Inacayal, el dueño del Nahuel Huapi

 Modesto Inacayal vivió entre 1833 y murió en el Museo de La Plata en 1888 fue un cacique tehuelche aunque de orígenes diversos que vivió en el siglo XIX en la zona norte de la Patagonia argentina. Inacayal nació alrededor de 1833, siendo hijo de padres de distintas etnias. En cuanto a su origen, difieren un poco dependiendo del autor del que se trate, ya que unos dicen que era Chulila Küne, por parte de padre, y Gününa Küne (según Tomás Harrington), otros expresan que era de padre y madre Gününa (según Luis María Torres y Lehmann Nitsche) pero Francisco Pascasio Moreno dice que era Huilliche.Fue uno de los últimos en resistir, al mando de tres mil hombres, la llamada Conquista del Desierto del ejército del general Julio Argentino Roca.


Una ofensiva inesperada de las columnas al mando del coronel Conrado Villegas expulsó hacia el sur las tolderías de Inacayal que acampaba cerca de la naciente del río Limay en el lago Nahuel Huapi. Era un cacique prestigioso que participaba en los parlamentos de Sayhueque. Ambos tuvieron que emprender la retirada hacia el Chubut donde resistieron durante tres años la persecución militar argentina.

Inacayal se entregó con los últimos caciques, lanceros y chusma en 1884, en el fuerte de Junín de los Andes. Fue hecho prisionero y sometido a diversos traslados. Salió de la prisión militar gracias a la intervención del célebre explorador Francisco P. Moreno quien le debía muchos favores por la hospitalidad del cacique durante los viajes del perito por la región. Inacayal terminó sus días en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, que dirigía Moreno. Falleció por causas desconocidas el 24 de septiembre de 1888; sus restos fueron inhumados en Tecka, en la Provincia del Chubut.

Sobre sus últimas horas escribió Clemente Onelli:

"Un día, cuando el sol poniente teñía de púrpura el majestuoso propileo de aquel edificio (...), sostenido por dos indios, apareció Inacayal allá arriba, en la escalera monumental; se arrancó la ropa, la del invasor de su patria, desnudó su torso dorado como metal corintio, hizo un ademán al sol, otro larguísimo hacia el sur; habló palabras desconocidas y, en el crepúsculo, la sombra agobiada de ese viejo señor de la tierra se desvaneció como la rápida evocación de un mundo. Esa misma noche, Inacayal moría, quizás contento de que el vencedor le hubiese permitido saludar al sol de su patria". 

En la novela de Pedro Orgambide "Un caballero en las tierras del sur", que narra la vida del Perito Moreno, se sugiere que Inacayal se suicidó arrojándose de las escaleras del Museo de La Plata, lugar donde residía junto a algunos familiares.

Modesto Inacayal,también conocido como Inakayal, fue un cacique tehuelche que nació en la zona de Tecka (Chubut), aproximadamente, en 1833. Inacayal gozaba de gran prestigio. Junto a Foyel y Sayhueque lideraban un extenso territorio llamado "País de las Manzanas",actualmente norte de la Patagonia.

En sus toldos, Inacayal recibió a diferentes expedicionarios y viajeros como Guillermo Cox, George Musters y Francisco P. Moreno quienes en sus crónicas destacaron la apertura, amabilidad y hospitalidad tanto del cacique como de su familia.

En el marco de la "Conquista del Desierto", una columna dirigida por el Coronel  Villegas obligó a Inacayal a reubicar sus tolderías que estaban cerca de las nacientes del río Limay del lago Nahuel Huapi. En 1884, finalizada la "Conquista del Desierto", los caciques Inacayal y Foyel junto a sus familias se prestaron en el Fuerte de Villegas a negociar con el Comandante Lasciar, pero fueron tomados prisioneros y trasladados al regimiento Tigre, provincia de Buenos Aires.

En ese momento, Francisco P. Moreno realizó gestiones ante las autoridades nacionales para trasladar a los caciques y sus familias al Museo de La Plata. Si bien Foyel logró volver a sus tierras, Inacayal murió en el Museo el 26 de septiembre de 1887 a causa de una enfermedad no determinada. Los restos óseos, cuero cabelludo y mascarilla mortuoria pasaron a la División Antropología de este Museo. El cacique Modesto Inacayal fue uno de los últimos líderes de los pueblos originarios patagónicos en resistir la autodenominada Conquista del Desierto que, como se sabe, no fue otra cosa que un genocidio contra los indígenas impulsado por el general Julio Argentino Roca. Una vez apresado junto a miembros de su comunidad, Inacayal sufrió varios traslados y terminó siendo confinado a la isla Martín García, donde padeció –al igual que sus hombres– torturas y humillaciones. De allí lo rescató el perito Francisco Moreno, que lo había conocido en uno de sus viajes al sur, y pidió que lo llevaran, junto a su familia (eran más o menos veinte integrantes) al Museo de Ciencias Naturales de La Plata, que Moreno dirigía. Pero ese “rescate” fue un eufemismo, porque una vez instalada en el museo, la familia fue obligada a trabajar en distintas áreas (desde la construcción a la limpieza), y sus miembros comenzaron a ser motivo de estudios antropológicos, mientras sus fotografías eran exhibidas como si se trataran de objetos antes que personas. Y algo peor aun: a medida que los integrantes de la familia de Inacayal iban muriendo, sus cuerpos eran descarnados y sus esqueletos eran exhibidos en las vitrinas del museo. De modo que el cacique “convivió” muchos años con los restos de sus familiares.

Desde la década del setenta diversas organizaciones indígenas expresaron sus reclamos por los restos de Inacayal. Sin embargo, la restitución pudo efectuarse veinte años después mediante una Ley. 

En 1991 el Congreso Nacional sancionó la Ley Nº 23.940 que dispuso la restitución del cacique. La Ley fue reglamentada en 1993 y el 19 de abril de 1994 las autoridades del Museo de La Plata entregaron, en un acto oficial, una urna que contenía los restos óseos de Inacayal. Los restos fueron trasladados a Esquel y luego descendientes indígenas lo llevaron hasta Tecka donde fueron depositados en un mausoleo. 

La restitución de Inacayal fue la primera realizada en Argentina. Este caso no sólo permitió avanzar en una legislación sobre el tratamiento de los restos humanos, hasta el momento inexistente, sino también implicó definir políticas atendiendo las demandas de los pueblos originarios que aún se siguen consolidando.

Fuente: El Facebook de Revisionismo histórico argentino

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Muere Inakayal en La Plata y surgen dudas sobre las causas.

Este día, 24 de septiembre de 1888, el cacique Modesto Inakayal, según la versión oficial, “realiza un ritual en la escalera del Museo de La Plata”, se despoja de la ropa y “se desvanece”. Esa  noche muere en los sótanos. “El análisis del esqueleto del cacique Inakayal realizado por Ten Kate pareciera confirmar esta hipótesis (…): ‘Los huesos de la nariz estaban quebrados por una caída o un golpe, también le faltan varios dientes’”  (Karina Oldani,  Miguel Añon Suarez y Fernando Miguel Pepe. Las muertes invisibilizadas del Museo de La Plata).

“En el museo, junto a miles de esqueletos humanos de las colecciones del primer director, Francisco Pascasio Moreno, estaban los restos del cacique y de varios miembros de su familia. Habían sido tomados prisioneros por los militares y enviados a Martín García, luego llevados al museo.

La fecha de la muerte del cacique fue puesta en duda. Se consideró la catalogada “por el antropólogo holandés Dr. Herman Ten Kate en 1904, quien fuera el encargado de la sección de Antropología del MLP”.

Ten Kate registró las muertes “de Margarita Foyel, sobrina del cacique Inakayal, el 21 de septiembre de 1887 a los 33 años y, el 9 de octubre del mismo año, Eulltyalma (alakalufe); el cacique Inakayal el 24 de septiembre de 1888 y en 1894 Maish Kensis (yámana), a los 22 años”.

Esta información contrastó con una nota titulada ‘Denuncia Gravísima’, publicada en el diario platense La Capital (27/9/1887), donde se constató que la muerte de Inakayal ocurrió el día 26, un año antes.

El artículo “se interroga sobre las muertes y expone la manipulación de los cuerpos realizada en el Museo sin ninguna participación de agentes del Estado (…) Tal vez pueda pensarse que esto marca que los hombres y mujeres de los pueblos originarios no son sujetos de derecho, por lo tanto sujetos de este tipo de manipulación (…) Sus cuerpos, por lo visto, no tienen el mismo status que otros cuerpos…”.

Moreno (el perito) hace su descargo, en tanto director del Museo, en el mismo diario: “lo hice dado el interés escepcional (sic) que para la ciencia antropológica tendrían estas disecciones, por tratarse de los últimos representantes de razas que se estinguen (sic)”.

El diario replicó afirmando haber “tenido toda la razón al condenar aquellos hechos, pues es el mismo Director del Museo” quien se encargó de confirmar la denuncia realizada (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler.

Biografía:

Modesto Inacayal nació en la Patagonia Argentina, alrededor de 1833 y murió en el Museo de La Plata, Buenos Aires, el 24 o 26 se septiembre de 1888, fue un cacique tehuelche que vivió en el siglo XIX en la zona norte de la Patagonia argentina.

Inacayal nació alrededor de 1833, siendo hijo de padres de distintas etnias. En cuanto a su origen, difieren un poco dependiendo del autor del que se trate, ya que unos dicen que era Chulila Küne, por parte de padre, y Gününa Küne (según Tomás Harrington), otros expresan que era de padre y madre Gününa (según Luis María Torres y Lehmann Nitsche) pero Francisco Pascasio Moreno dice que era Huilliche.

En las tolderías de su padre, el cacique Huincahual, en las orillas del río Quemquemtreu lo halló Guillermo Cox quien escribió la impresión que le produjo:

"Inacayal me agradó al momento, tiene el ademán franco y abierto, la cara inteligente y sabe algo de castellano; de cuerpo rechoncho pero bien proporcionado". 

Fue uno de los últimos en resistir, al mando de tres mil hombres, la llamada Conquista del Desierto del ejército del general Julio Argentino Roca.

Una ofensiva inesperada de las columnas al mando del coronel Conrado Villegas expulsó hacia el sur las tolderías de Inacayal que acampaba cerca de la naciente del río Limay en el lago Nahuel Huapi. Era un cacique prestigioso que participaba en los parlamentos de Sayhueque. Ambos tuvieron que emprender la retirada hacia el Chubut donde resistieron durante tres años la persecución militar argentina.

Inacayal se entregó con los últimos caciques, lanceros y chusma en 1884, en el fuerte de Junín de los Andes. Fue hecho prisionero y sometido a diversos traslados. Salió de la prisión militar gracias a la intervención del célebre explorador Francisco P. Moreno quien le debía muchos favores por la hospitalidad del cacique durante los viajes del perito por la región. Inacayal terminó sus días exhibido vivo en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, que dirigía Moreno.

Falleció por causas desconocidas y en circunstancias dudosas el 24 o el 26 de septiembre de 1888; sus restos fueron inhumados en Tecka, en la Provincia del Chubut. La restitución de sus restos óseos inició el proceso moderno de restituciones en el Museo de La Plata​, pero recién en 2014 se realizó una restitución complementaria de su cerebro y cuero cabelludo, que fueron entregados a representantes de las comunidades mapuche-tehuelche de Chubut.

Sobre sus últimas horas escribió Clemente Onelli:

"Un día, cuando el sol poniente teñía de púrpura el majestuoso propileo de aquel edificio (...), sostenido por dos indios, apareció Inacayal allá arriba, en la escalera monumental; se arrancó la ropa, la del invasor de su patria, desnudó su torso dorado como metal corintio, hizo un ademán al sol, otro larguísimo hacia el sur; habló palabras desconocidas y, en el crepúsculo, la sombra agobiada de ese viejo señor de la tierra se desvaneció como la rápida evocación de un mundo. Esa misma noche, Inacayal moría, quizás contento de que el vencedor le hubiese permitido saludar al sol de su patria". 

En la novela de Pedro Orgambide "Un caballero en las tierras del sur", que narra la vida del Perito Moreno, se sugiere que Inacayal se suicidó arrojándose de las escaleras del Museo de La Plata, lugar donde residía junto a algunos familiares.

Fuente: El Facebook de Efemérides Culturales, Históricas, Sociales y Políticas