Gustavo Piga, profesor de economía política de la Universidad de Roma Tor Vergata: “Deben pensar en la inversión”

Elena Llorente

El economista Gustavo Piga recomienda que el gobierno de Italia use todo el dinero ahorrado en inversiones productivas. Según el especialista, la austeridad genera más recesión, crea desocupación y cuentas públicas inestables.

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El primer ministro Mario Monti nombró como nuevo
ministro de Economía y Finanzas a Vittorio Grilli.
 

La Unión Europea y los gobiernos en ella representados siguen enviando al mundo señales de cambio y presentando nuevos planes para evitar que la crisis económica, a partir de Grecia y España principalmente, se difunda a otros países, en particular Italia. Pero los mercados no parecen muy convencidos de que las cosas puedan funcionar y hacen tambalear cada día en la Bolsa internacional la ya enclenque seguridad de la Eurozona.

Una de esas luces de alarma es el llamado spread o la diferencia entre el rendimiento de los Bonos del Tesoro de dos países, en este caso Italia y Alemania, considerado este último el más sólido de Europa. Cada día, los altibajos del spread merecen titulares en los diarios italianos. En las últimas semanas no ha bajado de 400 puntos, un nivel considerado por muchos como el reflejo de la falta de confianza de los mercados, lo opuesto de lo que se esperaba después de tantas reuniones y anuncios desde la sede de la Unión Europea en Bruselas, incluso el de un escudo anti–spread a cargo del Banco Central Europeo.

“El spread sube porque los mercados están preocupados de que algunos países europeos, como Italia, que han colocado sus Bonos del Tesoro Plurianuales (BTP) en el mercado internacional, no estén en condiciones de pagarles a sus acreedores cuando llegue el momento, sobre todo porque su performance de crecimiento ha sido pésima”, explicó en una entrevista con Página/12 el economista Gustavo Piga, profesor de Economía Política de la Universidad de Roma Tor Vergata. Según el especialista, el promedio del crecimiento de la economía italiana en los últimos doce años ha sido negativo. Para 2012 no se esperan cosas mejores. De acuerdo con la principal organización de los industriales italianos, Confindustria, el PIB (Producto Interno Bruto) disminuirá este año el 2,4 por ciento.

–Hay quien piensa que los mercados podrían estar maniobrados por intereses económicos ligados a Estados Unidos. ¿Puede favorecer a ese país que la economía europea ande mal?

–La mejor respuesta la da el presidente Obama, que está aterrorizado por la idea de que la Unión Europea pueda saltar. Hay demasiados intereses bancarios comunes. Cuando Europa funciona, funcionan también las exportaciones estadounidenses.

–Volviendo al tema del crecimiento, ¿cómo es posible que el PIB de algunos países europeos, en particular Italia, no logre crecer?

–Es que tienen un problema de competitividad. Las exportaciones en esos países han empezado a decaer. Pongamos un ejemplo: ¿por qué Italia no logra exportar sus heladeras? Evidentemente porque su calidad y su productividad son menores que la alemana. Por eso son necesarias reformas que permitan a Italia mejorar su productividad.

–En su opinión, ¿tiene algo que ver la administración pública en todo esto?

–Sí. Otra de las cosas que alarga y entorpece el trabajo en Italia es sin duda la administración pública. Está demasiado poco al servicio del usuario. Si usted tiene un camino mal reparado o sin terminar, el camión que transporta la heladera demorará mucho más en llegar. La reforma de la administración pública es necesaria, pero requiere mucho tiempo.

–Italia no dispone de mucho tiempo ahora, presionada como está por todos lados. ¿Cómo hace para salir de la recesión?

–En este momento, en el que el sector privado no quiere invertir por miedo, el único actor que puede impulsar la producción de bienes y servicios es el Estado. Hay quien piensa que el sector público no debe intervenir porque eso aumentaría la deuda pública. Esto no es verdad. Para reducir la deuda pública se han impuesto políticas de austeridad, pero eso genera más recesión, crea desocupación y cuentas públicas inestables.

–¿Esto quiere decir que, en su opinión, la revisión de los gastos del Estado (spending review), que ha impulsado el gobierno de Mario Monti para ahorrar, no servirá para nada?

–La spending review es importante porque da la señal de que el Estado finalmente se ha puesto a hacer una de las reformas más importantes, como es la de la administración pública. Pero los mercados saben que se trata de un plan a largo plazo. Por lo demás, si la spending review es capaz de identificar dónde se producen los derroches, no genera mayor recesión de la que ya existe.

–Pero el problema es que esta revisión de gastos prevista por el gobierno de Monti incluye el recorte del 10 por ciento de los empleados públicos y el 20 por ciento de los dirigentes. Se habla de unas 26 mil personas...

–Los recortes en el personal del Estado significan salarios, gente que no tendrá dinero para ir a hacer sus compras cotidianas, y eso generará seguramente más recesión. ¿Qué se hará con el dinero que se ahorrará? ¿Aumentar el IVA, que es ya del 21 por ciento, como se dice? Esto me hace reír. Creo que se debería usar todo el dinero ahorrado en inversiones productivas por parte del Estado.

–¿De qué tiene necesidad Europa en este momento?

–Los mercados tienen la percepción de que en Europa no existe ese contrato de solidaridad que existe, en cambio, entre los estados de Estados Unidos. Hoy en Europa tenemos necesidad de valores comunes, de mucha generosidad y de inteligencia en materia de política económica.
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