ONU: ¿nueva bandera falsa para encubrir la masacre del MH17?

Carlos Santa María
Actualidad.RT [x]

Se conoce científicamente que el avión comercial MH17, con 298 pasajeros a bordo, fue derribado por la metralla y (o) misil de un caza SU-25 que pertenecía a la aviación de Ucrania. Lo confirma de modo irrefutable el casco de la aeronave donde se ven los orificios causados por ésta. Lo que es de extraña sensación es que las potencias que poseen todas las evidencias existentes “aún no lo sepan”.

Aunque existe la hipótesis según la cual podría ser un misil Buk lanzado por el ejército de Kiev desde tierra, pues es el único que poseía dicha arma, toda la documentación solvente apunta al gobierno de Ucrania como responsable directo y, por tanto, su culpabilidad. El envío de dicho aparato a determinada zona por una torre de control ucraniana, la existencia de aviones de guerra en el área, el conocimiento del tránsito de dicha nave -desconocido para las milicias populares de Donetsk-, el regreso de un piloto sin sus misiles y la constatación de su error, confirma la verdad. Sin embargo, se reitera la intención de engañar cuando no se entregan los originales de las conversaciones de los controladores mantenidas con los pilotos de la aeronave malasia, ni los mapas satelitales de EE.UU. donde se ve claramente la nave atacante, ni siquiera los resultados de una comisión que confirma algo ya reconocido mundialmente y para lo cual no se requería más que el sentido común: que hubo un ataque y asesinato de ciudadanos holandeses, entre otros, causa definida abstractamente como “daños estructurales del avión provocados por una acción externa".
Por ello, no es ilógico que se realice una solicitud en la ONU (Organización de Naciones Unidas), para crear una nueva comisión que estudie el caso…ahora sí, extrañamente solicitada por los Países Bajos que están encargados de la anterior y ya han sido descreditados por la forma subjetiva e interesada de actuar, especialmente por descartar elementos fundamentales y no exigir pruebas sustanciales, además de ocultar datos precisos que darían un vuelco a la “investigación”. Es decir, este ente  desconfía de su propio trabajo detectivesco lo que se convierte en una burla internacional.
Las preguntas que habría que realizar, a quienes como Malasia y Australia lo proponen, son las siguientes: 1, ¿no está claro que si conocen toda la documentación se sabe el culpable?; 2, ¿porqué no proponen un tribunal justo de cuatro miembros del Consejo de Seguridad que incluya a Rusia y Venezuela, por ejemplo?; 3, ¿debido a qué una comisión ahora cuando en múltiples ocasiones se ha negado, verbigracia, el atentado al avión cubano por Posada Carriles?; 4, ¿la idea es responsabilizar a Rusia y además aplicarle sanciones en una burda jugada?
Al respecto, el objetivo perseguido es simplemente revivir una situación para mantener fresca la conciencia de que quien se opone es porque teme que se sepa la verdad supuestamente. Lo perverso es que, de aceptarse bajo esta presión, el” criminal” ya está determinado y sólo falta la sanción eclesiástica para decapitarlo. Lo que no se ha propuesto obligatoriamente, pues no conviene a los autores del atentado y a las autoridades involucradas, es que la comisión ordene entregar evidencia a quien la posee, tal como Ucrania y Estados Unidos, los cuales tienen las transcripciones y señales reales de los actores de la masacre. O sea, los proponentes estiman que una investigación debe ser parcial para que sea fidedigna, lo cual es una desviación flagrante de los valores fundados en la transparencia y la actividad científica.
Es supremamente inquietante que el gobierno holandés no haya respondido por su propia ciudadanía revisando objetivamente la información y dando su veredicto para sancionar a los responsables. La razón es clara: han recibido la orden de ocultar datos fundamentales puesto que los “socios” saldrían perjudicados.
En términos exactos, la propuesta fue una operación de bandera falsa,  ideológica,  en contra de países soberanos con el fin de hacer una campaña mediática a quienes supuestamente “quieren ocultar la verdad”, oponiéndose a dicho grupo escudriñador. La normativa de la ONU es taxativa y no la permite a no ser que sea propio de una acción internacional que afecta la seguridad de las naciones. Más bien, las potencias que atenten contra la autodeterminación de los pueblos deberían ser denunciadas en el seno de esta organización.
Consideraciones.
La decisión propuesta por Rusia no sólo es inteligente sino que evita ser carne de cañón de las potencias occidentales cada vez más cercadas por el neoliberalismo que ellos crearon, por la independencia de varias naciones, por su crisis económica y porque un continente, América, ya no es patio trasero de Washington, y que  donde aún existen gobiernos apátridas, sus pueblos están dando vuelta los resultados a favor de la inclusión latinoamericana.
Cabe considerar como una falta grave a la ética y a las víctimas, la falta de dignidad de los gobiernos que deberían perseguir a los responsables y no ocultar la información. Infortunadamente su propia ciudadanía no exige trabajar con objetividad, celeridad y transparencia, lo cual  espanta a la gente digna en el mundo. Mas bien, la otrora Europa clásica ejemplo de cultura, hoy desvestida de dignidad por dichas autoridades,  parece un laboratorio donde conejillos de indias son manipulados por titiriteros a su antojo, de tal modo que la ciudadanía europea no tiene significado autónomo. Desafortunadamente el gobierno holandés ha privilegiado los intereses políticos particulares sobre la vida de sus ciudadanos, masacrados en un asesinato horroroso, causado con premeditación y alevosía por el ejército ucraniano.
Tal vez es la hora de pensar en una nueva institución planetaria para fomentar la paz mundial como la OMS-S (Organización Mundo Solidario-Soberano), internacionalista, con reglas de equicracia, que una a todos los países autonómicos y abra incluso las puertas a las naciones que no poseen la independencia para autodeterminarse como Canadá, Australia, Holanda, Francia, Alemania misma. La ONU ha probado ser, en términos generales, un organismo que ha servido a la Corporatocracia de modo funcional, posibilitando la impunidad planetaria a través de lamentaciones, condenas, rechazos, todos de carácter verbal y artificioso, por lo cual se hace necesaria la implementación de una estructura ágil, consecuente, efectiva, igualitaria, que consigne la humanización como su proyecto esencial.   
La conclusión obvia respecto a la generación de comisiones es que desde una óptica aguda se perfila con claridad el objetivo maquiavélico: crear un Tribunal de caza de brujas de la Inquisición con el fin de quemar en la hoguera de las sanciones a un país defensor de la soberanía propia, ''con el único objetivo del procesamiento penal de las personas responsables por los delitos relacionados con la destrucción del avión de Malaysia Airlines que realizaba en vuelo MH17''. Si desde que se supo extraoficialmente que la idea sería vetada por pretender motivos ideológicos evidentes, por qué se siguió insistiendo. La razón es mediática y perversa simplemente.
En diversos medios se ha instalado la discusión sosteniendo que el que no debe no teme, alta falacia pues el pueblo de América Latina, por ejemplo, no asumió la deuda eterna en que se encuentra sumida, pero deberá pagarla por obra de la Cleptocracia internacional. Sería importante dar argumentos sólidos y Holanda no los posee, por eso oculta la información que determina a Kiev como responsable. La falta de valores es explícita y deja en una incómoda posición a su gobierno.
Algunas de las interrogantes que se ha negado a considerar la actual comisión de los Países Bajos debido a que define la responsabilidad y no admite suposiciones son: ¿por qué no se ha tomado en cuenta la declaración judicial realizada por el mecánico militar de las fuerzas aéreas de Ucrania, Yevgueni Agápov, qué servía en la base aérea desde donde despegó el Su-25 ucraniano equipado con dos misiles aire-aire, el pasado 17 de julio, cuando se siniestró el MH17?
¿no desmiente al presidente ucraniano, Piotr Poroshenko, que afirmó tajantemente el que aviones ucranianos no volaban el día de catástrofe?;¿por qué no hay ninguna información sobre interrogatorios al capitán Voloshin, piloto de dicha nave?
No olvidar es un precepto básico de la ciencia, ya que el 9 de septiembre de 2014 el profesor Michel Chossudovsky manifestó que toda la evidencia apuntaba a un aviónSu-25 y que el informe de la BBC del 23 de julio-eliminado rápidamente de todos los registros- en el que todos los testigos entrevistados confirmaban la presencia de un avión militar de Ucrania volar dentro de la proximidad de Malaysian Airlines en el momento en que fue derribado, ratificaba dicha presencia. La evidencia incontrastable son las perforaciones de la cabina con un proyectil calibre 30 milímetros, estableciendo que el Boeing 777 no fue derribado por un ataque con misiles. Incluso el equipo de supervisión de la OSCE no ha encontrado pruebas de un misil disparado desde el suelo (1).
La comunidad internacional está de acuerdo y reputados intelectuales lo aceptan, que se cree Cortes internacionales para investigar y sancionar. No obstante, en primer lugar deben instalarse los tribunales para juzgar a George W. Bush por crímenes de guerra en Irak, para condenar tanto al terrorista Posada Carriles por dinamitar el DC-8 de cubana de aviación en 1976 como al capitán del crucero USS Vincennes que derribó el airbús de Irán Air matando a 290 personas en 1988, para criminalizar los asesinatos de niños y mujeres en la Franja de Gaza o los de Yemen, entre otros. Así, la coherencia será la fuente para las decisiones de la ONU y no los intereses del egoísmo financiero militar.
MH17