4 de junio de 1846. Batalla de Angostura o Punta Quebracho

Por el Prof. Lic. Luis Angel Maggi

De regreso desde Corrientes la Escuadra Anglo Francesa fue atacada en Punta Quebracho, el 4 de Junio de 1846, “llamada también la Segunda Batalla de San Lorenzo”,como “símbolo de hostigamiento y coronación de la Vuelta de Obligado en defensa de la Soberanía Nacional”. 
(Fermín Chávez)


La historia 

El 4 de junio de 1846 las tropas de la Confederación Argentina a cargo de Lucio Norberto Mansilla derrotaron en una batalla que duró más de tres horas a la Escuadra Anglo francesa que en noviembre del año anterior, había vencido en la Vuelta de Obligado, en la actual localidad de San Pedro.

“Es bueno revisar los hechos históricos sobre el Río Paraná y considerar a esta batalla como un hito "en la lucha por resguardar la Independencia y la Soberanía Argentina que sostenía el brigadier Juan Manuel de Rosas", en momentos en que las pretensiones inglesas y francesas pasaban por transitar libremente por las aguas de nuestro país”. (José María Rosa.)

Las tropas resguardadas por las barrancas, al mando del General Lucio Mansilla esperaban el paso del enemigo con 17 cañones, 600 infantes, 150 carabineros y algunos patricios. Además instalaron dos baterías y algunas fuerzas de infantería al mando de Thorne, mientras en el otro extremo, sobre terreno entrerriano, se ubicó el batallón Santa Coloma.

Cuando los buques de guerra estuvieron a tiro, un grito de ¡Viva la Patria!, convocó a la lucha. "Viva la soberana independencia argentina", fue la voz del general Mansilla, y el fuego comenzó. Los soldados y los cañones patrios estaban resguardados para la artillería enemiga por la altura en la que estaban emplazados. El caos se apoderó de las embarcaciones anglo francesas, quienes apresuradas por huir, sufrieron el duro fuego criollo.

Dos mercantes hundidos, cuatro incendiados para no caer en manos argentinas y los vapores de guerra Harpy y Gorgon resultaron seriamente dañados. El capitán inglés Hotham informó sobre las bajas del Quebracho: “Los buques han sufrido mucho. Escapar con la mayor velocidad posible fue el único objetivo”. 
La jornada resultó azul y blanca para los patriotas. “La escuadra combinada, de los invasores había sido derrotada”. Con los hierros rescatados de los barcos hundidos, forjaron las primeras farolas que iluminaron las calle rosarinas”.(Dr. Eudoro Carrasco).

Lugar histórico 

Finalmente, luego de varias gestiones, una ley del Congreso nacional declaró en abril de 1999 "lugar histórico nacional" al pequeño predio que conmemora la batalla de Punta Quebracho, en un sitio que hace unos años la empresa Cargill, de Puerto San Martín, donde se encuentran las principales terminales agro exportadoras, cedió a la Municipalidad. Se accede por un angosto camino hasta la barranca. Allí en la explanada simbólica se yergue una cruz de durmientes de quebracho.

“La armada invasora sobreviviente, logró alcanzar el puerto de Montevideo, pero en vista de los acontecimientos, los dos países más importantes del mundo de aquella época decidieron no intentar más una segunda expedición”. (José María Rosa).

Para ello alegaron las armadas aliadas, que las acciones de la “Vuelta de Obligado” se habían realizado sin una declaración de guerra formal, entonces el gobierno inglés fundamentó su interés en negociar la paz con la Confederación Argentina.

Sobre esas bases los aliados europeos enviaron sucesivas misiones conciliatorias. En 1846 Hood-Deffaudis, en 1847 Howden-Waleski y en 1848 Gore-Gros, las que fracasaron en su cometido. Finalmente los británicos decidieron negociar por separado y luego de levantar el bloqueo a Buenos Aires y de difíciles conversaciones, su enviado Southern firmó con el ministro argentino Arana en 1849 el tratado de paz.

Al año siguiente, 1850, el francés Le Prédour y el ministro Arana lograron un acuerdo similar al suscripto con Inglaterra. El tratado satisfacía plenamente la posición argentina. Estableció que “se devolvía a la escuadra argentina la isla Martín García, la flota invasora saludaría al pabellón nacional como desagravio, con 21 disparos de cañón y se reconocía que la navegación de los ríos interiores era exclusivamente argentina”. Nuestra diplomacia obtuvo un definitivo y brillante triunfo que fue altamente valorado por todas las naciones del mundo”. (Fermín Chávez – José M. Rosa).

Conclusión: “La bravura y el coraje presentes en Obligado justifican que hoy, a 161 años de esa jornada memorable, recordemos y honremos  a ese esforzado grupo de soldados argentinos que, como en San Lorenzo, sostuvieron nuestro derecho a la soberanía y a la dignidad naciona”l. (Dr. Eudoro Carrasco). 


El 20 de noviembre ha sido consagrado por ley de la Nación, Nº 20.770, como el “Día de la Soberanía Nacional”  basándose en los acontecimientos ocurridos ese día del año 1845 en la Vuelta de Obligado. (Pérez Amuchástegui-Crónicas Argentinas).


Prof. Lic. Luis Angel Maggi.
Colección Tenemos Ejemplos.
Correo: luisangelmaggi@yahoo.com.ar

Fuente

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Por Leonardo Castagnino


Corría el año 1846, hacía algo más de seis meses que la escuadra anglo-francesa había pasado por la Vuelta de Obligado. La expedición, cuya rentabilidad se daba por segura, había fracasado. Corrientes, empobrecida por tantos años de guerra, no había resultado un buen mercado. Tampoco Paraguay, ya que su líder, Carlos Antonio López, no se dejaba engañar con promesas de “libre comercio” y exigía, antes de cualquier acuerdo comercial, el reconocimiento de la independencia paraguaya por parte de los interventores.

Nada se consiguió entonces, gran parte de los buques mercantes que remontaron el Paraná, protegidos por varios de guerra, volvían tan llenos como habían salido de Montevideo hacía ya varios meses.

A la realidad del total fracaso comercial se unía la oscura perspectiva del regreso. La ida había sido dura, asechada la flota en todo lugar oportuno (Acevedo, San Lorenzo, Tonelero, etc.) por la artillería volante, primero al mando de Thorne, luego, una vez restablecido de las heridas de ObligadoLucio Mansilla ocupó su lugar de jefe de la defensa del río. Por lo tanto, la vuelta del convoy no se presentaba como una travesía agradable.

El día 4 de junio de 1846, alrededor de medio año después del Combate de Vuelta de Obligado, en la angostura o punta del Quebracho, esperaba Mansilla a la flota intrusa. Contaba con 17 cañones, defendidos por 600 infantes, 150 carabineros, además de algunos hombres de Patricios. En el centro, se instalaron dos baterías y algunas fuerzas de infantería, al mando se hallaba Juan Bautista Thorne. Mientras, en el otro extremo se ubico el batallón Santa Coloma, al mando de este jefe.

Cuando los buques de guerra estuvieron a tiro, Mansilla dio la orden de fuego, al grito de : “¡Viva la soberana independencia argentina!”.



Los cañones patrios se mostraron inaccesibles para la artillería enemiga dada la altura a la que estaban emplazados. El caos se apoderó de las embarcaciones; en su tentativa de huir algunas vararon y sufrieron duramente el fuego criollo.

El capitán inglés Hotham confesará al informar sobre las bajas del Quebracho: “Los buques han sufrido mucho”.

Escapar con la mayor velocidad posible se convirtió en el único objetivo de las escuadras combinadas de las dos mayores potencias de la época. Francisco Hipólito Uzal dirá: “El encuentro del Quebracho, aparte de su enorme importancia militar y política, fue el sello definitivo del desastre económico-comercial de una empresa de injusta prepotencia, llevada a cabo por quienes, seguros de su enorme superioridad material, y atropellando sin consideraciones humanas ni jurídicas todos los derechos de la Confederación Argentina, se proponían un cuantioso dividendo”.

Visto desde hoy hechos como los del Quebracho nos llenan de orgullo, refuerzan nuestro honor de ser argentinos.

En el Quebracho, como en Obligado, como en Malvinas, es donde los argentinos demostraron que el acta firmada en Tucumán en 1816 fue verdaderamente el acta de la Independencia, acciones como estas son simplemente independencia en acción. Eso es ciertamente la lucha por la soberanía nacional.