Jorge Alemán: "Este gobierno es la introducción de Argentina dentro de un dispositivo mundial nuevo, que puede hacer del país un lugar devastado"

Reportaje a cargo de  Revista Hamartia
ublicado el 13 de abril de 2018

A los cimientos de la Modernidad hoy carcomidos cotidianamente por las políticas neoliberales, la derecha contrapone los castillos en el aire de un futuro más allá (¿o en el más allá?). La buenaventuranza prometida luego del “necesario” sacrificio de muchos para pocos, un dispositivo novedoso que lleva a la antipolítica, y el deseo ante todo como fuerza movilizadora para volver a la voluntad popular. Todas ideas que podés encontrar en la entrevista al psicoanalista y escritor Jorge Alemán en #NoNosQuedaOtra, el programa de la revista Hamartia por AM740 Radio Rebelde.


Hamartia:- ¿Qué es esto que parece una nueva forma de neoliberalismo tardío, pero en definitiva es un sistema de desorganizarnos la vida?

Jorge Alemán:- El neoliberalismo tiende a lo que podríamos llamar un estado de excepción. En vez de suspender las garantías constitucionales, el Estado de Derecho y la democracia misma con un golpe militar, como si una fuerza viniera del exterior y la suspendiera, horada desde adentro, es como una termita que va destruyendo todo el edificio desde adentro. Esa es en general la práctica neoliberal. Cuando te querés dar cuenta el Estado de Derecho se parece al Estado de Derecho pero no es el Estado de Derecho; la democracia se parece la democracia pero no es la democracia. El neoliberalismo es un dispositivo que tiene la capacidad de ir destruyendo casi todas la estructuras simbólicas que configuraron a la Modernidad.

H:- Este avance de la derecha coincide con la fragmentaciòn del campo popular. Da la impresión de que hubo un proyecto que articulaba a los pueblos latinoamericanos, y que hoy eso esta desdibujado.

J.A.:- Eso forma parte de una ausencia de metodología en nuestras organizaciones populares que hay que descubrir. Y no lo digo desde afuera, me siento interpelado. Habría que pensar cómo se construyen las fuerzas populares de esta época. Pero también está en relación con la vida desorganizada de la que hablabas antes. Estamos frente una realidad donde la gente puede padecer cosas horribles y sin embargo no sumarse a una voluntad popular. O no inscribirse dentro de una voluntad popular. Que la gente esté mal no quiere decir que la vuelva candidata a un proyecto transformador. Se ha generado un nuevo tipo de obstáculo entre una cosa y la otra.

H:- De ahí viene la decepción de muchos compañeros que a esta altura de los acontecimientos esperaban que la heladera hablara, y me parece que no pasa.

J.A.:- No, no, no habla más. No va a ser así, porque hay un modo de quebrar a las poblaciones enteras en el neoliberalismo, que es llevarlas a todas a un gran sacrificio compartido. Y entonces cada uno empieza a pensar que es el otro el que te está afanando, es el otro el que te roba. Y que vos hiciste el sacrificio y el otro no lo hace. Y luego, eso ya desde el psicoanálisis, tiene mucha influencia en la sociedad la idea de que alguien se robó todo, se afanó todo. Y que es sacrificio que estás haciendo vos tiene que ver con lo que robaron otros. Entonces vemos que van surgiendo formas de descontento con el gobierno actual, pero bajo el modo de todos robaron, son todos los mismo. Es el otro efecto del neoliberalismo: que deriva antipolítica. La imposición de un gran sacrificio a la población, que la gente no traduce políticamente.

H:- Es llamativo que el discurso de la anticorrupción cala hondo también en algunos dirigentes del campo nacional y popular. Esa condena que también muestran como con culpa.

J.A.:- Sí, como si no entendieran que este gobierno no es solamente un nuevo gobierno, sino la introducción de Argentina dentro de un dispositivo mundial nuevo, que puede hacer de la Argentina un país devastado. Hay un elemento más que me gustaría señalar, y es que el único punto serio de fisura que tiene este tipo de proyectos neoliberales es que vuelve ingobernables a los países.

H:- Por lo pronto da la impresión de que estos proyectos tienen condiciones para revalidarse en América.
J.A.:- Eso dicen, eso parece, pero habrá que esperar. Porque sumar gente no es construir una voluntad popular. Es muy raro, es muy difícil. Las voluntades populares no son miles de personas en la calle, sino cuando se articula algún tipo de deseo, de proyecto. Proyecto y deseo es más o menos lo mismo. Y eso es una tarea muy difícil. Por otro lado creo que estos gobiernos, como están bajo una lógica puramente económica administrativa, la pata política les falla bastante. Y por eso hay un desastre tras otro. No sé si van a volver ingobernable la situación. El deseo de todo gobieno es volverse invisible, y librarse de los conflictos en la medida de sus posibilidades. Pero el gobierno este genera fisuras por todos lados. Los planes económicos les están yendo muy bien pero en el sentido de ellos, no de la población
.

H:- ¿Miran desde Europa los intelectuales populares a Latinoamérica hoy como la veían en la década pasada?

J.A.:- Algunos han empezado a entender de otra manera, sobre todo en la Europa del sur, donde los efectos del neoliberalismo se han empezado asentir de otra manera. Yo creo que hay una mirada distinta, por ejemplo PODEMOS en España tiene una lectura de América Latina muy distinta de la que tuvieron las izquierdas tradicionales. ¡Esto lo conté ya muchos años atrás en 6-7-8 y no me creían!

Imágenes: Instituto Patria y Sol Re
Fuente: hamartia.com.ar