23 de septiembre de 1850. Muere Jose Gervasio de Artigas
La Gazeta Federal
-No hay circunstancia capaz de inducirme a variar de opinión. Esclavo de mi grandeza, sabré llevarla a cabo, dominado siempre de mi justicia y razón. Podrán arrancarme la vida pero no envilecerme. El honor ha formado siempre mi carácter. Él reglará mis pasos. (José Artigas, carta al General Sarratea, 11 de febrero de 1813.)
-Artigas, López, Güemes, Quiroga, Rosas, Peñalosa, como jefes, como cabezas y autoridades, son obra del pueblo, su personificación más espontánea y genuina. Sin más título que ese, sin finanzas, sin recursos, ellos han arrastrado o guiado al pueblo con más poder que los gobiernos. Aparecen con la revolución: son sus primeros soldados.(Alberdi, Juan Bautista. Los Caudillos. Colección Grandes Escritores Argentinos, 3; W. Jackson, Inc. Buenos Aires) (AGM-PLA.p.165)
-No teniendo militares en regla, se daban jefes nuevos, sacados de su seno. Como todos los jefes populares, eran simples paisanos las más veces. Ni ellos ni sus soldados, improvisados como ellos, conocían ni podían practicar la disciplina. Al contrario, triunfar de la disciplina, que era el fuerte del enemigo, por la guerra a discreción y sin regla, debía ser el fuerte de los caudillos de la independencia. De ahí la guerra de recursos, la montonera y sus jefes, los caudillos: elementos de la guerra del pueblo: guerra de democracia, de libertad, de independencia. (Alberdi, Juan Bautista. Grandes y pequeños hombres del Plata. Edit. Garnier Hnos. Bibl. de Grandes Autores Americanos, París).(AGM-PLA.p.173)
Muerte en el exilio
Nacido en Montevideo. Considerado en Uruguay como un héroe y fundador de la patria pero su influencia política comprendía amplios territorios de lo que hoy es Argentina. Era llamado por sus contemporáneos como el "Protector de los pueblos Libres". Seguían su conducción las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones, y por supuesto la Banda Oriental que comprendía los territorios actuales de Uruguay y Rió Grande Do Sul.
Pertenecía a una de las familias fundadoras de la ciudad.
Combatió contra las invasiones inglesas de 1806 y 1807; prefirió la vida en las estancias familiares junto a los gauchos; fue oficial de blandengues (instituido por la autoridad virreinal en 1797 para vigilar la actividad de los contrabandistas en las fronteras con los territorios brasileños).
Se trasladó a Buenos Aires para ofrecerles sus servicios tras estallar en 1810 la insurrección contra el dominio español en el virreinato del Río de la Plata, la denominada Revolución de mayo, se unió a las fuerzas insurgentes.
Por invitación de Rondeau, envió representantes a la Asamblea del Año XIII con explícitas instrucciones escritas y sugerencias a favor de una constitución confederada. Cuando las credenciales de los delegados fueron rechazadas, rompió con Rondeau y se dedicó a la formación de una federación de las provincias argentinas del litoral, incluyendo Entre Ríos, Corrientes, Córdoba, Santa Fe, Misiones y la Banda Oriental.
En 1814 organizó la Liga de los Pueblos Libres (donde pretendía integrar a todas las provincias rioplatenses de inclinaciones federalistas), de la que se declaró protector, convirtiéndose en una verdadera amenaza para el gobierno de Buenos Aires por su alianza con los caudillos.
Logró liberar a Montevideo del control de los centralistas de Buenos Aires en febrero de 1815, marchando seguidamente hasta Santa Fe.
En septiembre de 1820 tras retirarse con el resto de sus tropas a la provincia de Entre Ríos, resultó vencido en sucesivos combates por el caudillo federalista y gobernador de esa provincia, Francisco Ramírez; después de la invasión brasileña al Uruguay, Artigas se exilió en Paraguay, donde permaneció protegido de Gaspar Rodríguez de Francia, treinta años más tarde, falleció.