A 30 años del golpe desclasifican datos de la inteligencia chilena

Un informe de EE.UU. dice que hubo 22.000 desaparecidos

 Por Gerardo Lissardy. 
para Diario  Clarín
publicado el 25 de marzo de 2006

Dos días después del golpe, Kissinger había pedido "alentar" a los militares argentinos. 
Henry Kissinger y Jorge Rafael Videla

Pese a haber sido advertido de que en Argentina aumentaría la represión y correría sangre, ex jefe de la diplomacia estadounidense Henry Kissinger pidió a sus funcionarios "alentar" a la dictadura militar en el país, apenas dos días después del golpe de Estado de 1976, indicó un documento desclasificado y difundido ayer en Washington.

La orden de Kissinger figura en una serie de papeles divulgados por el Archivo de Seguridad Nacional, una organización no gubernamental de Estados Unidos, a propósito del 30ø aniversario del golpe militar. El material incluye una estimación de inteligencia chilena según la cual el total de personas asesinadas y desaparecidas en Argentina alcanzaba a 22 mil en 1978.

"Los quiero alentar", dijo Kissinger sobre los golpistas argentinos durante una reunión con su personal el 26 de marzo de 1976, según el acta desclasificada de esa reunión, que ofrece la prueba más temprana sobre la reacción del gobierno de Gerald Ford al quiebre institucional.

El comentario del entonces secretario de Estado norteamericano se produjo apenas después que su adjunto para América latina, William Rogers, le advirtiera sobre los planes violentos de quienes acababan de instalarse en poder argentino. "Tenemos que esperar un nivel considerable de represión, probablemente una buena cantidad de sangre, en Argentina durante de mucho tiempo", pronosticó Rogers.

También anticipó que los militares argentinos "van a tener que caer muy duro no sólo sobre los terroristas sino sobre los disidentes de los sindicatos y sus partidos". "El punto es que en este momento no debemos salir corriendo a abrazar a este nuevo régimen -que dentro de tres o seis meses va a ser considerablemente menos popular con la prensa", advirtió Rogers.

"Pero tampoco debemos hacer lo contrario", replicó Kissinger, según el documento. "Oh, no; obviamente que no", acordó Rogers. Explicó que enviarían una nota formal de reconocimiento a las nuevas autoridades argentinas, pedida por éstas, pero el embajador estadounidense en Buenos Aires, Robert Hill, mantendría "la boca cerrada".

Entonces Kissinger marcó la línea a seguir. "Cualquiera sea la chance que tienen (los militares argentinos), van a necesitar un poco de aliento de nosotros", dijo. "Los quiero alentar, no quiero dar la sensación de que están hostigados por EE.UU.", insistió.

Otro documento divulgado por el Archivo de Seguridad Nacional aporta luz sobre la cantidad de desaparecidos en la dictadura. La cifra nunca fue establecida con precisión y oscila entre los 9.089 contados por la Comisión Nacional sobre Desaparecidos y los cerca de 30 mil que estiman defensores de derechos humanos.

Según la ONG, Enrique Arancibia Clavel, un agente de inteligencia chileno que estaba destacado en Buenos Aires, envió por escrito en 1978 la "lista de todos los muertos" en Argentina, que incluía datos oficiales y no oficiales recabados en el Batallón 601 del Ejército. "Se tienen computados 22.000 entre muertos y desaparecidos, desde 1975 a la fecha", informó el agente bajo el seudónimo de Luis Felipe Alemparte Díaz. El documento fue obtenido en los archivos judiciales argentinos por el periodista estadounidense John Dinges para su libro "Los años del Cóndor".


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El Ejército admitió 22.000 crímenes"

Por Hugo Alconada Mon 
para Diario La Nación
publicado el 24 de marzo de 2006

Documentos desclasificados en EE.UU. revelan que los militares reconocían esa cantidad de desaparecidos hasta 1978

WASHINGTON.-Treinta años después del golpe militar, nuevos documentos desclasificados muestran que los militares estimaban que habían matado o hecho desaparecer a unas 22.000 personas entre 1975 y mediados de 1978, cuando aún restaban cinco años para el retorno de la democracia.

El cálculo, aportado por militares y agentes argentinos que operaban desde el Batallón 601 de Inteligencia a su par chileno Enrique Arancibia Clavel, aparece entre los documentos que logró sacar a la luz el Archivo de Seguridad Nacional de la Georgetown University, y a cuyas copias accedió LA NACION.

Firmado bajo el alias "Luis Felipe Alemparte Díaz", Arancibia Clavel era el agente de la Dirección de Inteligencia chilena (DINA) en Buenos Aires, encargado de informarle a Santiago lo que ocurría en la Argentina y de coordinar secuestros con argentinos, uruguayos, paraguayos y brasileños, entre otros, en lo que se llamó Plan Cóndor.

En julio de 1978, Arancibia Clavel envió un cable a sus superiores de la DINA, con nombres de decenas de víctimas en el país y precisando que sus contactos en el Batallón 601 han "computado 22.000 entre muertos y desaparecidos", desde 1975 y hasta "el día presente", poco después del final de la Copa del Mundo.

El debate sobre cuántos murieron o desaparecieron durante la dictadura lleva años sin resolverse y despierta una controversia enconada, con cálculos que van de las 8000 a 30.000, según quién haga la cuenta.

Los organismos de derechos humanos sostienen desde hace décadas que las Fuerzas Armadas habían redactado listas con nombres y datos de todos los secuestrados, los muertos y los operativos autorizados.

Se supone que esas listas fueron destruidas antes del arribo de Raúl Alfonsín a la presidencia, aunque algunos sospechan que podrían estar intactas y escondidas, como ocurrió con los archivos de la policía de la provincia de Buenos Aires.

Arancibia Clavel, que en 2004 fue condenado por la justicia argentina a cadena perpetua por el asesinato en Buenos Aires del general chileno Carlos Prats y su pareja, redactó incluso su propia lista de muertos "oficialistas" y "no oficialistas". Es decir, los supuestamente caídos en "enfrentamientos" con las fuerzas de seguridad y los clandestinos.

"Adjunto lista de todos los muertos durante el año 1975. La lista va solamente clasificada por mes -explicó Arancibia Clavel a sus jefes-. Este trabajo se logró conseguir en el Batallón 601 de Inteligencia."

El agente incluso explicó que "estas listas corresponden a los anexos" 74.888 y 74.789 del año 1975 y consignó que "los que aparecen NN son aquellos cuerpos imposibles de identificar", los que "casi en un 100% corresponden a elementos extremistas eliminados «por izquierda» por las fuerzas de seguridad".

Entre los asesinados "por motivos políticos" aparece el dirigente uruguayo Zelmar Michelini, entre decenas de hombres y mujeres, algunos también uruguayos asilados en la Argentina y capturados bajo el Plan Cóndor. En un documento ahora desclasificado del Departamento de Defensa estadounidense, dos militares norteamericanos recopilaron datos sobre el Plan Cóndor, al que definieron como "operaciones conjuntas de contrainsurgencia en varios países de América del Sur".

Para el 1° de octubre de 1976, los dos estadounidenses reportaban al Pentágono: "Más y más se escucha sobre el Plan Cóndor en el Cono Sur. Oficiales militares que hasta el momento callaban sobre el tema han comenzado a hablar abiertamente. Una de las frases favoritas es: ?Uno de sus colegas está fuera del país porque está volando como un cóndor". Significaba que estaba en un operativo para secuestrar a un "sospechoso".

Un plan global

En ese mismo cable, la inteligencia estadounidense informaba que una delegación de generales argentinos, de civil, había viajado a Montevideo para coordinar operaciones, y anticipan que en una fase siguiente el plan podría extenderse a Europa.

¿Cuántos murieron o desaparecieron? "Es nuestra estimación que al menos varios miles fueron asesinados y dudamos que alguna vez sea posible establecer una cifra más específica", advirtió en 1978 a sus superiores el entonces embajador en Buenos Aires, Robert Hill.

También en 1978 otro documento del Departamento de Estado ya estimaba en 15.000 los desaparecidos, gracias al aporte de un funcionario de la embajada, Tex Harris, cuya labor sería reconocida por el Estado argentino sólo en 2004.