30 de enero de 1972. Domingo Sangriento / Bloody Sunday en Derry (Irlanda)

Norte de Irlanda 
publicado el 12 de abril de 2009
Listado de personas que murieron asesinadas por disparos de los paracaidistas británicos el 30 de enero de 1972 en el denominado “Domingo Sangriento”:


Jackie Duddy (17 años), fue alcanzado por un disparo en el hombro en el aparcamiento de Rossville Park. La bala le atravesó saliendo por la parte izquierda del pecho. Cuatro testigos declararon que le abatieron mientras corría desarmado huyendo de los disparos. Tres de ellos afirmaron haber visto a un soldado apuntar deliberadamente hacia él.
Patrick Joseph Doherty (31), fue tiroteado por la espalda mientras se arrastraba buscando refugio. Doherty fue sujeto de una serie de fotografías, tanto antes como después de su muerte, llevadas a cabo por el fotógrafo francés Gilles Peress. Aunque el testimonio de un soldado le señalaba como portador de un arma con la que pudo haber disparado contra las tropas británicas, el informe Widgery reconoció posteriormente que en las fotografías se le podía ver desarmado, resultando negativas las pruebas forenses buscando residuos de haber utilizado un arma de fuego.
Bernard McGuigan (41) que había estado escondido en la esquina de los pisos Rossville, salió agitando un pañuelo blanco para avisar de sus intenciones, tratando de llegar hasta Patrick Doherty, que yacía moribundo. En su camino recibió un disparo en la cabeza.
Hugh Gilmore (17) fue abatido cuando corría hacia los pisos Rossville huyendo de los disparos. Tenía heridas de bala en la parte derecha y la parte izquierda del pecho, además de en el brazo derecho. Probablemente estas heridas se las causaron dos balas.
Kevin McElhinney (17) fue alcanzado por disparos por la espalda mientras se arrastraba buscando refugio. Dos testigos declararon que iba desarmado. La bala le entró por la nalga izquierda, saliendo por la parte izquierda de su pecho, cerca del hombro.
Michael G. Kelly (17) recibió un tiro en el estómago mientras permanecía junto a la barricada de escombros próxima a los pisos de Rossville St. En el informe Widgery se reconoció que iba desarmado.
John Pius Young (17) fue herido de bala en la cabeza mientras estaba en la barricada de escombros.[Dos testigos declararon que estaba desarmado.
William Noel Nash (19) recibió un tiro en el pecho cerca de la barricada. Los testigos declararon que Nash estaba desarmado e iba en ayuda de uno de los heridos cuando fue abatido.
Michael M. McDaid (20) fue herido de bala en la cara junto a la barricada mientras se alejaba de los paracaidistas. La trayectoria de la bala, que entró por su mejilla izquierda saliendo por la parte superior derecha de su espalda, indica que podría haber sido abatido por un tirador desde las posiciones que las tropas británicas ocupaban sobre las murallas de la ciudad.
James Joseph Wray (22) fue herido y posteriormente rematado por disparos a corta distancia cuando yacía en el suelo. Testigos que no fueron llamados a declarar para el informe Widgery afirmaron que Wray estaba pidiendo ayuda, gritando que no podía mover las piernas, cuando le dispararon por segunda vez. Un testigo (el padre O’Keefe) afirmó que iba desarmado.
Gerald Donaghy (17) fue herido en el estómago mientras corría buscando refugio entre Glenfada Park y Abbey Park. Fue llevado a una casa vecina, donde le examinó un doctor. Allí le vaciaron los bolsillos con objeto de identificarlo. Una fotografía posterior de la policía mostraba el cadáver de Donaghy con varias bombas de clavos en los bolsillos. Ni los que le registraron en la casa ni el oficial médico que certificó su muerte poco después declararon haber visto ninguna bomba. Donaghy era miembro del Fianna-Éireann, un movimiento juvenil conectado con el IRA. Paddy Ward declaró en una investigación posterior que le había entregado dos bombas de clavos a Donaghy unas horas antes.
Gerald (James) McKinney (34) fue abatido justo después de Gerald Donaghy. Los testigos declararon que McKinney había estado corriendo detrás de Donaghy. Cuando le vio caer, se detuvo y levantó los brazos, gritando “¡No disparen! ¡No disparen!”. En ese momento recibió un disparo en el pecho.
William A. McKinney (27) fue tiroteado por la espalda cuando intentaba ayudar a Gerald McKinney (con el que no le unía ningún parentesco, pese al apellido). Abandonó el refugio en el que estaba para ayudar a William.
John Johnson (59) fue herido en una pierna quince minutos después de haberse iniciado el tiroteo. Murió por causa de sus heridas cuatro meses y medio más tarde, en junio de 1972. Johnston fue la única víctima que no asistía a la marcha; iba de camino a visitar a un amigo en Glenfada Park.
Salvando las distancias y las épocas ,podía haber sido un domingo de reivindicación tranquila,como muchos domingos de hoy en día (porque sí,hoy en día hay gente que sale a la calle a reivindicar),pero la maquinaria bélica británica y unas ordenes desde las esferas de poder,cambiaron la historia de Derry,y por extensión de Irlanda.
En la historia ha habido otros domingos que se pueden calificar como sangrientos; incluso en Irlanda, en 1913 y 1920, dos domingos ya habían sido calificados como sangrientos,pero sin duda el que más es recordado es este.
El 30 de Enero de 1972 es un día que en la historia ha quedado marcado a sangre y fuego,y sin duda especialmente recordado en la ciudad de Derry.
En 1971 el gobierno británico implantó en el norte de Irlanda una política de encarcelamiento sin juicio a cualquier persona que las autoridades sospecharan de pertenecer al movimiento republicano. Muchos ciudadanos eran encarcelados sin haber estado en un tribunal y eso provocó la reacción de la gente.
La Asociación de Derechos Civiles de la ciudad de Derry en el condado que se denomina oficialmente Londonderry en el norte de Irlanda, había convocado para el día 30 de Enero de 1972 una marcha para manifestar el descontento de la población ante esta medida tan arbitraria por parte de las autoridades británicas. A las 2:00 pm la gente comenzó la marcha de uno de los barrios republicanos de Derry hacia el centro de la ciudad. Tras dos horas de marcha el número de manifestantes ascendía a unas 20,000 personas y a las 4:00 pm el contingente llegó a William Street.
El gobierno había mandado sellar la calle con varios batallones de elite del ejército británico, fuertemente armados y apoyados con carros blindados. Los manifestantes desconocían totalmente este movimiento del ejército pues, después de todo, era una marcha pacífica y obviamente no comprendieron el porqué de la presencia tan fuerte del ejército. La marcha continuó hasta pararse frente a las caras de los soldados. Algunos jóvenes comenzaron a tirar piedras a la barricada formada por los soldados británicos y estos respondieron con gas lacrimógeno y balas de plástico y después procedieron a realizar arrestos entre los manifestantes. En medio de la confusión causada por el gas, los golpes de los militares y la revuelta de los jóvenes , los soldados británicos comenzaron a disparar ráfagas de metralleta a los manifestantes. La gente entró en pánico y comenzaron dispersarse. Por media hora los militares dispararon 108 ráfagas hiriendo a 14 civiles y matando a otros 13,posteriormente John Johnston que fué herido ese día murió pasadas varias semanas.
El descontento internacional no se hizo esperar y al día siguiente el gobierno británico se deslindó de toda responsabilidad reclamando que los soldados actuaron en defensa propia pues habían sido atacados con armas de fuego y bombas caseras. Ninguno de los manifestantes declaró haber visto bombas o armas entre la gente y el ejército no encontró restos de ninguno de los supuestos artefactos en el lugar del conflicto. Ningún soldado o carro británico salió herido.
Por supuesto, el gobierno británico se ha tratado de excusar de mil y un maneras. El Secretario de Estado Británico, Reginald Maudling en su declaración del día siguiente del ataque: “el ejército regresó el fuego dirigido a ellos con tiros certeros y causaron bajas en aquellos que los atacaban con armas de fuego y bombas”.
Las investigaciones siguen hasta el día de hoy, los testimonios de los soldados involucrados cambian día con día, como por ejemplo – 24 de Junio del 2000 del Irish People donde un soldado (identificado para protección como 027) afirma que un oficial les dijo la noche anterior a la marcha: “we want some kills tomorrow” (“Queremos algunas muertes mañana”). Y en el ejemplar del 30 de Junio del mismo año el soldado identificado como INQ1952 informó que a su sección se le ordenó disparar contra los manifestantes fueran o no pacíficos.- Muchas veces los soldados llamados a testificar han pedido su anonimato por represalias por parte de las autoridades.
(…)
Las conclusiones más importantes del extenso informe Saville sobre los sucesos del Domingo Sangriento/Bloody Sunday (ocupa más de 5.000 páginas, en diez volúmenes, para cualquiera interesad@ en el informe completo que pinche aquí) que se publicó el 15 de junio del 2010 son las siguientes : La investigación encabezada por Lord Saville ha confirmado lo que las familias de las catorce víctimas mortales y las decenas de heridos por los disparos del Ejército británico el 30 de enero 1972 en Derry habían mantenido desde el primer día: la inocencia de las víctimas y la culpabilidad británica.
Algunas reacciones al informe:
Las familias de los que murieron recibieron las conclusiones con beneplácito (aunque hay que esperar las derivaciones del informe en el tema penal), expresando que habían esperado décadas para escuchar la verdad, pese a que los republicanos esperaban que se aceptara la idea de la conspiración estado-ejército, algo que ha sido desestimado.
El jueves 22 de septiembre de 2011, el Ministerio británico de Defensa intentó cerrar uno de los capítulos más sangrientos de su historia reciente con una compensación económica a los familiares de las víctimas y heridos de aquel domingo de 1972. En un comunicado, que recogió la cadena pública BBC, el Ministerio de Defensa británico reconocía “el dolor de esas familias durante 40 años” y admitió que miembros de las fuerzas armadas actuaron “de manera equivocada” en aquella jornada. Defensa confirmó que tenía la intención de resolver el asunto “con la mayor rapidez posible”, aunque sin dar detalles sobre quiénes recibirán las compensaciones y qué cantidad. Solo horas después, familiares de una de las víctimas, calificaron de repulsiva la oferta económica del Ministerio de Defensa británico. Linda y Kate Nash en referencia a William, una de las 14 personas que fallecieron el 30 enero de 1972 por disparos del Ejército británico mientras participaban en una marcha por los derechos civiles de los católicos dijeron: “Nos parece repulsivo aceptar cualquier cosa del MoD, insistieron los familiares de la víctima al referirse al Ministerio de Defensa británico.Si el MoD quiere dar subvenciones que lo haga, pero no en nombre de nuestro hermano”.
A principios de Julio de 2012 El PSNI anunció la apertura de nuevas investigaciones sobre los sucesos del denominado ‘Domingo Sangriento’ (Bloody Sunday). Las nuevas pesquisas llegan después de que una comisión asegurase, en junio de 2010, que ninguno de los manifestantes iban armados, lo que llevó al primer ministro británico, David Cameron, a disculparse públicamente por unos hechos que tachó de “injustificables”.
La primera investigación duró 12 años y la del PSNI se prolongará en principio durante al menos cuatro, según explicó ante la prensa el máximo responsable del cuerpo policial norirlandés, Matt Baggott.
En los trabajos se implicarán unos 30 detectives. El comisario adjunto Drew harris advirtió que será “una larga investigación” para la que hacen falta “recursos especiales”, por lo que dijo que no habían fijado una fecha para comenzar los trabajos. En este sentido, dijo que “la magnitud y duración” de las pesquisas requerían de una organización exhaustiva.  El hermano de una de las víctimas del ‘Domingo Sangriento’, John Kelly, calificó de “buena noticia” la decisión del PSNI, aunque lamentó que los soldados autores de los disparos no fuesen arrestados y procesados tras el primer informe e insistió en que tanto su familia como las del resto de víctimas quieren que los culpables rindan cuentas ante la justicia

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