El 11 de febrero de 1945 concluye la "Conferencia de Yalta"

Por Alejandro Pandra

La Conferencia que los inminentes vencedores de la Segunda Guerra Mundial celebraron en Yalta (en la península de Crimea, en Ucrania, República de la antigua URSS) del 4 al 11 de febrero de 1945 es posiblemente uno de los hechos diplomáticos más célebres del siglo XX. 




Durante la guerra fría, sin embargo, se mantuvo la certera idea de que en Yalta se había producido el reparto del mundo entre las grandes potencias.


La situación en el momento de la Conferencia favorecía claramente a Stalin. 


Tras las impresionantes ofensivas del Ejército Rojo en 1944, las tropas soviéticas se hallaban a 70 kilómetros de Berlín y ocupaban prácticamente toda la Europa central y oriental.

Al mismo tiempo, el mantenimiento del pacto de neutralidad con Japón permitía a Moscú mantener una posición de fuerza en todo lo relacionado con las cuestiones polaca y alemana. 

Charles de Gaulle trató de que Francia fuera incluida en la Conferencia, pero sin éxito: Roosevelt se negó a incluir a un país que había sido liberado por los Aliados, aduciendo que su líder no había sido elegido por su pueblo. 

En Yalta se acordaron cinco resoluciones principales: 

• Alemania sería desmilitarizada y dividida en cuatro zonas de ocupación de la URSS, EEUU, Gran Bretaña y Francia.

Quedaría sujeta a fuertes reparaciones financieras y perdería la Prusia Oriental y parte de Pomerania, quedando su frontera oriental fijada por el río Oder.

Se estableció además que un tribunal internacional juzgaría a los principales criminales de guerra nazis, lo que se llevó posteriormente a cabo en Nüremberg.

• Polonia sería “desplazada” hacia el oeste, anexionándose los territorios que Alemania perdía, y cediendo en el oriente los territorios que habían quedado bajo el dominio soviético tras el pacto de no agresión germano-soviético de 1939.

• Con respecto a las Naciones Unidas, cuya Carta había sido ya redactada, se acordó un compromiso sobre la fórmula de voto en el futuro Consejo de Seguridad, poniendo el énfasis en el papel clave, privilegiado, monopólico y decisivo de las grandes potencias vencedoras en la futura “organización de la paz”.

• Se aprobó la denominada Declaración sobre la Europa liberada en la que los “Tres grandes” (el presidente de Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt, el primer ministro británico Winston Churchill, y el máximo dirigente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas Iósiv Stalin) se comprometieron a que la reconstrucción de Europa se hiciera por medios “democráticos” y constituyendo gobiernos provisorios representativos de los elementos no fascistas de cada nación

.• Por último, en lo referente al Extremo Oriente, se acordó un protocolo secreto por el que a cambio de la entrada de la URSS a la guerra contra Japón en el plazo de dos o tres meses tras la derrota alemana, la Unión Soviética recuperaría todos los territorios perdidos tras la guerra ruso-japonesa de 1905. 

La Conferencia de Yalta y su reparto espurio de las zonas de influencia y de explotación imperial fue denunciada con vehemencia e insistencia por el general Juan Domingo Perón, cuando levantó las banderas fundacionales de la Tercera Posición (“tan alejada de uno como de otro de los imperialismos”), y cuando marcó que la contradicción principal no era capitalismo o comunismo, sino liberación o dependencia.