Carta a Florencio Monzón 9 de marzo de 1956

República de Panamá, 9 de marzo de 1956

Sr. D. Florencio Monzón

SANTIAGO

Mi querido amigo:


En estos días he estado de mudanza de Colón a Panamá, es decir del Atlántico al Pacífico...

...Veo que las noticias allí menudean. Aquí también las recibimos, si bien un poco mas tardíamente y menos explícitas, a menudo desfiguradas. Por esas noticias se ve claramente que la maldita dictadura militar está pasando las de Caín y a fe que bien lo merece por salvaje y asesina.

Es necesario seguir dando fuerte con la resistencia pasiva pues ella es la llave de nuestra victoria y el "Tendón de Aquiles" de la dictadura. Intensificarla al máximo, haciendo que todos, en todas partes y durante todo el tiempo, realicen acciones destinadas a aniquilar a los enemigos mediante un desgaste decidido y eficaz. Usted verá que al final esa resistencia, si se ejecuta bien, será la clave del éxito. Es menester insistir en ella por todos los medios.

Algunos políticos de la oposición ya han tirado líneas para ver si yo, mediante un arreglo con ellos suspendería la resistencia. Eso quiere decir que la cosa va mal para ellos y bien para nosotros. Yo no les he contestado ni que sí ni que no pero, no soy hombre de hacer arreglos a espaldas del pueblo y cualquier arreglo de ese tipo no contará jamás con mi aprobación. Los sacrificios que ha sufrido ese pueblo le da derecho a que todos seamos con el leales y sinceros. La política no cuenta cuando de traiciones se trata. La primordial condición y la principal virtud de un político, como lo concibo yo, es precisamente la lealtad. Yo, además, no soy un político, por eso conservo sano aun el corazón al servicio del país y no de los intereses de nadie sea este quien sea o se llame como se llame...

...Me halaga que haya tantos chilenos peronistas allí. Quiere decir que la doctrina cunde y eso me gustaría porque yo quiero a los chilenos de corazón. Me parece que, con todos los defectos propios de todos los pueblos, son buenos y capaces. Creo que los chilenos tienen valores extraordinarios y que la necesidad los ha hecho luchadores, fuertes y sufridos, condiciones que harían un poco falta al pueblo argentino que, como producto de la abundancia, son un poco menos decididos y menos luchadores de lo que deberían ser. Por eso me gusta Chile y quiero a esa tierra que conozco y aprecio bien.

Sobre mi viaje a Chile no sé aún cómo lo realizaré y de instalarme allí oportunamente elegiría un lugar donde no perturbara y pudiera cumpla con mi misión. Quizá seria mejor en el sud o en el norte, porque de lo contrario debería dar muchos dolores de cabeza al gobierno de mi amigo el general Ibáñez. No sé en qué estado de espíritu se encontrará él Per0' tengo la seguridad que ayudará en lo que pueda, dentro de las limitaciones propias y naturales que su función le impone. Él ha sido exilado en Argentina y nunca dio que hablar con su conducta y su actitud. Yo deben observar allí la misma conducta...

Juan Perón