alguna otra cosa que una imitación, algo que seria una caricatura obscena. (....)
 
Por Europa misma, por nosotros y por la humanidad, camaradas, debemos dar vuelta a la hoja, debemos desarrollar concepciones nuevas, y debemos tratar de ayudar a dar los primeros pasos al hombre nuevo.
 
Otra critica frecuentemente dirigida a Fanon, especialmente en EEUU, es que adolece de una visión maniquea de la sociedad europea u occidental: el blanco es bueno y el negro malo y por lo tanto se oponen absolutamente, requiriendo en consecuencia un mundo totalmente nuevo para superar esa dicotomía. 
 
En favor de Fanon se puede alegar que las experiencias de su vida dejaron poco espacio para concepciones intermedias. 
 
Al fin y al cabo, alguien que arriesga su vida para defender lo que considera su país para recibir después como gracias el ser removido de las filas a punta de fusil a fin de evitar que aparezca en el desfile de honor debido al color de su piel tiene el derecho a pensar que ese color presenta, a lo menos para los otros, un problema insoluble que le impide lograr el derecho a ser tratado no solo como ciudadano con igualdad de derechos pero sobre la base de sus actos.
 
 Influencia y legado
 
 Las ideas centrales de la visión de Fanon pueden resumirse mas o menos simplísimamente en tres postulados: 
 
1ro: El poder catártico de la violencia revolucionaria.  Solo la violencia puede liberar totalmente del legado de la subyugación, eliminando los sentimientos de inferioridad y produciendo una conciencia de control sobre el destino propio. 
 
2ndo: La absorción de culturas o ideologías dominantes por parte de los sometidos produce resultados patológicos, tanto a nivel social como individual. 
 
3ro: El reemplazo de formas discriminatorias de relación social es producto de la expresión de nuevas formas culturales y políticas que aparecen entre los subyugados. 
 
Esas formas político-culturales son la expresión de la esencia existencial de grupos marginados por la cultura dominante y producirla inevitablemente una nueva humanidad.
 
Esas ideas se han hecho comunes entre muchos, nutriendo, aunque no siempre en su totalidad o exclusivamente, movimientos tan diferentes como el grupo Baader-Meinhof en Alemania y la comunidad cristiana pacifista en Iona (Escocia) que se define, entre otras cosas, como luchando cultural y políticamente contra el racismo. 
 
Esas ideas contribuyeron a, entre otras, formar las percepciones básicas de desarrollos por un lado académicos, tales como la psicología critica y el poscolonialismo, y por el otro, sociales, tales como el movimiento por la igualdad de géneros sexuales (por ejemplo, el feminismo) y movimientos de liberación y renovación cultural en los pueblos africanos, latino americanos, palestinos, tamiles, afro-americanos e irlandés. etc. 
 
Recientemente, el movimiento sudafricano Abahlali base Mjondolo ha sido influenciado por sus percepciones.
 
Notable entre esas influencias fue la que tuvo sobre tres de sus mas conocidos lectores: Ernesto "Che" Guevara en América Latina. Steve Biko en Sudáfrica y Ali Shariati en Irán.
 
Pero aun entre ellos esta influencia no fue una aplicación rígida a otras realidades.
 
Para Guevara, por ejemplo, la idea del hombre nuevo adquiere un significado derivado del socialismo y el papel de la violencia pasa de ser una expresión cultural popular a una herramienta que vanguardias utilizan casi como mecanismo terapéutico, a fin de producir ese cambio cultural. 
 
Esta aproximación pasó a ser llamada foquismo.
 
Shariati trato de revolucionar la interpretación del Islam, cuyos valores el creía están siendo destruidos por, en un lado, concepciones degradantes de la vida producto de la sobrevaloración de la tecnología y la ciencia, etc., en su mayoría provenientes de Europa, y, en el otro, por concepciones petrificadas de los ulemas. 
 
Para el, la verdadera revolución será la concretización del mundo unido de los creyentes (umma), lo que se lograra cuando los fieles adquieran una fe verdadera y se dediquen totalmente (llegando a ser el Hombre Nuevo o Muyahid) que den incluso la vida por sus ideales. 
 
Es importante entender que Shariti no esta llamando aquí necesariamente a usar violencia física. 
 
El concepto islámico de Yihad es primordialmente uno de dedicación (lucha) en la vida personal, pero también uno de estar dispuesto a confrontar las desigualdades e injusticias (en el sentido de violaciones de la voluntad divina) donde se encuentren, incluso en el Islam mismo (o los países que se declaran islámicos) (ver Islamismo) 
 
La umma implicara el fin de toda contradicción e injusticia, en la medida que será, por decirlo así, la encarnación del dios monoteísta, el triunfo del bien y lo divino sobre el mal y lo satánico.
 
La violencia es entonces mas que expresión cultural, expresión de fervor religioso, utilizada no tanto contra poderes coloniales, pero contra lo que se ve como élites asimilacionistas y corruptas, especialmente manifestaciones culturales occidentalizadas, tales como formas de vestir, estilos musicales, cinemas, etc.
 
Junto a ello es común, en esta visión, afirmar que la democracia liberal es ajena a los valores culturales islámicos, proponiéndose en su lugar repúblicas islámicas.
 
Biko fue quizás quien se mantuvo mas cerca de la concepción original.  Frente al separatismo impuesto por el sistema de apartheid busco revitalizar los valores culturales y éticos de los oprimidos, a fin de, empezando por crear la 'conciencia de ser negro' llegar a una (entonces nueva) concepción de lo que ser sudafricano significa.  
 
Y la violencia se ve como formas de resistencia, expresándose de maneras propias a los desposeídos o marginados: revalorización de formas culturales tradicionales (canciones, cuentos populares, etc.) violencia sobre ellos mismos (desde huelgas de hambre a negación a prestar servicios) a violencia directa contra los asimilados y los opresores.
 
Interesantemente, Los Desposeídos de la Tierra es todavía objeto de estudio en colegios militares de EEUU, en el presente, como ayuda a entender la situación en Irak.
 
Conclusión de "Los condenados de la tierra" Compañeros: hay que decidir desde ahora un cambio de ruta.
 
La gran noche en que estuvimos sumergidos, hay que sacudirla y salir de ella.
 
El nuevo día que ya se apunta debe encontrarnos firmes, alertas y resueltos. Debemos olvidar los sueños, abandonar nuestras viejas creencias y nuestras amistades de antes. No perdamos el tiempo en estériles letanías o en mimetismos nauseabundos. 
 
Dejemos a esa Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo asesina dondequiera que lo encuentra, en todas las esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo.
 
Hace siglos que Europa ha detenido el progreso de los demás hombres y los ha sometido a sus designios y a su gloria; hace siglos que, en nombre de una pretendida "aventura espiritual" ahoga a casi toda la humanidad. Véanla ahora oscilar entre la desintegración atómica y la desintegración espiritual.
 
Y sin embargo, en su interior, en el plano de las realizaciones puede decirse que ha triunfado en todo. Europa ha asumido la dirección del mundo con ardor, con cinismo y con violencia.
 
Y vean cómo se extiende y se multiplica la sombra de sus monumentos. 
 
Cada movimiento de Europa ha hecho estallar los límites del espacio y los del pensamiento. 
 
Europa ha rechazado toda humildad, toda modestia, pero también toda solicitud, toda ternura. No se ha mostrado parsimoniosa sino con el hombre, mezquina, carnicera, homicida sino con el hombre.
 
Entonces, hermanos ¡cómo no comprender que tenemos algo mejor que hacer que seguir a esa Europa?
 
Esa Europa que nunca ha dejado de hablar del hombre, que nunca ha dejado de proclamar que sólo le preocupaba el hombre, ahora sabemos con qué sufrimientos ha pagado la humanidad cada una de las victorias de su espíritu. Compañeros, el juego europeo ha terminado definitivamente, hay que encontrar otra cosa.
 
Podemos hacer cualquier cosa ahora a condición de no imitar a Europa, a condición de no dejarnos obsesionar por el deseo de alcanzar a Europa.
 
Europa ha adquirido tal velocidad, loca y desordenada, que escapa ahora a todo conductor, a toda razón y va con un vértigo terrible hacia un abismo del que vale más alejarse lo más pronto posible.
 
Es verdad, sin embargo, que necesitamos un modelo, esquemas, ejemplos.
 
Para muchos de nosotros, el modelo europeo es el más exaltante. Pero en las páginas anteriores hemos visto los chascos a que nos conducía esta imitación. 
 
Las realizaciones europeas, la técnica europea, el estilo europeo, deben dejar de tentarnos y de desequilibrarnos.
 
Cuando busco al hombre en la técnica y el estilo europeos, veo una sucesión de negaciones del hombre, una avalancha de asesinatos.
 
 La condición humana, los proyectos del hombre, la colaboración entre los hombres en tareas que acrecienten la totalidad del hombre son problemas nuevos que exigen verdaderos inventos.
 
Decidamos no imitar a Europa y orientemos nuestros músculos y nuestros cerebros en una dirección nueva. 
 
Tratemos de inventar al hombre total que Europa ha sido incapaz de hacer triunfar. 
 
Hace dos siglos, una antigua colonia europea decidió imitar a Europa. 
 
Lo logró hasta tal punto que los Estados Unidos de América se han convertido en un monstruo donde las taras, las enfermedades y la inhumanidad de Europa han alcanzado terribles dimensiones.
 
Compañeros: ¿No tenemos otra cosa que hacer sino crear una tercera Europa?
 
Occidente ha querido ser una aventura del Espíritu. 
 
Y en nombre del Espíritu, del espíritu europeo por supuesto, Europa ha justificado sus crímenes y ha legitimado la esclavitud en la que mantiene a las cuatro quintas partes de la humanidad.
 
Sí, el espíritu europeo ha tenido singulares fundamentos. 
 
Toda la reflexión europea se ha desarrollado en sitios cada vez más desérticos, cada vez más escarpados. 
 
Así se adquirió la costumbre de encontrar allí cada vez menos al hombre.
 
Un diálogo permanente consigo mismo, un narcisismo cada vez más obsceno, no han dejado de preparar el terreno aun cuasidelirio, donde el trabajo cerebral se convierte en sufrimiento, donde las realidades no son ya las del hombre vivo, que trabaja y se fabrica a sí mismo, sino palabras, diversos conjuntos de palabras, las tensiones surgidas de los significados contenidos en las palabras.
 
Ha habido europeos, sin embargo, que han invitado a los trabajadores europeos a romper ese narcisismo y a romper con ese irrealismo.
 
En general, los trabajadores europeos no han respondido a esas llamadas. 
 
Porque los trabajadores también se han creído partícipes en la aventura prodigiosa del Espíritu europeo.
 
Todos los elementos de una solución de los grandes problemas de la humanidad han existido, en distintos momentos, en el pensamiento de Europa. 
 
Pero los actos de los hombres europeos no han respondido a la misión que les correspondía y que consistía en pesar violentamente sobre esos elementos, en modificar su aspecto, su ser, en cambiarlos, en llevar, finalmente, el problema del hombre a un nivel incomparablemente superior.
 
Ahora asistimos a un estancamiento de Europa.  Huyamos, compañeros, de ese movimiento inmóvil en que la dialéctica se ha transformado poco a poco en lógica del equilibrio. 
 
Hay que reformular el problema del hombre. 
 
Hay que reformular el problema de la realidad cerebral, de la masa cerebral de toda la humanidad cuyas conexiones hay que multiplicar, cuyas redes hay que diversificar y cuyos mensajes hay que rehumanizar.
 
Hermanos, tenemos demasiado trabajo para divertirnos con los juegos de retaguardia. Europa ha hecho lo que tenía que hacer y, en suma, lo ha hecho bien; dejemos de acusarla, pero digámosle firmemente que no debe seguir haciendo tanto ruido.
 
 Ya no tenemos que temerla, dejemos, pues, de envidiarla.
 
El tercer Mundo está ahora frente a Europa como una masa colosal cuyo proyecto debe ser tratar de resolver los problemas a los cuales esa Europa no ha sabido aportar soluciones.
 
Pero entonces no hay que hablar de rendimientos, de intensificación, de ritmo. No, no se trata de volver a la Naturaleza.
 
Se trata concretamente de no llevar a los hombres por direcciones que los mutilen, de no imponer al cerebro ritmos que rápidamente lo menoscaba y lo perturban. 
 
Con el pretexto de alcanzar a Europa no hay que forzar al hombre, que arrancarlo de sí mismo, de su intimidad, no hay que quebrarlo, no hay que matarlo.
 
No, no queremos alcanzar a nadie. 
 
Pero queremos marchar constantemente, de noche y de día, en compañía del hombre, de todos los hombres. 
 
Se trata de no alargar la caravana porque entonces cada fila apenas percibe a la que la precede y los hombres que no se reconocen ya, se encuentran cada vez menos, se hablan cada vez menos.
 
Se trata, para el Tercer Mundo, de reiniciar una historia del hombre que tome en cuenta al mismo tiempo las tesis, algunas veces prodigiosas, sostenidas por Europa, pero también los crímenes de Europa, el más odioso de los cuales habrá sido, en el seno del hombre, el descuartizamiento patológico de sus funciones y la desintegración de su unidad; dentro del marco de una colectividad la ruptura, la estratificación, las tensiones sangrientas alimentadas por las clases; en la inmensa escala de la humanidad, por último, los odios raciales, la esclavitud, la explotación y, sobre todo, el genocidio no sangriento que representa la exclusión de mil quinientos millones de hombres. (Las tres cuartas partes del total en el momento en que esto se escribe)
 
No rindamos, pues, compañeros, un tributo a Europa creando estados, instituciones y sociedades inspirados en ella.
 
La humanidad espera algo más de nosotros que esa imitación caricaturesca y en general obscena.
 
Si queremos transformar a África en una nueva Europa, a América en una nueva Europa, confiemos entonces a los europeos los destinos de nuestros países.
 
Sabrán hacerlo mejor que los mejor dotados de nosotros.
 
Pero si queremos que la humanidad avance con audacia, si queremos elevarla a un nivel distinto del que ha impuesto Europa, entonces hay que inventar, hay que descubrir.  Si queremos responder a la esperanza de nuestros pueblos, no hay que fijarse sólo en Europa.
 
Además, si queremos responder a la esperanza en los europeos, no hay que reflejar una imagen, aun ideal, de sus sociedad y de su pensamiento, por los que sienten de cuando en cuando una inmensa náusea.
 
Por Europa, por nosotros mismos y por la humanidad, compañeros, hay que cambiar de piel, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo.
Franz FANON