Carta del General Franklin Lucero al almirante Rojas
: "Tengo el deshonor de dirigirme a quien para su propio castigo de CANALLA, de TRAIDOR, el destino ha querido investirlo de Vice-Presidente (...)"
Buenos Aires, 23
de diciembre de 1955.-
Señor
Contralmirante
Isaac Rojas
Casa de Gobierno
S/D
Tengo el deshonor de dirigirme a quién
para su propio castigo de CANALLA, de TRAIDOR, el destino ha querido investirlo
de Vice-Presidente de la
Nación Argentina , para ser juzgado en su oportunidad como
usurpador de cargo por el pueblo de la Patria.
Extensa tendría que ser mi mismiva para
hacer conocer a Vd. que el pueblo de la patria conoce muy bien sus antecedentes
y su catadura moral muy por debajo de la que cualquier hombre de honor debe
poseer, pero me circunscribo a hacer resaltar los hechos más denigrantes de su
carrera de marino.- Poco antes de ingresar Vd. como aspirante a la que fuera
gloriosa marina de guerra, en febrero de 1923, fue detenido y procesado por el
Juez Dr. Malbrán por un robo cometido en el domicilio de la calle Peña
propiedad del Dr. Julio Agote, procedimiento en el cual se le secuestraron a
Vd. la suma de $ 1.200.- y varias alhajas.-
Es de hacer notar que valido en sus
influencias familiares con el Dr. Malbrán, luego de restituir lo por Vd. robado
y para no perder el ingreso a la
Marina de Guerra, fue Vd. absuelto en dicho proceso, pero que constaba en su
prontuario policial Nª 936.145 (prontuario éste desaparecido apenas Vd.
asumiera el Gobierno, pero del que se tiene copia de la que le adjunto una con
todos sus delitos).-
Ingresó Vd. el 16 de febrero como
aspirante a la Marina
de Guerra, y en enero de 1924 se le inicia sumario por encontrársele en altas
horas de la madrugada junto con otro aspirante en una situación RELAJANTE como
hombre y como marino.-
El 9 de abril de 1931 al recibirse Vd.-
de Teniente de Navío fue detenido en la calle Lavalle y Maipú a la salida del
cabaret Imperio por hallarse en completo estado de ebriedad vistiendo el
uniforme (este nuevo hecho fue callado otra vez merced a sus influyentes
parientes).-
En marzo de 1936, promovió un descomunal
desorden en el TA-BA-RIS del cual dan cuenta los diarios de la fecha arriba
indicada (Prensa y Crítica).- En abril de 1950 siendo Capitán de Navío realizó
el negociado más vergonzoso que conoce la Marina de Guerra, luego de haberse favorecido con
$ 3.200.000.- acusó Vd. ante el General Perón a otros compañeros de armas,
salvando así su responsabilidad.-
Siendo Agregado Naval ante el Gobierno
de los Estados Unidos de Brasil, se le inicia a Vd. por intermedio del Tribunal
de Guerra, un juicio por la presunta venta a dicho país de cartas marítimas con
posiciones y bases secretas de nuestro país habiendo sido trasladado a ésta y
quedando dicho juicio archivado (vaya a saber por qué causas extrañas)
premiando su actuación en el Gobierno de Brasil condecorándolo con la Orden al Mérito Naval en
Grado de Comendador, y para coronar su carrera de vergüenza y traición Vd. el
16 de setiembre de 1955, traiciona al hombre que le brindara la oportunidad de
retomar la senda del bien, tanto en su triste carrera como en su vida privada
por seguir las indicaciones del amante de su esposa el Capitán de Navío Arturo
Rial, no vacila en traicionarlo.-
Sé que al recibir esta carta verá con
qué crudeza me expreso pero si aún le queda un poco de dignidad tendrá que
aceptar todo lo expresado porque mientras ella no ha hecho más que recordarle
sus delitos cometidos que son muchos, y Vd. sin derecho alguno ni autoridad ya
que está ocupando un cargo que no le corresponde, se ensaña con ENLODAR la
reputación de soldados, que como yo, no hemos cometido otro delito que
defender, con honor, la Constitución Nacional y a las autoridades
legítimamente constituidas y elegidas por el Pueblo.-
Mi hombría de bien y mi dignidad de
soldado me hace esperar con varonil serenidad sea ella cual fuere, la reacción
que Vd. tenga al leer esta carta, pues ha sido mi intención llevar a la
posteridad una prueba más de lo que es capaz la indignidad de un hombre que
faltando a la ley sagrada de las armas y a la civilidad, guiado por su
ambición, no dudó en complotarse contra los intereses de la Patria llegando para ello,
a aceptar los inmerecidos halagos de una vicepresidencia que legal y moralmente
no le corresponden.-
Para concluir y haciéndome cargo de las
consecuencias, hágole notar que copia textual de la presente haré llegar a los
trabajadores de la Patria.
FDO.) FRANKLIN LUCERO
GENERAL EN JEFE