La interna radical rompió el equipo de Martiniano y lo debilitó en el Concejo

María Eugenia Suárez

El secretario de Gobierno de Quilmes, de origen radical, pidió licencia ante el desplazamiento de un funcionario de su riñón. Su salida provocó la ruptura del bloque Cambiemos

La administración municipal de Quilmes, que encabeza Martiniano Molina, deberá reorganizarse tras la salida del secretario de Gobierno del distrito, el radical Fernando Pérez, que no ocultó su malestar ante el apartamiento de un hombre de su confianza. El portazo derivó en el quiebre de Cambiemos en el Concejo Deliberante, que perdió su lugar como primera minoría.

Los radicales de Quilmes midieron su peso político al participar de la interna que tuvo ese partido el pasado 23 de octubre. Y si bien antes del acto electoral los distintos sectores habían adelantado que no habría diáspora tras los resultados, los números no tardaron en influir en el gabinete municipal y en el Concejo Deliberante

Los guarismos coronaron al secretario de Gobierno, el diputado provincial Fernando Pérez. El perdedor fue Oscar García, secretario de Servicios Públicos, quien tras los resultados presentó la renuncia. Si bien el triunfo podría haber afianzado el lugar de Pérez en el gobierno de Quilmes, lo cierto es que perdió terreno.

Sucede que tras la renuncia de García, Martiniano Molina nombró a un hombre de su riñón: Sergio Chomyszyn, hasta entonces subsecretario de Alumbrado Público. La primera medida del nuevo funcionario fue desplazar de su cargo al subsecretario de Servicios Públicos, Víctor Martuchi, quién responde al espacio que conduce Pérez.

La desvinculación de Martuchi molestó a Pérez, que vio cómo su lugar en el Gobierno quilmeño perdía poder, ante el respaldo del intendente a la decisión del flamante secretario de Servicios Públicos.   

La jugada macrista tuvo una rápida respuesta por parte del legislador, que dejó al borde del abismo el acuerdo de gobernabilidad de la administración municipal. Decidió alejar a los concejales radicales del bloque de Cambiemos y presentar un pedido de licencia por un mes en su lugar como secretario de Gobierno.

“La decisión fue el resultado de un cúmulo de situaciones políticas”, señaló Pérez a Letra P, y aclaró que este paso no los aleja de Cambiemos: “Entendemos que es la fuerza que la Argentina necesita y seguiremos trabajando por su  fortalecimiento, porque nosotros somos parte de Cambiemos”.

“El intendente tiene la libertad absoluta de armar el equipo de gobierno que quiera, está facultado para hacerlo. Estamos ante una nueva etapa y el intendente tiene derecho a elegir los funcionarios que quiera”, señaló al ser consultado sobre el respaldo de Molina a Chomyszyn.

En tanto, desde la oposición consideraron que la salida de Pérez “no tendrá vuelta atrás” y que el pedido de licencia “es un acuerdo, una tregua para calmar los ánimos”, en momentos en que también surgieron versiones de que el secretario de Educación, Cultura y Turismo, Ariel Domene, del espacio de Pérez, deje ese cargo para volver a su banca en el deliberativo local, en el marco de las fugas radicales del Gabinete municipal. 

Los cambios repercutieron en el Concejo. De ocho integrantes que tenía el bloque de Cambiemos, Pérez se llevó a cuatro a un espacio propio. En el medio, surgieron rumores que el oficialismo sufriría un nuevo quiebre, ante la posible partida de dos ediles. "De ninguna manera, no sabemos de dónde surgió eso, pero nosotros trabajamos desde hace mucho tiempo en el PRO y acá nos vamos a quedar”, indicó a este portal Rocío Escobar (bloque Cambiemos).

Los movimientos en el deliberativo, dejaron al oficialismo sin la primera minoría. Aunque divididos en el recinto, pero trabajando en interbloque, los peronistas suman nueve integrantes, cinco de los cuales forman parte de un mismo espacio y, negociación mediante, podrían reclamar la Presidencia del Concejo, que hoy está en manos del macrista, Juan Manuel Bernasconi.