NED, la nueva cara de la CIA

Maximiliano Burckwardt
para Agenda uno
Publicado el 21 de junio de 2016

La Fundación Nacional para la Democracia o NED es una agencia creada por Ronald Reagan el 6 de noviembre de 1982, bajo el argumento de “ayudar a los grupos que están a favor de la democracia en el continente americano, específicamente en América Latina”, con el objetivo de debilitar a los gobiernos que se oponen al Consenso de Washington y a las directrices políticas estadounidenses.
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Según un artículo publicado en oportunidad de su creación, New York Times afirmó que "se creó (...) para llevar a cabo públicamente lo que ha hecho subrepticiamente la CIA durante decenios”.

La NED, desde dispone de un presupuesto de treinta millones de dólares al año para financiar ONGs que, con el pretexto de apoyar a partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios informativos en docenas de países, promuevan acciones destituyentes y golpistas como las que propone Gere Sharp en su libro “La política de la acción no violenta", un manual de operaciones para ejecutar los llamados “golpes suaves”.

Una de esas ONGs es la Red de Acción Política (RAP) que, por sus características y según varios elementos que advertimos, no deja dudas de que fue la organizadora y promotora de las acciones destituyentes que conmovieron Tucumán en ocasión de las pasadas elecciones provinciales, como afirmo en un artículo publicado en un par de diarios on line. Entre esos elementos podemos destacar el protagonismo de tres integrantes de la RAP (José Cano, Domingo Amaya y Juan Casañas), las presiones de los directivos de la RAP para que en Tucumán se llegue a un acuerdo para formar una fórmula conjunta entre el senador radical, José Cano, y el intendente ¿peronista? Domingo Amaya, la concreción de dicha fórmula en el XI encuentro de políticos RAP en Luján, el fuerte apoyo mediático de los grupos hegemónicos afirmando la existencia del fraude, sobredimensionando los acontecimientos y poniendo en tela de juicio el sistema electoral, no sólo tucumano, sino también nacional.

Es de público conocimiento que la conducción de la RAP está integrada en su totalidad por hombres fuertemente vinculados al macrismo y a la embajada de Estados Unidos. Entre ellos podemos señalar a su presidente Alan Clutterbuk (Coordinador de los equipos técnicos de Patricia Bulrich), su vicepresidente Lucrecia Lacroze, su directora ejecutiva Paula Montoya, y algunos integrantes de su consejo asesor como Marcos Aguinis, Natalio Botana y Santiago Kovadloff, entre otros.

Uno de los agentes argentinos de la NED, que actúa de nexo con la RAP es Ramiro Tagliaferro, esposo de María Eugenia Vidal y candidato a intendente de Morón. De estrechas vinculaciones con los venezolanos Leopoldo López y Henrique Capriles Randosky, participó de acciones de violencia que culminaron con el frustrado golpe a Hugo Chávez en 2002. También está acusado de haber participado de las acciones que culminaron con el expulsión del ex presidente haitiano Jean Beltran Arístide, en 2004 y de estar vinculado al golpe que desalojó de la presidencia de Honduras a Manuel Zelaya, en 2009. Tagliaferro mantiene un numeroso staff de operadores financiados con recursos de la CABA, que entre 2007 a 2011 aportó $3.840.000, que se hicieron figurar como becas “de ayuda escolar a chicos carenciados”.

Tagliaferro es socio de Clutterbuk y Kovadloff en la consultora Poliarquía (casualmente a los supuestos objetivos de la NED de promover la democracia mediante la articulación de proyectos comunes entre políticos de distinta extracción partidaria e ideológica, los denominan poliarquía). La encuestadora Poliarquía ha sido denunciada por el periodista Roberto Navarro de beneficiarse con cifras millonarias a través de facturaciones fraudulentas a la CABA, similares a las realizadas por Fernando Niembro y Eduardo Amadeo.

Tagriaferro tuvo participación en los golpes de Venezuela, Haití y Honduras, en su condición de agente de la NED.

Otras ONGs que son financiadas por la NED en Argentina son el Centro para la Apertura y el Desarrollo en América Latina (CADAL) presidida por Gabriel Constancio Salvia, agente de la NED y de la USAID que opera bajo la pantalla de periodista itinerante. La secretaria de CADAL, María Teresa Reviriego, también está vinculada a la NED.

También recibe fondos Poder Ciudadano, FOPEA y Periodistas sin Fronteras entre media docena de ONGs más.

Desde su fundación en 1982, una porción significativa de estos programas de la CIA se trasladó a la NED y se volvieron muchísimo más sofisticados que las operaciones, a menudo burdas, de la CIA.

La NED subvenciona cuatro estructuras autónomas que se encargan de redistribuir en el exterior el dinero del que disponen entre asociaciones, sindicatos obreros y patronales así como partidos de derecha y de izquierda. Esas cuatro estructuras autónomas son el Instituto de Sindicatos Libres (Free Trade Union Institute – FTUI), hoy rebautizado como Centro Americano para la Solidaridad de los Trabajadores (American Center for International Labor Solidarity – ACILS), cuya gestión está en manos del sindicato obrero AFL-CIO; el Centro para la Empresa Privada Internacional (Center for International Private Entreprise – CIPE), cuya gestión está en manos de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos; el Instituto Republicano Internacional (International Republican Institute – IRI), cuya gestión está en manos del Partido Republicano; y el Instituto Nacional Democrático de Asuntos Internacionales (National Democratic Institute for International Affairs – NDI), cuya gestión está en manos del Partido Demócrata.

Fracasada la experiencia de las dictaduras militares, en los años noventa y el siglo XXI, la política de EE.UU. ha apuntado a promover gobiernos liberales afines a sus políticas inspiradas en Milton Friedman y a combatir las experiencias nacionales y populares mediante políticas desestabilizadoras que promuevan el golpe suave.

En Chile, respaldó la dictadura de Pinochet hasta 1985, cuando, en respuesta a un movimiento de protesta creciente, Washington cambió su apoyo repentinamente a una oposición de élite y empezó a promover una transición a través de la AID y el NED. De 1987 a 1990, la intervención de EE.UU. fue también importante para afianzar el compromiso de buena parte de esa élite al proceso -iniciado bajo Pinochet.

En Haití de 1994 a 2004, la NED brindaron apoyo a un sinnúmero de organizaciones civiles y políticas de la élite, que montaron una oposición al partido Lavalas de Aristide. Aristide fue expulsado de nuevo en febrero de 2004, esta vez directamente por los marines estadounidenses, luego de un levantamiento llevado a cabo por antiguos paramilitares duvalieristas y grupos políticos conservadores.

En Venezuela los programas de NED, y otros relacionados de la AID, para las fuerzas antichavistas se han documentado ampliamente, e incluyen, entre otros: la ayuda para que estas fuerzas desarrollen estrategias mediáticas; viajes regulares a Washington para políticos de oposición, empresarios y sindicalistas; nuevos desembolsos para la CTV; una serie de talleres para los grupos de oposición; y financiamiento para los numerosos grupos antichavistas. la NED distribuyó casi un millón de dólares en el período previo al abortado golpe de Estado de 2002, a los grupos involucrados en él, mientras que la administración Bush dio un apoyo tácito al golpe.

En Bolivia, los programas de la NED eran de relativamente pequeña escala, hasta el levantamiento indígena que desplazó al Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada del poder en octubre del 2003. Desde ese momento, millones de dólares fueron vertidos para financiar y organizar a los partidos políticos tradicionales desacreditados. Un objetivo de estos programas era despolitizar el problema del gas natural y desactivar las demandas populares para la nacionalización de recursos naturales. EEUU gastó alrededor de once millones ochocientos mil dólares para estos propósitos durante 2004 y 2005.

En Ecuador, la NED invirtió doscientos sesenta mil dólares en operaciones mediáticas “compras” a periodistas opositores para tratar de frenar la ley de medios de comunicación.

En el año 2008, el gobierno chino denunció que la NED promovió y financió las masivas protestas de febrero de ese año en Hong Kong.

Fuente: agendauno.com.ar