Venezuela, el Plan está en marcha

Oscar Rotundo

Cada día que pasa, aparecen nuevos indicios que demuestran que la conspiración para derrocar al gobierno bolivariano está en marcha y lo que más llama la atención es que la oposición, que dice ser “democrática”, parece no darse por enterada.
Es increíble que un tema tan delicado no mueva a la dirigencia política opositora a encuadrarse junto al gobierno en defensa de la democracia y contra el terrorismo, como ocurriría en cualquier país del mundo.

Seguramente hay sectores y personalidades políticas que adversan al gobierno y que no están de acuerdo con los planes terroristas de desestabilización y con el magnicidio, pero no se los ve desmarcándose de las locura mesiánica de estos personajes, ni tomando iniciativas de solidaridad ni para con la probable víctima, el presidente de la república, ni para con la sociedad, que entraría en un espiral de violencia e intolerancia que nos sumergiría en un caos de difícil salida.
Quienes sí actúan decidida y descaradamente, en consonancia con sus objetivos, son los dirigentes fascistas. ¿Cuál es la respuesta de Capriles a la captura de gente vinculada al magnicidio o la desestabilización? Dice, “es un libreto típico de Fidel Castro, un libreto muy del gobierno cubano”  y califica las denuncias y pruebas presentadas por el Ministro de Interior, Justicia y Paz y director del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), sobre la nueva detención de paramilitares colombianos como “obra de teatro del ministro Miguel Rodríguez Torres“.
Parece que de esta “obra teatral” también participa la Dirección Nacional de Inteligencia de Colombia (DNI), la cual aporto datos en la investigación y en la identidad de los capturados en las últimas redadas.
Y también debe ser un guión teatral el que siempre aparezcan relacionados al tema de la desestabilización, el narcotráfico, Uribe Vélez, Posadas Carriles,  los paramilitares y mercenarios, los actos de sabotajes, la corrupción y los fascistas venezolanos vinculados a los guerreristas norteamericanos.
Todo es una parodia, como el Golpe de Estado, “que no fue un Golpe de Estado” al decir de Julio Borges, dirigente de Primero Justicia, o el Sabotaje a la industria del petróleo (PDVSA) en diciembre del mismo año 2002.
Como lo plantea en su libro “La Nube Negra” el ex embajador de Cuba en Venezuela Germán Sánchez Otero en la página 12 de la obra citada, “El plan subversivo de diciembre tiene iguales objetivos al de abril y participan casi los mismos rostros adversarios. Desde dirigentes políticos como Antonio Ledezma y Julio Borges, los jefes de los gremios empresariales y la mafia sindical, oficiales golpistas (desactivados de las FAN) y el embajador gringo Charles Shapiro, hasta connotados alcaldes golpistas, por ejemplo, Henrique Capriles Radonski y Leopoldo López” y agrega “Como suelen hacer, los dirigentes de la derecha esconden sus intenciones restauradoras del viejo orden. Usan maquillajes retóricos democráticos, humanistas y de defensa del pueblo humilde. Tales cosméticos se les corren en el fragor de la contienda y aparece entonces el cutis rugoso, igual que les sucede a algunas damas en días agitados.”
“Esta vez el actor principal de la nueva acometida, Estados Unidos, a diferencia de abril actúa de forma más taimada, aunque  ciertas acciones y omisiones descubren su compromiso.”
Estos personajes nunca se hacen cargo de sus acciones, y siempre tratan de presentarse ante los hechos como “las víctimas” de las trampas o confabulaciones que “él Régimen” les tiende para desacreditarlos ante el pueblo.
La cobardía y el desprecio por el pueblo de los fascistas venezolanos, los hace impredecibles, es por eso que sus acciones siempre están envueltas en una sórdida trama.
Luego de las elecciones que dieran como ganador a la presidencia de la república a Nicolás Maduro, el candidato perdedor, Capriles, le planteo al país que había que manifestar la “arrechera” (bronca). Eso generó 12 homicidios, 70 heridos y destrozos a instalaciones del estado. Él, ahora, luego de lo ocurrido, nos trata de explicar que su llamado no era violento. O sea, el no quiso decir lo que dijo, pero lo dijo y los muertos, nuestros muertos, están como testigos insobornables ante la historia.
Cuando se denuncian actos de corrupción que involucran a diputados de la oposición, estos, descalifican las pruebas y tratan de recusar apelando a la presunta ilegalidad de los mecanismos con los que se obtienen las mismas o como en el caso del diputado de Primero Justicia Richard Mardo, al que se le descubren cuantiosas sumas de dinero de dudosa procedencia, éste, no tiene mejor idea que platear que, ese dinero que aparece sin justificación en sus cuentas bancarias y que no declaro en ningún momento, “era para ayudar al pueblo”.
Ante una solicitud de investigación a la Asamblea Nacional, como la que hiciera la gobernadora del estado Falcón Stella Lugo  por las declaraciones de la diputada María Corina Machado, al cumplirse un año de la explosión en la refinería de Amuay, reflejadas en unos “panfletos” con el mensaje: “A un año de la tragedia de Amuay lo peor está por venir”, la diputada en cuestión, considera que se trata de una “persecución” en su contra que corresponde a una orden cubana que tiene la intención de someter a nuestra sociedad”.
Es importante observar como la oposición se maneja con “metamensajes”, en este caso, podemos apreciar que mientras un informe técnico, sobre lo sucedido en la refinería de Amuay, presentado por el Ministro de Energía y Petróleo Rafael Ramírez plantea que “Se hicieron las pruebas metalográficas, todos los estudios, las consultas internacionales de los fabricantes de los equipos, y entonces llegamos a un punto donde determinamos que el origen de la fuga masiva (de gas) que da lugar a la explosión fue producto de una acción de sabotaje. Es un 90% de probabilidad de que eso haya sido así por lo que encontramos ahí” , la oposición presenta otro informe en el cual se expresa que “Se ha llegado a una conclusión clara: (…) es evidente que la causa fue negligencia gerencial producto de ausencia de inversiones, ausencia de mantenimiento y ausencia de prácticas adecuadas de formación” , y al mismo tiempo reparten un panfleto en el lugar de los hechos que dice que “…lo peor está por venir”, dando a entender que sí se trato de un atentado, pero que también pudiera tratarse de una negligencia de la conducción de PDVSA, estableciendo un claroscuro sobre la situación que los coloca al mismo tiempo como víctimas y victimarios, generando una confusión paralizante ante una situación que dejo un saldo de más de 50 muertos y decenas de heridos entre otros quebrantos producidos por el evento.
Pero, más allá de estas maniobras, que tienen una clara connotación sicológica dentro de la estrategia mediática imperialista planteada en la guerra de cuarta generación, por la cual se pretende desmontar las posibilidades de reacción y defensa populares ante un acontecimiento desestabilizador, la realidad se abre paso y los deja en evidencia.
Al medio día, del 3 de septiembre, se produjo un apagón de luz que afecto a buena parte de Caracas y varios estados del país, ocasionando también fallas en los servicios de telefonía, internet y transportes.  Ya, las redes sociales han estallado en ataques al gobierno culpándolo por la falta de mantenimiento y aportes económicos a la infraestructura del estado. ¿No se nos hace conocido este argumento?
Lo mismo ocurre en cuanto a la situación económica, en donde se apreciar una lucha sórdida desde quienes defienden los intereses de la oligarquía y están empeñados en torcer los destinos del desarrollo económico del país estableciendo una pulseada en el manejo desenfrenado de un mercado paralelo del dólar, que se promociona en internet poniendo el mismo cerca de 40 bolívares por dólar, actuando como una caldera de presión para que se levante el control de cambio, generando, fundamentalmente en la clase media, conductas que retroalimentan el mercado especulativo.
Esta lucha que genera flagelos como la corrupción el desabastecimiento, el contrabando y la inflación, no son fenómenos que ocurran sólo por la “mano invisible” del Mercado, sino también por la “garra criminal” de los asesinos de “cuello Blanco” que conspiran desde sus cómodos escritorios.
“Quizás el presidente estadounidense Barack Obama no sabe esta información, pero a finales de julio se han reunido en la Casa Blanca representantes de Venezuela como así también un representante de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), y una persona de la Casa Blanca de su confianza” manifestó el presidente Maduro haciendo referencia a lo informado por una fuente de absoluta confianza, la cual también le comento que “actualizaron la guerra económica contra el país latinoamericano, que calculan una fecha para que haya un colapso económico en Venezuela, además de una explosión social”.
Como lo venimos planteando metódicamente desde las páginas de PIA Noticias (noticiaspia.org) desde el mes de marzo, la sumatoria de sucesos nos lleva a concluir que mes a mes se suman evidencias que demuestran que existe un gran esfuerzo económico, logístico y una decidida voluntad política de los fascistas nacionales y los distintos actores de la derecha internacional, para derrocar al gobierno bolivariano en el tiempo más corto posible.
Si todos estos elementos que venimos evaluando confluyen para el momento del evento electoral de diciembre, tendremos un escenario de caos y violencia propicios para desatar una nueva escalada terrorista que modificara el panorama político no sólo de Venezuela sino de todo el continente.
Pero eso lo seguiremos analizando en próximos artículos y al calor de los acontecimientos nacionales y del reacomodamiento del escenario internacional pues el plan está en marcha.