CIA y COMIN: Recomendaciones de Allan Dulles

 Por Néstor García Iturbe*
para Alainet 
publicado el 21 de junio de 2016

Como es conocido, el señor Allan Dulles ocupó el cargo de Director de la CIA, que en aquellos momentos, también ejercía como Director General de Inteligencia de Estados Unidos. Su hermano, John Foster Dulles, ocupó el de Secretario de Estado, por lo que puede decirse que entre ambos formaron un binomio agresivo y peligroso para todos los pueblos del mundo.


Las teorías de Allan Dulles, reflejadas en su libro “El Arte de la Inteligencia”, marcan una pauta de la actuación que debe tener Estados Unidos en el enfrentamiento a sus enemigos. Esas teorías tienen un asombroso grado de actualización, a pesar de que el libro fue escrito en 1953.

Entre las recomendaciones que Dulles realizaba, sobre todo en relación con los derechos humanos y la democracia, planteaba:

“Pronto llegará el día en que tendremos que funcionar con conceptos directos de poder. Cuantas menos bobadas idealistas dificulten nuestra tarea, mejor nos irá”.

Las bobadas idealistas a que se refiere el señor Dulles es el engañar al mundo con el discurso de que Estados Unidos y sus aliados espetan los derechos humanos y son amantes de la democracia, considera que un día esa discurso no lo va a creen nadie, debido a la actuación que han tenido y tendrán que hablar claro sobre cómo actúan.

Continua planteando más adelante. “De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social. Deshabituaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. La literatura, el arte y el teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos.”

“Apoyaremos y encumbraremos por todos los medios a los denominados artistas, que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En una palabra: cualquier tipo de inmoralidad”.

Sobre como afectar al estado y destruir sus bases también tuvo expresiones. “En la dirección del Estado crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible, pero activa y constante propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. La honradez y la honestidad serán ridiculizadas como innecesarias y convertidas en un vestigio del pasado. El descaro, la insolencia, el engaño, la mentira, el alcoholismo, la drogadicción y el miedo irracional entre semejantes”.

Aunque en aquellos momentos los medios de comunicación no tenían el desarrollo y difusión que tienen en la actualidad, Dulles no dejó de tenerlos en cuenta cuando dijo: “Gracias a su diversificado sistema propagandístico, Estados Unidos debe imponerle su visión, estilo de vida e intereses particulares al resto del mundo, en un contexto internacional donde nuestras grandes corporaciones transnacionales contarán siempre con el despliegue inmediato de las fuerzas armadas, en cualquier zona, sin que le asista a ninguno de los países agredidos el derecho natural de defenderse”.

En el ámbito internacional y utilizando los medios de comunicación proponía desarrollar una campaña contra la imagen de la Unión Soviética y planteaba: “La traición, el nacionalismo, la enemistad entre los pueblos y ante todo el odio al pueblo ruso, todo esto es lo que vamos a cultivar hábilmente hasta que reviente como el capullo de una flor”.

También tenía una fórmula para aquellos que lograran comprender lo que en realidad Estados Unidos estaba fabricando y se opusieran o denunciaran esto. “Sólo unos pocos acertarán a sospechar e incluso a comprender lo que realmente sucede. Pero a esa gente la situaremos en una posición de indefensión. Ridiculizándolos, encontrando la manera de calumniarles, desacreditarles y señalarles como desechos de la sociedad. Haremos parecer chabacanos los fundamentos de la moralidad, destruyéndolos”.

Situaba a la juventud como un objetivo principal, sobre todo por ser los jóvenes los que más inquietudes tienen, los más interesados en todo lo nuevo y los de menos experiencia y más fáciles de manejar. Planteó: “Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos y pervertiremos”.

En cuanto a los métodos que ahora se denominan propios de la “diplomacia suave” y la “subversión político ideológica”, es evidente que ya en los tiempos del señor Dulles se utilizaban. “Debemos lograr que los agredidos nos reciban con los brazos abiertos, pero estamos hablando de ciencia, de una ciencia para ganar en un nuevo escenario la mente de los hombres. Antes que los portaviones y los misiles, llegan los símbolos, los que venderemos como universales, glamorosos, modernos, heraldos de la eterna juventud y felicidad ilimitada”.

Ratificaba todo esto y exponía lo que pretendían obtener mediante este actuar, al decir: “El objetivo final de la estrategia a escala planetaria, es derrotar, en el terreno de la ideas, las alternativas a nuestro dominio, mediante el deslumbramiento y la persuasión, la manipulación del inconsciente, la usurpación del imaginario colectivo y la recolonización de la utopías redentoras y libertarias, para lograr un producto paradójico e inquietante: que las víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos”.

Cómo es fácil determinar, las recomendaciones de Dulles en cuanto al actuar de Estados Unidos con otros países, en especial los que no siguen sus designios, se han adaptado a la situación actual y el desarrollo de la tecnología, pero están vigentes y son utilizadas diariamente contra los pueblos del mundo.

Los métodos que utilizan contra Cuba no son una excepción.

* Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba) sarahnes@cubarte.cult.cu