Alonso Baldrich

Por Diego Kofman*
Publicado el 28 de agosto de 2006

Maldita la hora en que llegaron. Bendita mil veces la hora en que se van...”

Alonso Baldrich


Este 20 de agosto [de 2006] se cumplen 50 años del fallecimiento del General Ingeniero Alonso Baldrich. Al comenzar la década del veinte el mercado de combustibles en nuestro país estaba bajo un control absoluto de los trust petroleros extranjeros. La estadounidense Standard Oil y la británica Shell tenían absoluto control sobre los hidrocarburos e impedían por los medios más oscuros el desarrollo de la producción nacional de crudo. En la batalla nacional contra esas compañías se destacarían los entonces Coroneles Ingenieros Alonso Baldrich y Enrique Mosconi, que dejarían como legado de su obra nada menos que la empresa estatal YPF.

Alonso Baldrich nació en San Nicolás y cursó los estudios primarios en la Escuela Normal de la ciudad de Paraná, los que terminó en la ciudad de Rosario. Entró al Colegio Militar con excelentes calificaciones y allí fue el Primer Abanderado del Colegio Militar. En el último año en ese Colegio, pasará tres meses en prisión por confrontar con un superior que no respetó los procedimientos en un sumario y al que advirtió que cuando se gradúe de oficial lo retaría a duelo. Ya graduado y ascendido a teniente pide el traslado al cuerpo de Ingenieros. Ingresa en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (que incluía a las ingenierías) de Buenos Aires, donde conocerá a su gran compañero en la batalla nacional por el petróleo, Enrique Mosconi. Se recibe de Ingeniero Civil.

Cuando asume la presidencia Alvear, designará al frente de la recién creada YPF a Enrique Mosconi, quien llamará a Alonso Baldrich para que asuma como Administrador de los yacimientos de Comodoro Rivadavia, el principal yacimiento de la empresa nacional y la zona de mayores conflictos con las compañías extranjeras. La consigna era demostrar en la práctica que el Estado podía ser el mejor administrador para la producción de hidrocarburos. El Coronel Baldrich desarrollará una excelente tarea, reduciendo costos en la producción de derivados, reduciendo tiempos de montaje de máquinas y torres, lo que permite un mayor número de perforaciones, aumentando la producción y demostrando que la producción nacional era posible y que YPF era la mejor empresa para llevarla adelante.

Las compañías extranjeras que querían frenar el desarrollo de la producción nacional para seguir con el gran negocio de la importación descubren rápidamente en Alonso Baldrich un enemigo real, un hombre verdaderamente peligroso para sus intereses y lanzan una campaña de calumnias y mentiras, con medios de comunicación al servicio de las compañías extranjeras y con un senado dominado por hombres que habían vendido su conciencia a esos mismos intereses extranjeros. Cuando intentan quitarle a YPF el personal calificado y los técnicos más capaces ofreciendo mejores salarios, Baldrich les presenta pelea y las denuncia; mientras tanto continúa, imparable, el desarrollo del Yacimiento Fiscal de Comodoro Rivadavia y de la empresa estatal YPF.

Pero la labor oscura de las petroleras no se detiene y Baldrich será desplazado del Yacimiento. Sin embargo, continuará la pelea por la nacionalización del petróleo y por el control del mercado local de combustible desde la prensa y la oratoria, en las filas de la antiimperialista Alianza Continental. Con el derrocamiento del presidente Yrigoyen y su valiente proyecto de nacionalización y monopolio estatal del petróleo argentino, Baldrich y Mosconi serán detenidos y llevados a prisión.

Existe una excelente biografía del General Ingeniero Alonso Baldrich escrita por Raúl Larra, quien escribió también la biografía de Enrique Mosconi y de Jorge Newbery. Recordar hoy a estos hombres es algo más que un ejercicio para la memoria: es un intento por rescatar esas armas, esas ideas que empuñaron quienes defendieron los intereses nacionales frente al avasallamiento imperialista. A Baldrich, por ejemplo, no le tembló la voz para citar a Lenin en el Centro Naval.

Nos advirtió que "Por el Norte, señores, quiso penetrar la invasión española con Pezuela, para ahogar nuestra naciente independencia política. Por el Norte, argentinos, ha dado su primer paso invasor la Standard Oil , pretendiendo ahogar nuestra independencia económica sin la cual es ficticia la independencia política" [1] y hoy vemos que un pequeño número de trasnacionales tienen total control sobre nuestros recursos hidrocarburíferos y que con el agotamiento de reservas y la producción local, la dependencia se va a profundizar.

Nos convocaba a los argentinos a "reñir la nueva Caseros industrial y económica", para defendernos de las petroleras extranjeras, que pretendían "explotar nuestra riqueza petrolera y terminar con el sometimiento por el dominio económico que torna virtuales las soberanías de los pueblos convertidos en territorios prósperos y ricos; y cuando quedáramos pacíficamente conquistados, entonces en los labios de los niños resultarían un sarcasmo las voces del Himno..." y el mejor homenaje es esta campaña por un millón de firmas por la nacionalización del petróleo y el gas. Esta convocatoria para impulsar la nacionalización integral del petróleo, el gas y todos los recursos energéticos, la reestatización de YPF y Gas del Estado, la recuperación de la renta petrolera para ponerla al servicio del bienestar y el desarrollo de nuestro pueblo. Para echar de nuestro país y de Nuestra América a las transnacionales que vulneran nuestras soberanías, saquean nuestros recursos naturales y contaminan nuestro suelo.

*Diego Kofman es Licenciado en Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR)