Mary Terán De Weiss. No abra más penas ni olvidos

Daniel Bello
Recordamos la historia de una de las mejores tenistas que tuvo Argentina: Mary Terán De Weiss



María Luisa Beatriz Terán nació en Rosario el 29 de enero de 1918 y desde pequeña se dedicó al tenis, entre otros deportes. Sus logros la llevaron a destacarse en la escena local e internacional.
Fue la mejor tenista argentina en 1944, 1946, 1947, 1948 y 1952; jugó 1.100 partidos y ganó, entre singles, dobles damas y dobles mixtos, 832. Obtuvo dos medallas de oro y una de bronce en los Primeros Juegos Panamericanos disputados en Buenos Aires en 1951.
El 6 de agosto de 1943 se casó con Heraldo Weiss, tenista que fue capitán del equipo argentino de Copa Davis, primero en el raking Nacional en 1941 y triple campeón del Abierto Argentino en 1942, 1945 y 1947.

A partir de ese momento, se la conoció más como Mary Terán de Weiss que por su verdadero nombre.
La llegada del peronismo, como se sabe, cambió la vida de todos y todas los argentinos, y el deporte no estuvo exento.
Las políticas públicas en materia deportiva que propició Perón hicieron que muchos deportistas pudieran salir del país y obtener grandes logros como sucedió con el chueco Fangio y el Título Mundial de 1951 de F1. Mary Terán en ese momento logró el Plate de Wimbledon, torneo en el que jugaron 68 jugadoras eliminadas del gran torneo inglés, y llegó a estar entre las mejores 20 tenistas del mundo. Fue la antecesora de Norman Baylon y Gabriela Sabatini.

El gobierno peronista le dio también un lugar en la gestión: fue vicepresidenta de la Federación Femenina Eva Perón y fue asesora, junto a Fangio, de la Dirección de Campos Deportivos Metropolitanos. Desde allí presentó proyectos para hacer del tenis un deporte para todos y todas, generó los recursos para que más de 1500 chicos y chicas de 8 a 18 años pudieran entrenar.
Medió para que la Municipalidad no atravesara con una calle por el medio las instalaciones del Belgrano Athletic e impidió que le quitaran la personería jurídica al Buenos Aires Lawn Tennis.

Sin embargo, en septiembre de 1955 llegó una “revolución” que venía a salvar al país de la barbarie y de la fiesta que había significado conquistar derechos en los años anteriores: llegó el golpe de Estado que derrocó a Perón, y eso también cambió la vida de los y las argentinas.
Hubo perseguidos y depuestos: polític@s, músicos, poetas, escritores y claro, deportistas.

En ese momento Mary Terán estaba jugando el Abierto de Alemania Occidental, y Aramburu exigió- en un telegrama rubricado con la firma de Enrique Morea- a la Federación Internacional que se la excluyera del circuito internacional. Este fue rechazado porque consideró “su evidente intencionalidad de persecución política contra Weiss”. Así como se pedía la exclusión de Teran, para much@s otros deportistas hubo sanciones y exclusiones de los Juegos Olímpicos de Melbourne que se celebraron en 1956.
En el exilio siguió jugando, pero la autoproclamada Revolución Libertadora levantó tal cerco informativo que no se difundían sus logros. Vivió en Montevideo y España, volvió en el ’59 con el gobierno de Frondizi.

En 1960, sólo River Plate -por la decisión de Antonio Liberti- le dio un lugar y Mary pudo volver a jugar, pero la estigmatización generada echó raíces. Y sus rivales muchas veces no se presentaban a los partidos y esto hacía que no obtuviera puntos para poder escalar en el ranking.

Finalmente, bajo ese contexto, se retiró en 1964 y sólo el olvido se acordó de ella.
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El retorno de la democracia y la primavera alfonsinista no alejaron el olvido, y sumida en una profunda depresión se suicidó el 8 de diciembre de 1984, arrojándose desde el 7 piso de un edificio de Mar del Plata. Tenía 66 años.
Para volver a hablar de Mary Terán en las noticias hay que viajar hasta el  8 de noviembre de 2007: la Ley 2502 de la Ciudad, aprobada por mayoría, logró que el estadio de Parque Roca, en el que el equipo argentino de Copa Davis y Fed Cup juegan de local, pase a llamarse Mary Terán de Weiss.
Sin embargo, en marzo de 2011, el CEID (Centro de Estudios e Investigación del Deporte) denunció en el Inadi al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por discriminación ideológica y de género al omitir el nombre  de Mary Terán de Weiss en el estadio.
El periodista Guillermo Salatino dijo: “No estoy de acuerdo con que el estadio lleve su nombre porque fue una jugadora más de las tantas buenas que hubo en esa época y su nombre se debe a que era íntima amiga de Perón. De no haber estado vinculada a Perón nadie la conocería como no se conocen a ninguna de su generación. Está puesto por una cuestión política y quiero dejar constancia que no tengo absolutamente nada contra su persona, ni como jugadora ni en el orden personal. Creo que esa cancha debería llamarse Guillermo Vilas”.
Por otra parte, el entonces presidente de la AAT, Arturo Grimaldi -quien sucedió a Enrique Morea-, tras una semifinal de Copa Davis en 2012, en la que Argentina perdió ante República Checa, cuando se lo consultó por qué los tickets no llevaban el nombre de la tenista, contestó: “En todas las invitaciones que yo mismo hice para el palco oficial estaba su nombre. La verdad es que en las entradas no lo debe decir. ¿O acaso viste cuando vas a la cancha de Vélez que diga Amalfitani? No hay que ponerse quisquilloso. No tengo nada contra la señora, pero hubiera preferido que hubiesen puesto el nombre de alguien que una a los argentinos y no que los desuna”.
En una carta abierta que se publicó en El Gráfico el 22 de julio de 1964, luego de haberse retirado, Mary Terán escribió: “Mi situación constituye una inhumana e injusta persecución (…) ¡Qué fácil olvida la gente!”.