Proceso de paz en Medio Oriente; el ejemplo argentino

David Garcia
Agencia Periodística de América del Sur 

El foro Peace, integrado por palestinos e israelíes que buscan una salida pacífica al conflicto vigente, ve en Argentina un modelo a seguir. Cuatro de sus representantes se reunieron con Cristina Fernández. Netanyahu volvió a negarse al diálogo.


A partir de la brutal crisis económica que azota a Estados Unidos y a Europa, muchos economistas afirmaron que el mejor ejemplo a seguir para paliar la situación era el modelo argentino puesto en marcha a partir del 2003.
Pero Argentina no sólo se destaca y es ejemplo en materia económica, sino que también lo es por su decisión de solucionar sus conflictos externos por vía de la diplomacia.
Aunque el premier británico David Cameron acusó, insólitamente, al Estado argentino de “colonialista” e insiste con la militarización del Atlántico Sur, la presidenta Cristina Fernández reafirma la postura del diálogo y las negociaciones pacíficas.
“Ustedes (los argentinos) son la demostración de que hay formas pacíficas de resolver los conflictos, y de que no es necesario ir a las armas”, sentenció el argentino-israelí Meir Margalit, concejal de Jerusalén por el partido de izquierda Meretz.
El funcionario agregó que la discusión civilizada “es el modelo argentino con el cual se solucionaron los problemas en este continente en los últimos años, y es por eso que queremos aprender de este modelo”.
Margalit, junto a Ron Pundak -presidente de Peace en Israel-, y los palestinos Saman Khoury -secretario general del foro- y Nancy Sadiq -presidenta de Peace en territorios palestinos- representan al foro Peace, que reúne a más de 100 organizaciones no gubernamentales (ONG`s) y partidos políticos.
Las diversas ONG`s y partidos políticos que conforman Peace están de acuerdo en la existencia de los dos Estados, el palestino y el israelí, basados en la restitución de las fronteras de 1967.
La semana pasada, los cuatro representantes del foro mantuvieron una reunión con Cristina Fernández para pedirle a la mandataria que el país y la región intervenga en las negociaciones de paz entre Palestina e Israel.
Los integrantes de Peace entienden que el proceso de paz entre israelíes y palestinos se encuentra estancado, y que tanto Estados Unidos como los países europeos se encuentran sumergidos en sus propios asuntos. Barack Obama “está muy ocupado con sus elecciones y en Europa están muy distraídos con su crisis económica”, aseguró Margalit.
Es por esta razón que, desde el foro, creen que llegó la hora de la intervención de Latinoamérica. “Vinimos para pedirles abiertamente a los países latinoamericanos y a la Presidenta argentina que nos ayuden a salir de esta situación”, destacó el concejal de Jerusalén.
Meir Margalit no se quedó ahí y advirtió: “Si no nos ayuda Latinoamérica a salir del pantano, Oriente Próximo se transformará en una tragedia”.
Además, Saman Khoury señaló que para el proceso de paz puede ser de “mucho valor” la labor que pueda llevar adelante tanto el gobierno argentino como el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Así, una de las propuestas que los representantes del foro Peace le presentaron a Cristina Fernández fue la creación, en Jerusalén, de un Centro de Resolución de Conflictos, en el que se exponga la experiencia de Argentina en los últimos años.
Por su parte, Guillermo Oliveri, secretario de Culto argentino, quien participó del encuentro, expresó: “Ellos consideran, sin duda, que la Argentina es uno de los países con una fuerte política de Derechos Humanos, de integración, de convivencia”.
Sin embargo, así como este conjunto de ONG`s y partidos políticos palestinos e israelíes tienen la firme convicción de que la existencia y convivencia de estos dos Estados sólo se puede dar a partir de la diplomacia y el diálogo pacífico, desde las altas esferas del gobierno israelí no están dispuestos a dar este paso.
Al tiempo que los cuatro representantes del foro se reunían con la presidenta argentina, el premier israelí Benjamin Netanyahu anunció que no llevará adelante negociaciones mientras que Hamas sea parte de la institucionalidad palestina. Tan solo pretextos.
Es evidente que el gobierno israelí no está dispuesto a cambiar el status quo de la región. Cuando en 2011 la Unesco aceptó a Palestina como Estado miembro, la respuesta del Primer Ministro israelí fue el anuncio de la construcción de 2.000 viviendas en Cisjordania y Jerusalén oriental, y el congelamiento de la transferencia de fondos que Israel le debe a la Autoridad Palestina.
Pero quienes tienen la firme convicción de que la solución al conflicto palestino-israelí llegará a partir del diálogo y la diplomacia, ven en Latinoamérica, y sobre todo en Argentina, el modelo a seguir.