La extinción del pueblo selk´nam

Por Paloma Vargas (Santiago de Chile)
para La Izquierda Diario
Publicado el 23 de agosto de 2016

En 1895 la industria ganadera Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego se instala en la zona austral para criar y exportar vacunos y ovinos. Este 20 de Agosto se cumplieron los 121 años del “reparto” de indígenas en Punta Arenas y el comienzo del genocidio selk´nam.

La convivencia entre el capitalismo y los pueblos originarios del interior de Tierra del Fuego se desarrolla a partir de la ocupación y la colonización de las tierras de los aborígenes con el primer contacto de los misioneros anglicanos y navegantes de la zona austral desde la segunda mitad del siglo XIX. Tras la instalación de la ciudad de Punta Arenas en 1848, se genera la apertura del capitalismo con la explotación de carbón, oro, caza de lobos marinos, guanacos y avestruces. Desde 1877, esta empresa crece a través de la actividad ganadera para dar paso a la búsqueda de oro en 1881 y luego en 1885 con la explotación ovina.

Los selk´ nam u onas, pueblo originario de los interiores de Tierra del Fuego, utilizaban la caza de guanacos y la recolección de los vegetales como estrategia de subsistencia. Hasta el año 1886 el pueblo selk´nam contaba con un total entre 4 a 5 mil personas, con una aproximación de 35 grupos familiares que utilizaban la caza del guanaco, cururo, la recolección de algunos moluscos y productos marinos de la costa de Tierra del Fuego y la Patagonia. El primer contacto realizado con la sociedad europea fue con el español Pedro de Sarmiento Gamboa y desde la segunda mitad del siglo XIX se pone en pie la interrelación entre la cultura selk´nam con el “hombre blanco”.

La poca costumbre de mantener relaciones con otras culturas y la relación directa con la naturaleza produce un quiebre de vida para los selk´nam tras la llegada del hombre europeo; se modifican los recorridos de las manadas de guanacos hacia las zonas más lejanas de los poblados de los colonizadores y significando para los selk´nam el cambio de animal de caza por la oveja para no morir de hambre, la prohibición de los ritos de paso hacia la evangelización con el cristianismo y su lengua, el cambio de las ropas hacia las occidentales, las enfermedades de transmisión por virus y bacterias y el desplazamiento de los hogares por el cercamiento de los terrenos de las casas de los colonizadores y las empresas, entre muchas cosas más.

Desde 1886 con la intensa explotación ovina el pueblo selk´nam comienza a desaparecer. En 1895 se instala la industria ganadera con la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, empresa que da pie al “reparto de indios” con el consentimiento del gobernador Manuel Señoret. A partir de esta fecha los indígenas que en su mayoría eran mujeres y niños fueron capturados por los habitantes de la ciudad y vendidos como esclavos, otros fueron obligados a trabajar en la descarga de carbón en los muelles, mientras que los indígenas con mejor suerte fueron vendidos a las misiones salesianas para luego olvidar por completo sus orígenes. Entre 1890 y 1898, desaparecen con un aproximado de 800 a 1200 indígenas de la parte chilena de Tierra del Fuego pasando a las manos de la misión salesiana.

A partir de este periodo, el reparto de indígenas a las misiones termina siendo un paliativo para el Estado chileno ante el genocidio selk´nam liderado por José Menéndez, Alexander Cameron y Alexander Mac Lennan desde la falange de los empresarios de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego.

El genocidio del pueblo selk´nam no es el primero ni el último desde la llegada de la industria ganadera, ya en 1887 ambulaban cazadores de indígenas como Julio Popper dentro de las expediciones auríferas que asesinaban a manos de la patronal.

Etnocidio, tuberculosis y evangelización

La evangelización para algunos autores fue el elemento menos nocivo que acabó con la lengua indígena a través de la imposición de la religión con el bautismo y los confines de las misiones para otros, y donde nos enseñan desde la temprana edad en los colegios, fueron las enfermedades del hombre blanco las que transmitieron la muerte a los indígenas por no presentar inmunidad en sus cuerpos como la tuberculosis, varicela y gripe. Pero lo que no nos enseñan en la escuela es el verdadero motivo de la extinción de la etnia selk´nam: el masivo exterminio al pueblo originario por parte de los empresarios del oro y la ganadería con el consentimiento del Estado, provocando la extinción completa de una cultura y sus tradiciones.

La lucha por la autonomía de los pueblos originarios

Hoy diversas etnias de latinoamérica y del mundo luchan la autonomía al interior de los países que las comprenden. Demandas al Estado por la devolución de las tierras ancestrales, freno a las transnacionales y empresas nacionales del territorio indígena, el reconocimiento de la lengua, la cultura y las costumbres son parte de algunas exigencias de las comunidades indígenas y/o originarias.

La lucha por la autodeterminación de los pueblos oprimidos por el imperialismo es una demanda que ha transcendido la historia y las revoluciones. Rosa Luxemburgo instala la discusión de la cuestión nacional en la Segunda Internacional cuando la clase obrera se enfrentaba a una lucha por los intereses de las burguesías nacionales ad portas de la guerra, discusión que posteriormente fue publicada por Lenin en “El derecho de las naciones a la autodeterminación” y Trotsky con la publicación de la “Sobre las tesis sudafricanas” en uno de sus escritos.

En Chile el pueblo mapuche al igual que el pueblo selk´nam es abatido por los mercenarios de los capitalistas protegidos por las políticas y leyes del Estado. El pueblo mapuche continúa en lucha por la autonomía de su territorio ancestral con una larga trayectoria de resistencia en conflicto con las transnacionales, empresarios nacionales y el Estado. Hoy, a punta de las balas y la excesiva militarización el pueblo mapuche tiene un saldo de 15 muertos asesinados durante los gobiernos de la Concertación y de la Nueva Mayoría, sumando un listado de más de 16 presos políticos mapuche, decenas de encarcelados que adhieren a la reivindicación de las demandas del pueblo indígena y cientos de heridos por los enfrentamientos y provocaciones en las comunidades