El 8 de marzo de 1951, llega a Antártida la Primera Expedición Científica Argentina

Por Bernardo Veksler
publicado el 8 de marzo de 2019

Este día, luego de 25 días de navegación, arriba a la bahía Margarita el buque “Santa Micaela” con los miembros de la “Primera Expedición Científica Argentina a la Antártida”, comandados por el coronel Hernán Pujato, que se proponían construir la base General San Martín.

La misión fue el primer paso del denominado “Plan Pujato”, que el militar había presentado al presidente Juan Perón y había defendido insistentemente. El plan consistía de cinco puntos básicos: “presencia efectiva del Ejército en el lugar para promover la conciencia antártica; creación de un organismo científico específico; fundación de un poblado, adquisición de un rompehielos y, por último, alcanzar el Polo Sur. Según Pujato: “Si yo tengo una casa con un fondo largo y nunca llegue hasta esa tapia, el día de mañana entrará cualquiera y me negará que sea mía” (Pablo Fontana. La pugna antártica).

En 1948, hizo su primer intento de interesar a Perón en el proyecto. Más adelante, insistió ante Eva Perón, quien “intercedió a favor de Pujato y logró superar ese desinterés” inicial. Además de esas gestiones, el oficial no dejaba de capacitarse para la misión. Por sus propios medios asistió a un curso de supervivencia en Alaska, con sus propios recursos compró “equipos polares y 36 perros para trineos” en Canadá y “participó de los ejercicios polares de invierno del ejército sueco”.        

Tanta perseverancia dio sus frutos y el gabinete de ministros aprobó su plan, “a pesar de la resistencia de algunos de ellos que lo consideraban un loco”. Luego, Pujato procuró lograr la logística para consumar su proyecto. Pero, “el mayor obstáculo no lo encontraría en las dificultades técnicas, sino en las dilaciones que la Armada le presentaba para colaborar con un buque que transportara a sus hombres y equipos hasta Bahía Margarita. Indignado, Pujato recurrió a las navieras privadas” y logró que los Pérez Companc le facilitaran el “Santa Micaela”.

Desde el arribo “las tareas fueron intensas. Todos se levantaban a las seis de la mañana y, tras una pausa al mediodía para regresar al barco a almorzar y otra a las ocho de la noche para cenar, se trabajaba hasta medianoche (…) el 19 se terminó de construir la casa “A”, que sería la utilizada por los miembros de la expedición”, el día siguiente se dieron por terminados por trabajos y el 21 se realizó la inauguración formal de la base.