La decisión de Perón que hizo que hoy Argentina sea atractiva para los jóvenes de América



publicado el 20 de junio de 2019


En 1949, el presidente argentino Juan Domingo Perón decretó que todas las universidades pasarían a ser gratuitas. A 70 años de aquel hito, los jóvenes de la región, especialmente de Brasil, que se mudan a Argentina para estudiar se cuentan por miles.




El 20 de junio de 1949 no fue un día cualquiera para la educación universitaria argentina. Si bien se firmó recién en noviembre, un decreto del entonces presidente Juan Domingo Perón suspendió desde aquel día el cobro de aranceles universitarios a todos los estudiantes.

En sus considerandos, el decreto de Perón señalaba que "el engrandecimiento y auténtico progreso de un pueblo estriba en gran parte en el grado de cultura que alcanza cada uno de los miembros que lo componen".

El texto reconocía que era "función social del Estado amparar la enseñanza universitaria" y comunicaba que, "como medida de buen gobierno, el Estado debe prestar todo su apoyo a los jóvenes estudiantes que aspiren a contribuir al bienestar y prosperidad de la Nación, suprimiendo todo obstáculo que les impida o trabe el cumplimiento de tan notable como legítima vocación".

Hasta ese momento, Argentina contaba con cinco universidades públicas: la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Nacional del Litoral (Santa Fe), la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de Tucumán.


Si bien las universidades habían vivido el proceso de reforma iniciado en Córdoba en 1918, por lo que eran cogobernadas por docentes, estudiantes y egresados, continuaban sin ser gratuitas.

La decisión de Perón incrementó de forma exponencial la cantidad de estudiantes, provocando un aumento de 100.000 inscriptos entre 1945 y 1955. Además, diferenciaba a Argentina de varios otros países de la región, donde acceder a educación universitaria totalmente gratuita no era tan fácil.


La gratuidad y la calidad de las universidades nacionales argentinas provocaron que, durante décadas, estudiar en ese país fuera una opción apetecible para jóvenes de otros países. De hecho, el ranking de universidades difundido en las últimas horas por la consultora británica Quacquarelli Symonds volvió a colocar, por quinto año consecutivo, a la UBA como la mejor universidad de América Latina.

Pero la participación creciente de estudiantes extranjeros en el sistema educativo público despertó la preocupación de algunos sectores de la sociedad argentina. En 2016, el programa de televisión 'Periodismo para todos' conducido por el periodista Jorge Lanata emitió un informe llamado 'Argentina, país generoso' que ponía énfasis en los gastos que los estudiantes extranjeros significaban para el Estado argentino.

Aquel informe indicaba que, en ese momento, había casi 13.000 estudiantes extranjeros en la UBA, lo que representaba un 4,4% del estudiantado total. El informe advertía que la cantidad de estudiantes nacidos fuera de Argentina se había cuadriplicado en los últimos 20 años.

El programa calculaba que el sector público argentino aportaba más de 360 millones de pesos por año para solventar el estudio de los estudiantes extranjeros.


El enfoque del informe fue tildado de 'xenófobo' en su momento por el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) Adrián Lutvak.

La llegada de estudiantes extranjeros, así como la atención a usuarios de otros países en hospitales públicos del país, también había sido cuestionada por el actual candidato a vicepresidente por la coalición 'Juntos por el cambio' (liderada por el actual presidente Mauricio Macri) Miguel Ángel Pichetto.

"En el país hay 35.000 colombianos en las universidades. En Colombia hay 1.000 argentinos que no tienen la posibilidad de estudiar porque la universidad es arancelada y además tienen que hacer un año en el interior de Colombia donde los mande el Estado", se había quejado en 2016, durante una entrevista con Canal 26.


En 2018, varios medios argentinos consignaron que la Facultad de Medicina de la UBA recibía cada vez más estudiantes extranjeros, especialmente de Brasil, donde los aspirantes deben pasar pruebas de ingreso.

Según los datos, uno de cada siete aspirantes a médico en Argentina son extranjeros y más de la mitad de ellos llegan a Argentina desde tierras brasileñas.


La tendencia es tal que ya es explotada comercialmente: una nota de Clarín consigna que la empresa brasileña 'Tamojuntodoutor' promociona la posibilidad de viajar a Argentina a estudiar medicina y ofrece hacerse cargo de todos los trámites necesarios para eso.



La Ciudad de Buenos Aires también hace lo suyo y difunde el programa 'Study Buenos Aires', a través del que ofrece oportunidades de estudio a jóvenes de otros países. Lejos de los cuestionamientos, el Gobierno porteño promete recibir a los visitantes con un 'kit de bienvenida' que incluye descuentos en alojamientos, traslados durante las primeras horas de estadía y una tarjeta para el transporte público.