La insurgencia contra el régimen sirio, apoyada por Occidente

Luiz Alberto Moniz Bandeira
Carta Capital

Parece una locura que la oposición alzada en Siria, desde el 26 de enero de 2011,siga desarrollándose, y se desdoble, desde hace más de un año, en forma de lucha armada a pesar de la dura y sangrienta represión del gobierno de Bashar Al Assad. Pero, como dijo Polonio sobre el comportamiento de Hamlet, "aun cuando es locura, hay método en ella". A pesar de la existencia de condiciones objetivas y subjetivas en las sublevaciones que han ocurrido y ocurren en los países árabes, el cartel de las potencias industriales de Occidente, encabezadas por Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea, lanzaron una ecuación, de gran amplitud económica, geopolítica y geoestratégica, especialmente detrás de las revueltas en Libia y Siria, que se inició en 2011.

Estados Unidos y las restantes potencias occidentales quieren tomar el control del Mediterráneo, aislar políticamente a Irán, un aliado de Siria, y limitar la influencia de Rusia y China en el Próximo Oriente. Rusia, desde 1971, opera en el puerto de Tartus(Siria), y tiene en proyecto reformarlo y ampliarlo como base naval en 2012, para que pueda recibir grandes buques de guerra y así asegurar su presencia en el Mediterráneo. Según parece, Rusia también planeaba instalar bases navales en Libia y el Yemen. Y la financiación de la oposición siria desde el año 2005 tiene el objetivo de desestabilizar y derrocar el régimen de Al Assad, que representa un obstáculo para evitar la profundización de sus relaciones con Rusia.

La caída del régimen sirio tras el derrocamiento de Muammar Gadafi en Libia eliminaría la presencia de Rusia de sus dos bases navales (Tartus y Latakia), cortaría las rutas de suministro de armas para las organizaciones pro chiíes Hezbollá, en el Líbano, y Hamás, en Palestina, detendría el progreso de China hacia las fuentes del petróleo, y aislaría completamente y estrangularía a Irán, con la consiguiente eliminación del gobierno de Mahmoud Ahmadinejad. El resultado de la ecuación, al modificar por completo el equilibrio de fuerzas en el Oriente Próximo, sería el establecimiento por Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea de unafull-spectrum dominance es decir, la supremacía completa territorial, marítima, aérea y espacial, así como la posesión de todos los activos del Mediterráneo.

Con el objetivo de controlar el Mediterráneo, Washington y Madrid firmaron el acuerdo, hecho público el 5 de octubre de 2011, mediante el cual la base naval de Rota, en Cádiz,deberá albergar cuatro destructores equipados con misiles de defensa (DMO) de la Marina de EE.UU., operados por un contingente de 1.100 militares y un centenar de civiles, como parte de un sistema de defensa de la OTAN, con el pretexto de prevenirataques con misiles balísticos de Irán y Corea del Norte. Esta instalación irá acompañada de otros sistemas en Rumania, Polonia y Turquía. Y el derrocamiento del régimen de Assad es crucial para el éxito de la ecuación.

Los aliados occidentales saben que no pueden aplicar la misma estrategia a Siria que a Libia por medio de la OTAN, mediante una extrapolación ilegal de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. El apoyo a la insurgencia en Siria y el sistema de defensa antimisiles, desplegado desde España, indican que el verdadero objetivo es Rusia, que sigue siendo considerada por EE.UU. como el gran rival, y es la raz cual ﷽﷽﷽﷽ l ónpor la cual Moscú y Pekín vetaron una resolución del Consejo de Seguridad contra el régimen de Al Assad. El derrocamiento de éste, después del de Gadafi, implicaría un control completo sobre el Mediterráneo. Eso si los fundamentalistas islámicos no llegaran a hacerse con el poder en Siria, como ya lo han hecho prácticamente en Libia y probablemente lo harán en Egipto.

La insurgencia en Siria lleva implicados intereses con maticesdiferentes, tanto políticos como religiosos,para los países de la región (Turquía, Arabia Saudí y Qatar). Todo indica, sin embargo, que la conquista de las fuentes de energía del Mediterráneo es una de las razones principales por las que Estados Unidos y sus aliados alientan abiertamente el cambio de régimen. Aunque la producción siria de petróleo es modesta (en torno a 530.000 barriles por día), no se puede descartar este factor, entre otros, como la razón de ser de la sangrienta resistencia concentrada en la ciudad de Homs. Es preciso tener en cuenta todos los factores que operan en la determinación de apoyo a la insurgencia que Occidente ofrece, a través de diversos mecanismos, como la guerra psicológica en los medios de comunicación a nivel internacional, en alianza con las monarquías absolutistas de Oriente Próximo.

Las reservas de petróleo en Siria se estiman en 2.500 millones de barriles, principalmente ubicadas en la parte oriental del país, cerca de la frontera con Iraq a lo largo del Éufrates, con sólo un pequeño número de campos en la región central. Su ubicación es estratégica en términos de seguridad y de rutas de transporte de energía, cuya integración se esperaba aumentar con la apertura en 2008 del gasoducto Arab Gas Pipeline y la inclusión en el mismo de Turquía, Iraq e Irán. Siria ha construido un sistema de oleoductos y gasoductos controlados por la estatal Syrian Company for Oil Transportation (SCOT) para transportar petróleo crudo y refinado hasta el puerto de Baniyas, ubicado a 55 km al sur de Latakia y 34 al norte Tartus, donde se encuentran las dos bases navales de Rusia.

En febrero de 2012, los terroristas de Al Qaeda atacaron y destruyeron la mayor refinería de Siria, ubicado en Bab Amro, un distrito situado a 10 km al oeste del centro de Homs, ciudad en la que se concentra la oposición al régimen sirio. La refinería está conectada,por medio de un oleoducto inaugurado en 2010, con los campos petroleros en el este de Siria, la estación de Tel Adas y el puerto de Tartus.

El interés de las potencias occidentales apunta, sobre todo, a los activos petrolíferos situados en el mar dela región. Según el ministro de Petróleo y Recursos Naturales de Siria, Sufian Allaw, estudios científicos modernos indican la existencia de enormes reservas de gas natural, estimadas en 122 billones de pies cúbicos, y de petróleo, de alrededor de 107.000 millones de barriles a lo largo de la plataforma marina de Siria. Varias compañías han anunciado recientemente que han descubierto grandes reservas de petróleo y gas, pero la exploración se ve complicada por las tensiones entre los países de la región.

Las reservas en aguas profundas del Mediterráneo oriental, cerca de la cuenca de Levante, se extienden a lo largo de 193 kilómetros de la costa siria hasta Líbano e Israel.

Estos datos se conocen desde 2010. Desde entonces, el Great Game en la región se ha intensificado dramáticamente con el descubrimiento en la zona económica exclusiva de Israel, en la cuenca de Levante, de un campo gigante de gas natural llamado Leviatán. Los geólogos del US Geological Survey, de EE.UU., estiman que la zona que cubre la costa de Israel, Líbano y Siria, contiene reservas recuperables con el uso de las tecnologías actualmente disponibles.

Líbano cuestionó en la ONU la explotaciónde estas reservas, por cuanto se extienden hasta su zona económica exclusiva, pero Israel no está dispuesto a conceder ni siquiera "una pulgada", como afirmó su ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman. Y la compañía petrolera estadounidense NoblerEnergy, con sede en Houston, Texas, anunció en febrero de 2012 el descubrimiento en Tanin, a 13 millas al noroeste del campo de Tamar, en las costas de Israel, de otro yacimiento de gas natural, en una prospección de una profundidad de 18 a 212 pies.

Según las estimaciones, los yacimientos de gas en la cuenca de Levanteson de un orden de aproximadamente 3,5 billones de metros cúbicos. Los hallazgos en la zona económica exclusiva de Israel, los campos de Marie B, Gaza Marine, Y ½, Leviatán, Tamar y Dalit sumaban, el año pasado, 800.000 millones de metros cúbicos de gas. La exploración del campo Leviatán I, en 2011, había llegado a 5.170 metros de profundidad. En este punto, los depósitos de gas natural se estiman en 16 billones de metros cúbicos. En el nivel de 7.200 metros se estima una reserva adicional de 250 millones de metros cúbicos. Los grandes descubrimientos de Nobler Energy, que opera en la zona económica exclusiva de Israel, se estiman entre 900.000 millones y 1,4 billones de pies cúbicos de gas.Además de estas reservas de gas, existe la posibilidad de que haya 4.200 millones de barriles de petróleo.

Las grandes reservas de petróleo y gas a lo largo de Grecia, Turquía, Chipre, Siria, Líbano e Israel son de gran importancia geoeconómica, geopolítica y geoestratégica, ya quepueden alimentar directamente a Estados Unidos y la Unión Europea y evitar las amenazas de interrupción en el Golfo Pérsico, donde en la actualidad circulan millones de barriles de petróleo, transportados porbuques y oleoductos. La disputa de estas fuentes de gas y petróleo de la cuenca de Levante, es también un factor de conflicto geopolítico entre Turquía y Chipre, así como entre Israel y el Líbano, lo que muestran el grado de relevancia estratégica de la cuenca de Levante, que se extiende desde el mar de Libia hasta Siria.

El 24 de marzo de 2011, el ministro de Petróleo y Recursos Minerales y la General Petroleum Corporation (GPC), empresa estatal de Siria, anunciaron la apertura de una licitación internacional para la explotación y producción de petróleo, ofreciendo tres bloques (I, II y III), cada uno de 3.000 km2y una extensión total de 9.038 km2, localizados en alta mar, en la zona económica de Siria.

El anuncio de la licitación entusiasmó a las compañías petroleras, al abrir la posibilidad de acceso a los hidrocarburos de una zona poco explorada y considerada como la verdadera frontera de explotación de petróleo en el Mediterráneo. El núcleo de este proyecto son los 5.000 kilómetros de long-offset multi-client 2D seismic data, es decir, de datos geológicos recogidos a través de explosiones que provocan resonancias sísmicas, algo así como pequeños terremotos controlados, datos conseguidos por la compañía francesa CGGVeritas, en el año 2005, para la exploración en aguas profundas, entre 500 y 1.700 m.

Siria es un escenario donde las rivalidades no son sólo político, geopolítico, sino también religiosa. Esta peculiaridad está en el trasfondo de la lucha armada contra el régimen de Bashar Al Assad, apoyado por Rusia e Irán.En este Big Game están en conflicto los intereses hegemónicos de Turquía en la región, los de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y los de su aliados de la Liga Árabe. Y ya no hay la menor duda de que la insurgencia contra el régimen sirio cuenta con el apoyo, con armas y dinero, de las potencias occidentales y sus aliados en el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), las seis monarquías más reaccionarias y absolutistasde Oriente Próximo, entre ellas la tiranía teocrática wahabita del rey Abdullah bin Abdul Aziz AlSaud, de Arabia Saudí, y su aliado, el emir de Qatar, jeque Hamad bin Khalifa Al Thani.

Luiz Alberto de Vianna Moniz Bandeira es un reconocido escritor, historiador y poeta, con una reconocida trayectoria como profesor universitario, catedrático del Departamento de Historia de la Universidad de Brasilia (actualmente jubilado), y profesor invitado en diversas universidades, como Heidelberg, Buenos Aires o Sao Paulo. Tiene una extensa obra escrita, siendo sus publicaciones más recientes As Relações Perigosas: Brasil-Estados Unidos (De Collor a Lula) (2004) y Formação do Império Americano (Da Guerra contra a Espanha à Guerra no Iraque) (2005).

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