El gunto, la espada militar japonesa

 No existió Marine, GI, aviador o marinero estadounidense o Aliado desplegado en el Pacífico o Asia que no soñara con traerse una katana como trofeo de guerra. La katana, la espada samurái por excelencia, símbolo de los ancestrales guerreros japoneses.



Como sabemos, los vencedores se trajeron souvenirs de todo tipo (hasta calaveras). Sin embargo, es una estricta verdad que fueron pocos los agraciados en poder hacerse de una verdadera katana japonesa.
La espada era el arma principal de los guerreros samuráis a lo largo de la historia y uno de los símbolos principales que representaban su poder, su honor y su casta de guerreros. Existían más de diez tipos de espadas según su forma y su uso. Además, se clasificaban según la época histórica de fabricación -cinco épocas distintas- y para complejizar más su nomenclatura, se las nombraba de acuerdo a su zona de procedencia, dividida en cinco prefecturas o provincias. Fue así que, ante tantas y tan diferentes espadas, para Occidente el término katana fue el que se popularizó para nombrar, sin distinción, a todas las espadas japonesas.
En 1872 se instauró el servicio militar obligatorio en Japón y en 1876, la clase samurái abolida y las unidades, grupos o clanes que formaban estos guerreros fueron disueltos y transformados en regimientos y unidades militares como las de las potencias occidentales. Asimismo, se prohibió la portación de espadas en público, excepto para miembros de la nobleza, policías y militares.
Dentro de la unificación de criterios empleada en dicha modernización, se optó por fabricar un solo tipo de espada para todos los militares japoneses sin distinción, una espada fabricada en serie, menos artística y más masiva. Allí nació el Guntō, que se convirtió en la espada militar estándar japonesa desde 1868 hasta 1945, dotación de todos los oficiales y suboficiales del Ejército y la Armada Imperial. En efecto, las espadas que vemos en la foto son en su mayoría Type 98 Shin Guntō, una arma blanca industrial que lejos estaba de mantener los estándares de calidad de la katana ancestral.
Consecuentemente, la katana propiamente dicha, era la espada samurái heredada y que se preservaba dentro del patrimonio familiar. De allí que es poco probable que los infantes de marina y el oficial del Ejército que posan felices con el material confiscado (la foto fue tomada en Japón finalizada la guerra) se hayan llevado una katana a su casa. Al menos a simple vista no puedo reconocer alguna.
Sin embargo, es cierto también que a pesar de la estandarización, muchos oficiales usaron espadas tradicionales y antiguas, la mayoría relacionadas con los antiguos clanes samuráis de sus familias y antepasados. Es que la espada, para el japonés, tiene una alta significación espiritual, y al otorgarle a un hijo que partía hacia el frente la espada familiar, la familia esperaba que lo protegería espiritualmente. Además, al habérsele confiado un tesoro familiar de este tipo, el hijo tenía la responsabilidad de cuidar la espada y traerla (él mismo) de regreso a casa a salvo.
Tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, los soldados japoneses debían entregar todas las armas, incluidas las espadas. Muchos de los soldados que habían llevado las espadas de su familia a la guerra tenían la impresión de que sus espadas les serían devueltas en una fecha posterior, por lo que una gran cantidad de espadas se entregaron con una etiqueta con el nombre (comúnmente conocida como etiquetas de rendición) adherida, con los datos personales del propietario escritos en él. Sin embargo, estas espadas nunca fueron devueltas. La más famosa de estas espadas que nunca regresaron fue la Honjo Masamune. La espada era una reliquia de la familia Tokugawa que, incluso hoy en día, su paradero o destino sigue siendo desconocido.
Durante la ocupación, las Fuerzas Aliadas emitieron un edicto para la confiscación de todas las armas, incluidas las espadas civiles para su destrucción. La ejecución del edicto se detuvo después de que se señalara a MacArthur la importancia histórica, cultural y artística de las espadas japonesas, pero no hasta que muchas espadas hubieran sido metidas en hornos, hundidas en barcazas en la bahía de Tokio o enterradas. A diferencia de las katanas ancestrales, los Shin Gunto, como armas militares, son consideradas ilegales en Japón.
Finalmente, y como nota de color, en 2017 se emitió el premiado documental titulado “Forgive-Don't Forget”, que trata sobre la historia del intento de un hombre de devolver una espada al propietario original o a su familia. La historia ilustra la profundidad del significado de la espada para su dueño y su familia, y termina con un regreso muy conmovedor de la espada. A pesar de que el antiguo dueño sobrevivió a la guerra, al recibir la espada, su hermana dijo: “Su alma finalmente ha regresado”. Está para verlo.
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Imagen: (descripción original). Marines estadounidenses con espadas japonesas entregadas en Honshu, Japón - septiembre de 1945. Archivos de la revista LIFE - Carl Mydans Fotógrafo/ Créditos: World War Pictures. Impecable colorización de Facundo Colourised para FGF Colourised

"El crisantemo y la espada", de Ruth Benedict
Mundoespada.com
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https://japan-forward.com/do-japanese-art-swords.../