En Siria está en juego una decisión sobre una civilización

James Petras
CX36-Radio Centenario

El sociologo James Petras, señalo que el contexto domestico no es bueno para Obama y en el panorama internacional tampoco es muy auspicioso el respaldo a una guerra contra Siria. Los apoyos los recibe de los reyes dictadores árabes, son los regimenes mas sangrientos contra sus pueblos. Lo expuesto por Obama el sábado, fue un repliegue intentando concentrar apoyos y poder.

Efraín Chury Iribarne: Como cada lunes a esta hora, le estamos dando la bienvenida a James Petras. Bien, crece la preocupación por el posible ataque a Siria, si te parece comenzamos con esto.
JP: Si, es el tema que domina mi atención, más con las permanentes llamadas que hemos recibido desde las 8 de la mañana, desde Argentina y varios lugares de Europa. Es un tema de atención mundial en este momento, debido a los acontecimientos que surgen de la propuesta del señor Obama de atacar Siria.
EChI: ¿Se da por descontado que Obama está dispuesto a llevar esto hasta las últimas consecuencias?
JP: Está dispuesto hasta que pueda conseguir el poder, la capacidad, para hacerlo. Hay que analizar el contexto del ejercicio del poder, porque hay que ver el caso concreto. Y en el contexto actual es muy negativo. Empezando por Estados Unidos donde la gran mayoría de la ciudadanía es muy hostil, las encuestas muestran a las mayorías en contra de la intervención norteamericana. Sólo un sector reducido pero muy influyente está a favor de la guerra, que son los sionistas y pequeños grupúsculos que apoyan a Arabia Saudita. El resto del sector político está dividido, incluso los conservadores están cuestionando estos anuncios.
En segundo lugar, hay que marcar que tenemos divisiones entre de los militares en sus interpretaciones. Por ejemplo, militares retirados cuestionan la decisión diciendo que no tenemos ningún interés vital de lanzar esa guerra, no tenemos un plan de salida una vez que caigan las bombas y las consecuencias pueden resultar peor con un gobierno de Al Qaeda a la cabeza.
Ahora, los militares activos son mas cautelosos porque no quieren chocar con el Presidente. Es el caso concreto del Comandante en Jefe que ha dicho que no podemos bombardear sin tomar en cuenta las consecuencias y las metas estratégicas. Si el resultado de tumbar a Bashar Al Assad es un trampolín para los fundamentalistas, es muy negativo; y si tenemos que entrar al país con tropas, eso va a resultar en una guerra extendida con muchas consecuencias incluso más allá de Siria.
Entonces, los militares son muy cautelosos y han recibido por eso críticas de los sionistas, quienes han dicho que los militares simplemente deben hacer las tareas militares y dejar la política de lado.
El tercer elemento que debemos tomar en cuenta es el mercado. Las Bolsas han bajado cada vez que Obama lanza su manifiesto de guerra, temen la subida del petróleo que afectará además, una recuperación muy débil.
Dentro del Congreso, los republicanos por varias razones están cuestionando a los sectores demócratas, diciendo que quieren debatir, investigar, preguntar, sobre las bases de la Inteligencia, que ha mostrado supuestas pruebas de uso de armas químicas.
Hemos recibido un informe de la 'Associated Press' (AP), una de las agencias noticiosas, de una periodista que entrevista a terroristas en Siria donde ellos mismos confiesan que han usado gases tóxicos que recibieron de Arabia Saudita, y que son los responsables del envenenamiento mortal de civiles, y no el gobierno. Este reportaje no ha circulado más allá de la agencia AP. Eso es muy revelador. Ver http://www.lahaine.org/index.php?p=71368
En otras palabras, el contexto doméstico no es muy favorable a Obama en estos momentos y esa fue la razón por la cual intenta involucrar al Congreso para tratar de neutralizar tanta negatividad.
Pero en el exterior también pesa mucho que Rusia y China estén en contra, luego se opuso Inglaterra y ayer Alemania se opuso al ataque. Sólo los seudo socialistas franceses se subieron de inmediato y ahora dicen ‘tal vez’. Como oportunistas que son declararon en primera instancia que Francia estaba dispuesta a entrar en la guerra y ahora, cuando se acerca la fecha de convocar al Parlamento donde obviamente hay mucha oposición, dicen que no van solitos, que van como parte de una alianza y que están buscando aliados antes de tomar una decisión. Hollande, en otras palabras, es un oportunista que utiliza la guerra para distraer a la ciudadanía de la política económica fracasada y reaccionaria, es una forma de desviar la atención y no va a tener ningún éxito.
Ahora, ¿quiénes apoyan el ataque a Siria? Ahí tenemos a la liga de dictadores árabes, encabezada por el régimen más reaccionario del mundo que es Arabia Saudita y el país más represivo y reaccionario, que es Israel. Son los dos ejes de la política norteamericana a favor de atacar a Siria, junto con el gobierno islámico de Erdogan en Turquía. Ese triángulo es la fuerza principal. Pero las masas árabes están en contra, Egipto y Jordania declararon que no van a compartir un ataque a Siria.
Entonces, ¿en qué sentido tenemos una política nueva de Obama cuando declara que va a consultar al Congreso? Por un lado es un repliegue. Un repliegue respecto a las declaraciones que hizo una semana atrás cuando dijo que en cualquier momento atacaba. Un repliegue para tratar de concentrar poder, pescar algún aliado o apoyo, para neutralizar en el Congreso a la oposición. Hoy [por ayer] se lanzó en todos los medios una contraofensiva, los voceros de Obama están en los programas, entrevistas, etc. cocinando datos sobre los gases tóxicos, inventando datos, cambian a cada rato, un día es un gas al otro día otro. O sea, es un ‘blitz’ (relámpago) propagandístico para tratar de cambiar a la opinión pública y más que nada intentar influir el voto en el Congreso. Mientras tanto, está postergando el ataque por el momento.
Pero aquí hay elementos que debemos tomar en cuenta. Primero, que la declaración de Obama de ir al Congreso parece que por fin está respetando la Constitución de los Estados Unidos, ya que ésta dice que es el Congreso el único que tiene el derecho a declarar guerras. Entonces, no es nada democrático por parte de Obama, si no que se trata simplemente de cumplir con la Constitución que antes violaba, como cuando lanzó la guerra contra Libia.
Sin embargo, cuando dice que va a consultar al Congreso, los voceros del propio Obama dicen que independientemente de lo que se decida en el Congreso nosotros vamos a tomar nuestra decisión sobre la guerra. En otras palabras, Obama dice que si el Congreso apoya la guerra perfecto, pero si no la apoya de todos modos descartarán esa decisión y van a ir a la guerra. Entonces, es una posición muy contradictoria y contraviene a la Constitución.
Barack Obama va al Congreso con enormes obstáculos. Por un lado el Congreso tiene que entender que el público en su gran mayoría, más del 60%, se opone a una nueva guerra. Además, saben que la economía está en malas condiciones y una guerra puede provocar una subida del precio del petróleo entre otros efectos negativos, como en el mercado, la Bolsa ya está diciendo que una nueva guerra es incompatible con la recuperación económica y va a provocar una caída de la economía.
El Congreso debe tener eso en cuenta y también sabe que los militares están -por lo menos- muy vacilantes y cuestionan ingresar en esta nueva guerra. Pero, paralelamente, quiénes están empujando la declaración de guerra con todos sus recursos económicos y toda su influencia, son las 52 organizaciones judías pro Israel, encabezadas por AIPAC (The American Israel Public Affairs Committee) que ha tratado de dominar los medios de comunicación, diciendo que Siria es una amenaza y que usa gases tóxicos.
El tema, entonces, es porqué Israel quiere destruir Siria. Y hay varias razones. Siria apoya a los palestinos y ha cuestionado las ocupaciones y anexiones del territorio palestino. Además, Israel ve la destrucción de Siria como un trampolín para atacar Irán. La meta estratégica de Israel y Obama no es simplemente eliminar Siria, sino también lanzar un cerco y tener una base de operaciones contra Irán y Líbano, particularmente contra Hezbolá.
O sea, es parte de un plan para destruir a los enemigos de Israel en Medio Oriente y establecer una asociación norteamericana-sionista en los países árabes con el respaldo de Arabia Saudita y la colaboración de Turquía. Y Turquía es muy vulnerable en eso porque hay una tradición secular, nacional y popular, y Erdogan esta provocando que la rebelión popular encuentre aliados en otras instituciones.
EChI: ¿Obama y Hollande están tratando de enjugar sus fracasos al querer atacar a Siria?
JP: Si, relativamente son dos fracasados. En política económica hay mucho descontento en estos dos países, la Economía está estancada o creciendo a un ritmo de tortuga, hay gran vulnerabilidad de sectores de trabajadores.
Por ejemplo, aquí en Estados Unidos, en lo cotidiano nadie habla bien de Obama. Incluso hay un desencanto profundo que ha pasado de simples críticas a insultos, hay gente que no puede mencionar el nombre de Obama sin sentir bronca -no quiero repetir las frases que utilizan- y eso se debe en parte a la política y en parte por el engaño. Porque Obama como Hollande prometen muchas cosas, pero, cuando implementan políticas que han encarecido la vida, retórica vacía, hueca, han provocado más emociones negativas que cualquier otro político.
EChI: En los minutos finales no se si te queda algún tema para mencionar.
JP: Bueno, hay que pensar en Medio Oriente. Mientras se espera lo que pasará en el Congreso estadounidense, en Siria el gobierno está recuperando terreno. Y esa es una de las razones de la prisa de Obama para lanzar la guerra, porque sus clientes, terroristas y occidentales, están en una pelea interna, los islámicos están matando a los pro occidentales y en esa situación no hay un liderazgo entre la oposición, no tienen ningún proyecto, sólo tienen feudos, lugares donde montan su terrorismo y toman el control.
En ese sentido, si no hay un ataque militar es casi seguro que en no mucho tiempo va a terminar la guerra con un triunfo de las fuerzas gubernamentales y tal vez un arreglo negociado, donde en un par de años podríamos ver elecciones. Pero si hay una guerra esto está fuera de la mesa, se podría terminar en una situación similar a lo que ocurre en Afganistán o Irak, donde hay guerras permanentes entre lo que quedan de los fragmentos gubernamentales y la oposición. Eso es lo que está en juego, una decisión sobre una civilización: o vamos a la barbarie o hacia un resultado negociado y tal vez abriendo la perspectiva hacia una nueva democracia.