Deportación masiva desde la tierra de los sueños
APAS
El congresista demócrata Luis Gutiérrez denunció al respecto que entre los inmigrantes deportados del país norteamericano cada año, hay cientos de miles de personas “que son beneficiosas para las comunidades y que no cometieron crimen alguno”.
El informe dela ICE muestra, además, que en el
año fiscal anterior -2011- Estados Unidos expulsó bajo fundamentos de su
política inmigratoria a 396 906 personas. Durante 2010 fueron más de 392.000
los enviados forzosamente a sus países natales.
Una vez más, se observa que las crudas decisiones en materia de deportaciones del gobierno de Barak Obama se sostiene pese a que el mandatario reelecto se comprometió durante la campaña electoral a hallar una solución para los inmigrantes. Semanas atrás -el 6 de noviembre- se hizo con la presidencia con el 71 por ciento del voto latino, que creyó en sus promesas. Esa situación de promesas de campañas con buena recepción en la población inmigrante en Estados Unidos pero finalmente incumplidas se vivió en las elecciones presidenciales de 2008.
Obama anunció en su primera rueda de prensa, después del triunfo electoral, que la propuesta de ley sobre una reforma migratoria integral estaría en el Congreso poco después de su toma de posesión el 20 de enero. La medida permitiría la regularización de más de 11 millones de indocumentados residentes en el país.
Mientras tanto, el “marche preso” sigue su curso.
Estados Unidos deportó durante el año fiscal 2012 a más de 400 mil
inmigrantes. La administración del presidente Barack Obama superó, así, su
propio récord.
Los datos divulgados por la Oficina de Inmigración y
Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) indican que
Washington ha expulsado a 409.849 personas durante el año 2012. En algunos
casos se trató de hombre y mujeres sin ningún cargo en su contra.
El congresista demócrata Luis Gutiérrez denunció al respecto que entre los inmigrantes deportados del país norteamericano cada año, hay cientos de miles de personas “que son beneficiosas para las comunidades y que no cometieron crimen alguno”.
El informe de
Una vez más, se observa que las crudas decisiones en materia de deportaciones del gobierno de Barak Obama se sostiene pese a que el mandatario reelecto se comprometió durante la campaña electoral a hallar una solución para los inmigrantes. Semanas atrás -el 6 de noviembre- se hizo con la presidencia con el 71 por ciento del voto latino, que creyó en sus promesas. Esa situación de promesas de campañas con buena recepción en la población inmigrante en Estados Unidos pero finalmente incumplidas se vivió en las elecciones presidenciales de 2008.
Obama anunció en su primera rueda de prensa, después del triunfo electoral, que la propuesta de ley sobre una reforma migratoria integral estaría en el Congreso poco después de su toma de posesión el 20 de enero. La medida permitiría la regularización de más de 11 millones de indocumentados residentes en el país.
Mientras tanto, el “marche preso” sigue su curso.