Argentina: ¿El eslabón más débil de la cadena mundial de la deuda?
Eric Toussaint (*)
La Argentina
de hoy comparada a la de los años 1940 - 1950 - 1960 ha cambiado
fundamentalmente. Ha sufrido una regresión como potencia industrial periférica,
y hoy, la mayoría de la población argentina, vive peor que hace treinta años.
Entre el comienzo de la dictadura (marzo de 1976) y el año 2001, la deuda se
multiplicó casi por 20, pasando de menos de 8.000 millones de dólares a cerca
de 160.000 millones. Durante ese mismo período, la Argentina rembolsó
alrededor de 200.000 millones de dólares, o sea, cerca de 25 veces lo que debía
en marzo de 1976.
Deuda externa argentina
(en millones de dólares)
Servicio pagado 1976-2000 : 212 280 millones de dólares.
(*) Segun la OCDE, a final de 1999, la deuda externa total de Argentina alcanzaba 169 066 millones de dolares !!!!
(OCDE, Statistiques de la dette exérieure, OCDE 2001, p. 20).
Fuente: World Bank, GDF 2000 y 2001; BCRA y calculos del autor.
Evolución de la deuda externa 1975 -1985
(en millones de dólares)
Fuente: Banco Central de la República argentina (BCRA) citado en el fallo Ballestero p. 172
Endeudamiento forzado de las empresas públicas
La Reserva Federal
ha servido de aval ante los bancos privados de su país, a fin de que esos
bancos presten dinero a la dictadura , la Reserva Federal ha
sido además la intermediaria en una serie de operaciones del Banco Central
Argentino (p. 127).
Bibliografía consultada:ATTAC (1999), Attac contre la dictature des marchés, Paris, 1999, Attac, La Dispute, Syllepse, VO Editions, 158p
Calcagno Alfredo y Eric (1999), La Deuda Externa explicada a todos, Catalogos Editora, Buenos Aires, 1999, 126p
Olmos Alejandro (1990), Todo lo que usted quiso saber sobre la deuda externa y siempre lo ocultaron, 1995, Buenos Aires, 263 p
Poder Judicial de la Nacion, Fallo /causa n°14.467 caratulada " Olmos Alejandro S/dcia." expte n°7.723/98, Buenos Aires, 13 de julio 2000, 195 p.
Rapoport Mario y colaboradores (2000), Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2000), Buenos Aires, Bogota, Caracas, México, DF, 2000, Ediciones Macchi, 1148p
23 de Agosto 2001
A pesar de la larga década que tiene este articulo, es un interesante recordatorio de donde venimos; y de todo lo logrado en estos últimos años.
La situación argentina
en el año 2001 es catastrófica: tres años de recesión debido a la aplicación de
una política neoliberal particularmente agresiva. En realidad, la decadencia de
la Argentina
que comenzó bajo la dictadura (1976-1983) continuó durante casi veinte años en
mano de los diferentes gobiernos que la sucedieron. Contrariamente a una idea
proclamada por algunos sectores, no ha habido una verdadera ruptura en la
política económica después de la dictadura. Visto en perspectiva, en los
últimos decenios, los avatares de los cambios de gobierno no modificaron de
manera significativa el camino regresivo en el que había sido dirigida por su
clase dominante.
Deuda externa argentina
(en millones de dólares)
Año | Deuda | Servicio pagado (amortización + interés) |
1975 | 7 875 | |
1976 | 8 280 | 1 616 |
1977 | 9 679 | 1 849 |
1978 | 12 496 | 3 310 |
1979 | 19 034 | 2 255 |
1980 | 27 072 | 4 182 |
1981 | 35 671 | 5 390 |
1982 | 43 634 | 4 875 |
1983 | 45 087 | 6 804 |
1984 | 46 903 | 6 281 |
1985 | 48 312 | 6 208 |
1986 | 52 449 | 7 323 |
1987 | 58 428 | 6 244 |
1988 | 58 834 | 5 023 |
1989 | 65 256 | 4 357 |
1990 | 62 730 | 6 158 |
1991 | 65 405 | 5 419 |
1992 | 68 937 | 4 882 |
1993 | 65 325 | 5 860 |
1994 | 75 760 | 5 771 |
1995 | 99 364 | 8 889 |
1996 | 111 934 | 13 054 |
1997 | 130 828 | 18 308 |
1998 | 144 050 | 21 573 |
1999* | 147 881 | 25 723 |
Servicio pagado 1976-2000 : 212 280 millones de dólares.
(*) Segun la OCDE, a final de 1999, la deuda externa total de Argentina alcanzaba 169 066 millones de dolares !!!!
(OCDE, Statistiques de la dette exérieure, OCDE 2001, p. 20).
Fuente: World Bank, GDF 2000 y 2001; BCRA y calculos del autor.
Argentina demuestra
hasta el extremo el carácter vicioso e infernal del endeudamiento del Tercer
Mundo (y el de la Periferia
en general). A causa del pago, y no a pesar de él, el país debe en el 2001
cerca de 20 veces lo que debía a principios de la dictadura (gran parte de los
préstamos han servido para refinanciar deudas anteriores que vencían o para
asegurar el pago de los próximos vencimientos). Los pagos de la deuda argentina
han sido y son todavía, un formidable mecanismo de transferencia de riqueza producida
por los asalariados hacia los dueños del capital (sean argentinos o residentes
de los países más industrializados, comenzando por los EE.UU. y Europa
occidental). El mecanismo es simple: el Estado argentino consagra una partida
cada vez más importante de los ingresos fiscales (cuya mayor parte proviene de
los impuestos pagados por el pueblo) al reembolso de la deuda externa y a las
múltiples ventajas que otorga al sector capitalista. ¿Quién recibe los pagos
efectuados por el estado argentino?: Las grandes instituciones financieras
internacionales que poseen más del 80% de la deuda externa argentina. El colmo
es que vía los mercados financieros norteamericanos y europeos sobre los que se
emiten los préstamos, los capitalistas argentinos, compran los títulos de la
deuda de su propio país con el dinero que han sacado del mismo y reciben por
tanto una parte de los reembolsos.
Más adelante en este texto veremos que los capitalistas argentinos se
endeudaron alegremente durante la dictadura y han colocado una buena parte de
ese dinero en el extranjero (vía fuga de capitales): La suma de los capitales
colocados por los capitalistas argentinos, en los países más industrializados y
en los paraísos fiscales, durante la dictadura es superior a los montos de las deudas
contraídas (se puede encontrar la explicación técnica de ese fenómeno en varias
obras de los autores: A. y E. Calcagno; Aldo Ferrer; M. Rappoport, 2001, p. 813
- 814, y en el fallo Ballestero, Poder Judicial de la Nación , 2000). Solo en el
período 1980-1982, las fugas de capital han llegado, según el Banco Mundial a
más de 21.000 millones de dólares (Rappoport, p. 825). Y un enorme regalo a los
capitalistas argentinos (y extranjeros): sus deudas fueron asumidas por el
Estado al final de la dictadura.
Desde entonces la deuda del Estado se ha agrandado con el peso de la deuda de
las empresas privadas ya que el mismo Estado asumió el compromiso frente a los
acreedores. A partir de esa época, los capitalistas argentinos han mantenido
esa política de evasión de capitales como si se tratara de un deporte nacional.
A tal punto, que se podría organizar un campeonato latinoamericano de evasión
de capitales y el equipo argentino podría intentar ganar el campeonato, pese a
que se encontrará con rivales importantes (los capitalistas brasileros,
mexicanos y venezolanos son peligrosos en la materia).
Por otro lado, las deudas de las empresas públicas que habían también aumentado
significativamente por decisión de la dictadura, no fueron canceladas salvo
cuando se emprendió su privatización. Los gobiernos posteriores a la dictadura
usaron el pretexto del endeudamiento de las empresas públicas para
privatizarlas, tomando la "precaución" de que el Estado asuma sus
deudas antes de privatizarlas (ver más adelante el caso de Aerolíneas
Argentinas, la empresa aérea argentina). Se trata entonces de otro regalo al
capital argentino o extranjero. ¡Es diabólico!
Después de un cuarto de siglo en ese escenario, el país está desangrado. Los
salarios y los beneficios sociales han caído terriblemente, el desempleo es
altísimo, los servicios públicos están en un estado lamentable, la pobreza se
extiende a sectores cada vez mayores de la población (incluyendo a sectores que
en el pasado vivían con un cierto confort), las cajas del Estado, están vacías,
una gran parte del aparato productivo está abandonado y el resto en manos
extranjeras. Ya no queda gran cosa a privatizar. La protesta social ya se
manifiesta (varias huelgas generales ya desde el 2000, cierre de rutas por los
"piqueteros", revueltas en ciudades pauperizadas y de barrios
enteros).
Claramente, la Argentina
es uno de los eslabones débiles de la cadena del endeudamiento internacional.
Posiblemente la cadena se romperá gracias a este país. Pero no hay nada
ineluctable. La crisis puede prolongarse durante años. Los golpes que
recibieron, durante la dictadura entre 1973 y 1983, las organizaciones de
trabajadores y los movimientos sociales en general todavía marcan sus efectos,
y si bien el pueblo argentino tiene cien razones para decir "¡ya
basta!", parece dudar ante un resultado imprevisible. La dirigencia
sindical no se juega a fondo en esta batalla fundamental. Sin embargo, visto
desde una perspectiva internacional, un cambio de actitud de Argentina respecto
de la deuda tendría repercusiones enormes. El monto que debe rembolsar a los
mercados financieros de los países más industrializados es tal que un default
en el pago podría desestabilizarlos, hasta amedrentarlos y obligarlos a abrir
el diálogo. Para que ello sea favorable a los argentinos y a los países
endeudados, haría falta que la presión ciudadana lleve a las autoridades a
adoptar una posición firme de manera prolongada (a diferencia de lo ocurrido
con Alan García en Perú en 1985 o con el régimen brasilero en 1987) combinada
con reformas económicas que favorezcan una repartición progresista del ingreso
nacional con una política fiscal redistributiva, organizando la vuelta al
dominio público de las empresas privatizadas y dando primacía a los acuerdos
regionales Sud-Sud respecto de la relación comercial con los Estados Unidos vía
el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas). Suspender el pago de la
deuda externa y adoptar otra política económica implique la ruptura de los
acuerdos entre el gobierno argentino y el FMI. Esta ruptura no entrañaría
ningún daño, al contrario, podría ser beneficiosa para la Argentina. Para la
población local y para los movimientos en los que se organiza, se trataría en
todo caso de una oportunidad. ¿La aprovecharán?
Con el fin de facilitar la comprensión de cómo se llegó a la situación actual,.en lo que concierne al endeudamiento, a
continuación se presenta una vista en perspectiva histórica, que comienza con
la dictadura.
Argentina: endeudamiento y dictadura militar
El período durante el cual la deuda argentina literalmente explotó,
corresponde al de la dictadura militar del general Videla (1976-1981). La
política económica promovida por Martínez de Hoz. Ministro de Economía de la
dictadura, a partir del 2 de abril de 1976 marca el inicio de un proceso de
destrucción del aparato productivo del país, creando las condiciones para una
economía especulativa que desbastó el país. La mayor parte de los préstamos
otorgados a la dictadura argentina, provenían de bancos privados del Norte.
Estos contaban con el total acuerdo de las autoridades de los Estados Unidos
(tanto de la Reserva
Federal como de la Administración norteamericana). Los
"maestros" argentinos de la política de endeudamiento eran el
Ministro en Economía Martínez de Hoz y el Secretario de Estado para la Coordinación y la Programación Económica ,
Guillermo Walter Klein. Para obtener préstamos de los bancos privados, el
gobierno exigía de las empresas públicas argentinas que se endeudaran con los
banqueros privados internacionales. Las empresas públicas se convirtieron
entonces en una palanca fundamental para la desnacionalización del Estado, a
través de un endeudamiento que entrañó el abandono de una gran parte de la
soberanía nacional.
Evolución de la deuda externa 1975 -1985
(en millones de dólares)
Año | Deuda total | Aumento |
1975 | 7 875 | |
1976 | 8 280 | 5,14% |
1977 | 9 679 | 16,9% |
1978 | 12 496 | 29,1% |
1979 | 19 034 | 52,32% |
1980 | 27 072 | 42,23% |
1981 | 35 671 | 31,76% |
1982 | 43 634 | 22,32% |
1983 | 45 087 | 3,33% |
1984 | 46 903 | 4,02% |
1985 | 48 312 | 3% |
Endeudamiento forzado de las empresas públicas
Esto es tan así que por
ejemplo, la principal empresa pública argentina, la petrolera YPF (Yacimiento
Petrolíferos Fiscales), fue forzada a endeudarse en el exterior aunque disponía
de recursos suficientes para sostener su propio desarrollo. En el momento del
golpe militar del 24 de marzo de 1976, la deuda externa de YPF se elevaba a 372
millones de dólares. Siete años mas tarde, al terminar la dictadura, esta deuda
se elevaba a 6.000 millones de dólares. Su deuda se multiplicó por 16 en siete
años.
Casi ningún monto de esa deuda en divisas extranjeras fue a parar a la caja de
la empresa; quedaron en manos de la dictadura. Bajo la dictadura, la
productividad del trabajador de YPF aumentó un 80%. El personal se redujo de 47.000 a 34.000
trabajadores. La dictadura, para aumentar las entradas a su caja, bajó a la
mitad el dinero por comisiones que iba a YPF por la venta de combustibles. Es
más, YPF fue obligada a refinar el petróleo que extraía, en las multinacionales
privadas Shell y Esso, aunque podía, dada su buena situación financiera al
comienzo de la dictadura, dotarse de una capacidad de refinación acorde a sus
necesidades (complementando la de sus refinerías de: La Plata , Luján de Cuyo y Plaza
Huincul). En junio de 1982, todo el activo de la sociedad estaba prendado por
las deudas.
El endeudamiento del Estado
El endeudamiento masivo del Estado argentino fue justificado por los
responsables económicos de la dictadura y por el FMI, como la forma de aumentar
sus reservas en divisas extranjeras para sostener una política de apertura
económica. Con una buena gestión económica, el aumento de las reservas
internacionales del Estado argentino habría debido ser el producto de las
actividades de intercambio en el mercado mundial. Las reservas internacionales
anunciadas por la dictadura argentina provenían del endeudamiento.
Las reservas no eran ni administradas ni controladas por el Banco Central. De
manera general, los empréstitos por sumas fabulosas contratados con los
banqueros del Norte eran inmediatamente recolocadas como depósitos en estos
mismos bancos o en otros bancos competidores. 83% de estas reservas fueron
colocadas en 1979 en instituciones bancarias de fuera del país. Las reservas se
elevaron a 10.138 millones de dólares y los depósitos en los bancos exteriores
a 8.410 millones de dólares. El mismo año la deuda externa pasaba de 12.496
millones de dólares a 19.034 millones de dólares (OLMOS, 1990, p. 171 y 172).
En todos los casos, el interés recibido por las sumas depositadas era inferior
al interés pagado por la deuda. La lógica de esta política para las autoridades
que la organizaron era 1º) el enriquecimiento personal gracias a las comisiones
pagadas por los banqueros del Norte; 2º) se trataba de aumentar las reservas
internacionales para sostener el importante aumento de las importaciones, sobre
todo la compra de armas; 3º) la política de apertura económica y endeudamiento
recomendado por el FMI permitía a la dictadura argentina mejorar su
credibilidad internacional cerca de los principales países industrializados,
comenzando por los Estados Unidos. La dictadura argentina no habría podido
mantener el régimen de terror interno en los primeros años (1976-1980) sin la
bendición de la administración norteamericana.
Por su lado La Reserva
Federal de los EUA, estaba mas que inclinada a apoyar la
política económica de la dictadura argentina, cuando una gran parte del dinero
de la deuda estaba depositado en los cofres de los bancos norteamericanos.
Desde el punto de vista de la administración estadounidense y del FMI, el
endeudamiento argentino hacía volver al regazo norteamericano a un país que
durante décadas había afirmado un nacionalismo crítico y había conquistado un
cierto despegue económico durante el régimen peronista.
Confusión de roles
El Secretario de Estado para la Coordinación y la Programación Económica
Guillermo Klein, ocupó esta función de 1976 a marzo de 1981. En el mismo período,
dirigió una oficina de estudio privada, representando en Buenos Aires los
intereses de los acreedores extranjeros. Aunque cuando entraba en funciones su
oficina no presentaba más que un banco: el Scandinavian Enskilda Bank, algunos
años mas tarde representaba los intereses de 22 bancos extranjeros. En marzo de
1981, sale de su puesto de Secretario de Estado al mismo tiempo en que Viola
reemplazaba a Videla a la cabeza de la dictadura. Pocas semanas mas tarde, el 7
de abril de 1982, cinco días luego de la ocupación de las Malvinas por el
ejército argentino y de declarada la guerra contra Gran Bretaña, fue designado
como apoderado en Buenos Aires de la sociedad anónima británica Barclays Bank
Limited, que era además uno de los principales acreedores privados de la deuda
pública y privada argentina. A la caída de la dictadura y el acceso al poder de
Alfonsín en 1984, su estudio quedó como defensor de los intereses de los
acreedores extranjeros.
La post-dictadura militar: el gobierno Alfonsín y la impunidad
El Banco Central argentino declaró que no tenía registro de la deuda
externa pública, lo que hizo que las autoridades argentinas que sucedieron a la
dictadura tuvieran que basarse en las declaraciones de los acreedores
extranjeros y en los contratos firmados por los miembros de la dictadura, sin
que éstos hayan pasado por el control del Banco Central.
A pesar de todo, después de la caída de la dictadura, el nuevo régimen
presidencial de Alfonsín decidió asumir el conjunto de la deuda, tanto privada
como pública, contraída durante la dictadura. Cuando los militares torturadores
obtuvieron la impunidad, los responsables económicos de la dictadura se
beneficiaron de la misma clemencia. Más grave todavía, la mayoría de los altos
funcionarios de la economía y de las finanzas quedaron en el aparato del
Estado, algunos incluso fueron promocionados.
El Estado asume la deuda de las empresas privadas
Las empresas privadas argentinas y las filiales argentinas de las
multinacionales extrajeras fueron incentivadas también a endeudarse. La deuda
privada total se elevó a más de 14.000 millones de dólares.)
Figuran entre las empresas privadas endeudadas las filiales argentinas de
sociedades multinacionales: citamos a Renault Argentina, Mercedez-Benz
Argentina, Ford Motor Argentina, IBM Argentina, City Bank, el First National
Bank of Boston, el Chase Manhattan Bank, el Bank of America, el Deustsche Bank.
El Estado argentino paga a los acreedores privados de estas empresas: Renault
France, Mercedez Benz, City Bank, Chase Manhattan Bank, Bank of America, First
Nacional Bnak of Boston, Crédit Lyonnais, Deustsche Bank, Société Générale.
Sintéticamente, el contribuyente argentino paga la deuda contraida por las
filiales de las multinacionales con sus casas matrices o con los banqueros
internacionales. Se puede sospechar que las multinacionales en cuestión hayan
creado una deuda de sus filiales argentinas por un simple juego de contratos.
Los poderes públicos argentinos no tienen ningún medio de control.
La ola de privatizaciones
El régimen de Menem, que sucedió al de Alfonsín, se lanzó en una política
generalizada de privatizaciones en 1990-1992, liquidando literalmente una gran
parte de su patrimonio nacional. Se estima que ello representó una pérdida de
60.000 millones de dólares. Menem pretextó el endeudamiento formidable de las
empresas públicas argentinas para justificar a los ojos de la opinión pública
nacional sus ventas. La mala situación financiera fue debida a la política de
endeudamiento forzado que había sido impuesto por las autoridades económicas de
la dictadura, y como mencioné mas arriba, lo principal de las sumas de la deuda
jamás llegaron a las cajas de las empresas. Menem confió al banco
norteamericano Merril Lynch la evaluación del valor de YPF. Merryl Linch
deliberadamente redujo en 30% las reservas petroleras disponibles tratando de
subestimar el valor de YPF antes de su puesta a la venta. Una vez que la
privatización fue realizada, la parte de las reservas ocultadas reapareció en
las cuentas. Los operadores financieros que habían comprado a bajo precio las
acciones de la empresa, pudieron obtener fabulosas ganancias gracias al aumento
de la cotización en la bolsa de las acciones de YPF. Esta operación permite
alabar ideológicamente la superioridad de lo privado sobre lo público.
Nota: el mismo banco norteamericano Merril Lynch fue encargado por el
presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso para que en 1997 evalúe la
principal sociedad pública brasileña la
Vale do Río Doce (empresa minera). Merrill Lynch fue acusado
por numerosos parlamentarios brasileños de haber devaluado en un 75% las
reservas de minerales de la empresa. (Fuente: O Globo, 8/4/97, Brasil).
Además de YPF (vendida a la multinacional petrolera española Repsol en 1999),
otra flor argentina fue liquidada; se trata de la empresa Aerolíneas Argentinas
(vendida a la compañía aérea española Iberia). Los Boeing 707 que eran parte de
su flota fueron vendidos simbólicamente por un dólar (¡U$S 1,54 exactamente!).
Algunos años después, siguen sirviendo en las líneas de la compañía
privatizada, pero Aerolíneas debe pagar un "leassing" para
utilizarlas . Los derechos de uso de las rutas aéreas de la compañía, de un
valor de 800 millones de dólares, han sido estimados en 60 millones de dólares
solamente. La empresa fue cedida a Iberia por un monto líquido de U$S 130
millones de dólares, el resto lo constituyó anulaciones de créditos de la
deuda. Iberia tomó créditos para comprar la empresa y la totalidad de deuda
contraída la transformó en deuda de la nueva entidad Aerolíneas Argentinas que,
de golpe, se encontró endeudada desde el origen de su operación. En el año 2001,
Aerolíneas Argentinas, propiedad de Iberia, estaba al borde de la quiebra por
culpa de sus nuevos propietarios.
La privatización de Aerolíneas es un caso paradigmático. Todas las empresas
privatizadas fueron liberadas del paquete de sus deudas, que fueron asumidas
por el Estado.
Proceso contra la dictadura
El escándalo de la deuda argentina suscitó, en los años siguientes a la
dictadura, el interés de los ciudadanos. El gobierno civil que le sucedió
constituyó una comisión parlamentaria que, luego de un año y medio de trabajo,
fue disuelta ya que sus resultados arriesgaban a golpear la política económica
de Alfonsín, que había decidido entretanto la estatización de la deuda. El
presidente Menem también a su tiempo, había despotricado contra los responsables
del endeudamiento, pero una vez en el poder abandonó toda veleidad de revolver
un tema que de ahí en más fue tabú.
A pesar de estos compromisos y evasivas, se inició un proceso judicial, como
resultado de una denuncia hecha en octubre de 1982 por un ciudadano argentino,
Alejandro Olmos, cuando Argentina vivía todavía bajo la dictadura. Pese a todas
las dificultades, el proceso acabó por definirse en julio de 2000.
Este periodista valiente e infatigable consiguió que el tema de las
responsabilidades del endeudamiento del país, fuese objeto de investigación por
parte de autoridades judiciales. Múltiples audiencias a los responsables
económicos de la dictadura y a los responsables de las empresas públicas han
tenido lugar. El estudio de Guillermo Klein fue objeto de investigaciones y
gran cantidad de documentación relativa al período de la dictadura fueron
embargadas y colocadas en los cajas fuertes del Banco Central.
El fallo del 13 de julio de 2000 no produjo ninguna condena a personas
(fundamentalmente en razón de la prescripción) pero reveló la magnitud del
escándalo que constituye la deuda argentina.
El fallo de 195 páginas emitido por el juez Ballestero, confirma una serie de
acusaciones extremadamente importantes.
El FMI ha apoyado activamente a la dictadura argentina especialmente
proporcionándole uno de sus altos funcionarios, de nombre Dante Simone (Poder
Judicial de la Nación ,
13/07/2000, p. 31-32; p. 106; p. 109; p. 127).
Mientras la dictadura endeudaba al Tesoro Público y a las empresas públicas, ella
misma permitía a los capitalistas argentinos colocar en el extranjero
cantidades bien considerables de capital. Entre 1978 y 1981: más de 38.000
millones de dólares habrían salido de Argentina de manera "excesiva o
injustificada", ello estaba permitido fundamentalmente por el hecho de que
cada residente argentino podía comprar 20.000 dólares por día -que podían a
continuación ser colocados en el extranjero (p. 56-58).
En pocas palabras, el Estado se endeudaba mientras que los capitalistas
descapitalizaban alegremente al país. "Aproximadamente el 90% de los
recursos provenientes del exterior vía endeudamiento de empresas (privadas y
públicas) y del gobierno fueron transferidos al exterior en operaciones
financieras especulativas" (p. 102). Importantes sumas tomadas prestadas
de bancos privados de los Estados Unidos y Europa occidental, fueron a
continuación depositadas en esos mismos bancos.
Las empresas públicas como YPF han sido sistemáticamente puestas en
dificultades (p. 130).
El régimen de transición "democrática" que sucedió a la dictadura
transformó la deuda de empresas privadas en deuda pública de manera totalmente
ilegal (p. 152) -lo que significa que debería ser posible rever esta decisión-.
Entre las empresas privadas cuyas deudas fueron asumidas por el Estado, 26 eran
empresas financieras. Entre ellas figuraban numerosos bancos extranjeros
instalados en Argentina: Citi Bank, First National Bank of Boston, .Deutsche
Bank, Chase Manhattan Bank, Bank of America (p. 155 - 157). Lo que significa que
el Estado argentino endeudado con esos bancos decidió asumir las deudas de
ellos. Sin comentarios.
Un ejemplo preciso de convivencia entre un Banco privado del Norte y la
dictadura argentina: entre julio y noviembre de 1976, el Chase Manhattan Bank
recibió mensualmente depósitos de 22 millones de dólares (esos montos
aumentaron posteriormente) recibiendo un interés del 5,5%, durante ese período,
y al mismo ritmo, el Banco Central argentino tomó prestamos de del mismo banco
de Estados Unido, el Chase Maniatan Bank a un interés del 8,75% (p. 165).
Las conclusiones del fallo son demoledoras para la dictadura, para los
regímenes que la han sucedido, para el FMI, para los acreedores privados... El
sentencia emitida por el tribunal enuncia claramente que: "la deuda
externa de nación (...) ha resultado groseramente incrementada a partir del año
1976 mediante la instrumentación de una política-económica vulgar y agraviante
que puso de rodillas el país a través de los diversos métodos utilizados, que
ya fueran explicados a lo largo de esta resolución, y que tendían, entre otras
cosas, a beneficiar y sostener empresas y negocios privados -nacionales y
extranjeros- en desmedro de sociedades y empresas del estado que, a través de
una política dirigida, se fueron empobreciendo día a día, todo lo cual,
inclusive, se vio reflejado en los valores obtenidos al momento de iniciarse
las privatizaciones de las mismas" (p. 195).
El fallo debería servir de base para una acción decidida para el no pago de la
deuda exterior pública argentina y para su anulación. Esa deuda es odiosa e
ilegítima. Los acreedores no tienen derecho a continuar recibiendo el servicio
de ese tramo de la deuda. Sus créditos son nulos. Como las nuevas deudas
contraídas desde 1982-1983 sirvieron esencialmente para rembolsar las
anteriores, ellas mismas están teñidas de ilegitimidad. Argentina puede
apoyarse perfectamente en el derecho internacional para justificar la decisión
de no pagar su deuda externa. Varios argumentos jurídicos pueden ser invocados,
entre los cuales cabe citar: la noción de deuda odiosa (la deuda argentina fue
contraída por una dictadura culpable de crímenes contra la humanidad (los
acreedores no pueden alegar desconocimiento de ello); la fuerza mayor (al igual
que los otros países endeudados, Argentina se confrontó a un cambio brutal de
situación a causa de la decisión de aumentar las tasas de interés en forma
unilateral por parte de los Estados Unidos a partir de 1979); y el estado de
necesidad (las finanzas argentinas impiden la prosecución del pago, ya que éste
imposibilita el cumplimiento de las obligaciones asumidas con la firma de
pactos internacionales en lo que respecta a los derechos económicos y sociales
de sus ciudadanos).
La suspensión de los pagos de la deuda debe ser completada por otras medidas
esenciales. He aquí algunas propuestas para el requerido debate. Primera, la
exigencia de una investigación internacional sobre los activos acumulados
ilegítimamente por residentes argentinos y colocados en el extranjero (segun el
BIS, los depósitos de capitalistas argentinos en bancos de los países más
industrializados alcanzan grosso modo a 40.000 millones de dólares - ver BIS,
Quarterly Review: International Banking and Financial Market Developments June
2001, www.bis.org). El objetivo es recuperar la máxima cantidad posible de
fondos sustraídos a la
Nación. Segunda , la implantación de medidas de control sobre
los movimientos de capitales y operaciónes de cambio, afin de impedir que
continúe la fuga de capitales y para protegerse de ataques especulativos.
Tercera, la puesta en marcha de una política fiscal redistributiva: impuesto
excepcional sobre el patrimonio del decil más rico de la población, impuestos
sobre las ganancias del capital, disminución del IVA sobre los productos y
servicios de base,... Cuarta, derogación de los decretos y leyes que impongan
una reducción de los salarios y jubilaciones (y de otras prestaciones
sociales). Defensa y refuerzo del sistema de seguridad social. Asegurar un
ingreso mínimo y garantizado para todos los desocupados y aumentar los salarios
y las jubilaciones para recrear el poder adquisitivo es la condición básica de
cualquier alternativa progresista al curso actual. La "confianza de los
consumidores" se recupera derogando la reforma laboral y asegurando la
estabilidad del empleo y no esperando el "derrame" de los beneficios
que obtengan los empresarios. Quinta, estatización de las empresas privatizadas
indebidamente comenzando por las correspondientes a los sectores estratégicos
(energía, petróleo, comunicaciones,...). En el plano internacional favorecer la
constitución de un frente de los países endeudados., desarrollar las
complementariedades y los intercambios Sud-Sud; oponerse de manera enérgica al
ALCA; oponerse a la ofensiva militar de los EE.UU: (bases militares, pantalla
antimisiles de Bush que intentará crear una base estratégica en el cono Sud;
Plan Colombia); apoyar las iniciativas a favor de la imposición de una tasa
tipo Tobin, sobre las transacciones financieras internacionales. Las distintas
propuestas que anteceden constituyen pistas sobre una alternativa al modelo
neoliberal. No se trata de un programa para tomar o dejar. Se trata de mostrar
que existen soluciones si se desea dar la espalda a la lógica infernal del
endeudamiento eterno y a la dependencia que cada vez más acentuada.
(*) Eric Toussaint, presidente del CADTM (Comité para la Anulacion de la Deuda del Tercer Mundo),
autor de " Deuda Externa en el Tercer Mundo. Las Finanzas contra los
pueblos " (Editorial Nueva Sociedad, Caracas / Convergencia Socialista -
Mexico/ CADTM - Bruselas- 1998), fue uno de los conferenciantes del Foro Social
de Génova.
Bibliografía consultada:ATTAC (1999), Attac contre la dictature des marchés, Paris, 1999, Attac, La Dispute, Syllepse, VO Editions, 158p
Calcagno Alfredo y Eric (1999), La Deuda Externa explicada a todos, Catalogos Editora, Buenos Aires, 1999, 126p
Olmos Alejandro (1990), Todo lo que usted quiso saber sobre la deuda externa y siempre lo ocultaron, 1995, Buenos Aires, 263 p
Poder Judicial de la Nacion, Fallo /causa n°14.467 caratulada " Olmos Alejandro S/dcia." expte n°7.723/98, Buenos Aires, 13 de julio 2000, 195 p.
Rapoport Mario y colaboradores (2000), Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2000), Buenos Aires, Bogota, Caracas, México, DF, 2000, Ediciones Macchi, 1148p