Segur que tomba, tomba, tomba

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Podemos, la nueva fuerza política que acaba de elegir a Pablo Iglesias como secretario general en España, muestra uno de esos momentos en que la democracia funciona en serio, genera expectativas de cambio para mejorar la vida de los pueblos, y nos hace creer. Un grupo de profesores de Ciencia Política se organiza en la universidad, la “Complu” , y con un líder inteligente, fachero y carismático, lo que obviamente suma, da vuelta como un guante el panorama político español. Claro que nada es mágico, sus líderes vienen de movimientos sociales y militancias varias, allí estuvo el movimiento de los indignados. Pero Podemos marca hoy quizás la única salida por izquierda con chances del marasmo político europeo y el consenso neoliberal de la entente conservadora-socialdemócrata. Algunos apuntes para ayudar a pensar el fenómeno:

-Podemos es ruptura pero le replica a la clase política-empresarial española, a “la casta” como ellos la llaman: uds. son los que rompieron el consenso. El consenso de la transición que primero fue político, de “reglas de juego” con la Constitución de 1978. Lo que implicó la marginación de la principal fuerza que luchó contra el franquismo, el Partido Comunista Español, en favor de un PSOE que se corría para el centro y confluía con los ex-franquistas reciclados del PP. Esa transición, que fue modelo para los manuales de la Ciencia Política institucional, fue complementada después por otro consenso: al tiempo que se abría y privatizaba la economía para entrar en Europa, se ampliaba la presión fiscal irrisoria heredada del franquismo y se expandía el Estado De Bienestar. Como se ve en al excelente reportaje que hace Horizontes del Sur [link http://horizontesdelsur.com.ar/?page_id=79] a los lugartenientes de Iglesias, Ignacio Errejón y Juan Carlos Monedero, ese mérito de “paz y bienestar” logrado en los años 80 y 90 es reconocido por los fundadores de Podemos. No son ingenuos. Pero retrucan: la clase empresarial y la clase política quiebra ese pacto de la transición cuando avanza con los recortes sociales. Cuando desemboca en una economía de finanzas, turismo y burbujas de construcción que no garantizan empleo digno para el pueblo. El modelo político se quiebra cuando la clase política, socialdemócrata y del partido popular, se mezcla en la puerta giratoria con los grandes bancos y empresas que pasan a la ofensiva. Cuando no da respuesta al problema de las nacionalidades, como en Cataluña, o no termina de cerrar el conflicto vasco. En suma, en el discurso de la nueva fuerza, el consenso de la transición lo rompió la elite económico- política. Nosotros, dice Podemos, somos el emergente de esa ruptura, y por eso necesitamos un nuevo pacto constituyente, es decir, “abrir el candado del 78”.
-Podemos es un movimiento post izquierda clásica, por la que entiendo aquella que viene del tronco de los partidos socialistas, comunistas o trotskistas pre-1989. Es, antes que nada, un emergente de movimientos sociales varios, los indignados, anti globalización, anti-desalojos, regionales. Significativamente, recupera en ese camino la idea de patria y soberanía, sin la cual no hay posibilidad de ninguna contraofensiva popular en un país periférico. Una anécdota deliciosa contada por Pablo Iglesias acá [link http://artepolitica.com/videos/pablo-iglesias-la-clave-para-la-victoria/ ] lo simboliza bien. Cuando gana España el mundial de fútbol Pablo Iglesias y su grupo se van a la plaza de Lavapiés, el barrio popular y bohemio de Madrid, a festejar con la bandera republicana violeta, amarilla y roja. La bandera española moderna siempre ha sido refractaria para buena parte la izquierda Española, que la asocia al franquismo. Allí los sorprende un grupo de ecuatorianos y subsaharianos festejando…con la bandera española actual. “Fuimos unos ridículos” dice Pablo. Lo que hay que hacer, continúa Iglesias, es mostrarle a la derecha que esa bandera de la España moderna también incluye a esos latinoamericanos, africanos y árabes. Nos sacaron la patria cuando los nuestros perdieron la guerra, y eso no puede ser, tenemos que recuperarla, sigue. La patria como sentido de un país para todos, como vehículo de la soberanía y la inclusión social es fundamental en la evolución de Podemos. Esto que suena conocido en América Latina donde los movimientos nacional-populares han sido o son en muchos lugares la izquierda realmente existente. Pero en España, una de las cunas del internacionalismo obrero y de la iconografía comunista y socialista moderna desde la guerra civil, es una novedad grande.
-En estos dos primeros puntos, el camino constituyente, y la recuperación de la idea de patria como amalgama de grupos sociales subordinados varios cuando la “clase” ya deja de ser un apelativo uniforme, Podemos busca su espejo en la nueva izquierda latinoamericana, especialmente en aquellos procesos como Venezuela, Bolivia y Ecuador. En esos casos también la regeneración política luego de la ola neoliberal viene de afuera del sistema de partidos tradicional (en el caso de Bolivia y Venezuela altamente consensuales y pactistas), y se canalizó a través de procesos constituyentes de gran significación. Y a su vez, se desarrolla dentro de una idea de patria que galvaniza los diferentes componentes y movimientos sociales, en una unidad política. Esta es una diferencia central con el caso argentino. Aquí la regeneración pos-neoliberal vino de adentro del sistema político, del movimiento peronista. En España, en cambio, en medio de las acusaciones de Podemos a “la casta política”, medios que son soporte del consenso neoliberal español como El País, los tratan de “anti-políticos”. Mas allá de la ridiculez de acusar de anti-políticos a un grupo de…¡politólogos!, lo cierto es que también hay en Podemos un eje regenerativo-moral, aquel que apunta a que los “políticos viajen en turista”, o que haya “salario máximo” para ellos y los banqueros. No hay que olvidar que en España la crisis económica será menos explosiva que la Argentina de 2001, pero mata lentamente: ya lleva casi seis años. En ese lapso la convergencia de políticos indiferenciados alrededor del consenso deflacionario en medio de la crisis es cada vez más fuerte, y dura más, lo que da lugar a impugnaciones a la clase política generales y duraderas como la que hace Podemos. Obviamente, bien mirado ese discurso no tiene nada de anti-político al estilo Bepe Grillo en Italia, o la derecha más dura en el resto de Europa. Al contrario, Podemos propone reinventar la palabra política silenciada por la tecnocracia liberal europea.
-El discurso de Podemos en la España periférica de la deflación y el desempleo, es recuperar soberanía, repudiar la deuda, expandir la demanda, reindustrializar el país. En esto es kirchnerismo clásico. Pero probablemente la tenga más difícil. El chaleco de fuerza de la convergencia económica europea en clave ortodoxa da poco margen de maniobra. No hay posibilidades de política monetaria/cambiaria nacionales en el marco del euro. No hay política fiscal con una deuda de más del 100% del PBI. Por ahora Podemos habla de unir fuerzas con Syriza en Grecia y los otros países del Sur, de “reestructurar la deuda” pero no impugna de plano el pacto del Euro (¿podría hacerlo?).
Entretanto se ve a un tipo que tiene el pelo largo, usa pulseras, cita a Chávez, habla de un país para todos, sonríe e incita a cambiar. Es agua en el desierto de la Europa cuyo establishment conservador-socialdemócrata se queda esperando al Godot del ciclo económico, o se corre cada vez más a la derecha autoritaria y anti-inmigrante. Allí está Podemos, impugnando a la casta, y cantando aquel himno antifranquista, y que el régimen “seguro cae, cae, cae” [link:http://www.youtube.com/watch?v=v8NcgLSxSEY] (traducción del catalán acá) [link http://www.youtube.com/watch?v=evk3iEMI9w0]