Así respira Ucrania

Rafael Poch
La Vanguardia [x]
 Mayoritario deseo de buenas relaciones con Rusia. Fuerte sentimiento democratizador y anticorrupción. Gran disparidad geográfica en los balances de la situación
Si hubiera que resumir el estado de la opinión pública ucraniana sobre el destino de su país, el sentir mayoritario podría ser, al día de hoy,  el siguiente: sí a la unidad e independencia del Estado ucraniano y sí a unas buenas y fluidas relaciones amistosas con Rusia. Así lo sugiere la última encuesta disponible realizada por el Instituto KMIS de Kíev entre el 21 y el 25 de febrero y divulgada ayer por medios en sintonía con el contestado gobierno pro-occidental instalado en la capital.
Un 68% declara que Ucrania y Rusia deben seguir siendo países  independientes pero amigos, con fronteras abiertas, sin visados ni aduanas (Opción 1). Otro 12,5% lleva la amistad hasta el extremo de la disolución nacional del Estado ucraniano para fundirse en un único Estado con Rusia (Opción 2). Finalmente, un 14,7% favorece que la relación con Rusia sea tan estricta como la que correspondería a cualquier otro estado: con fronteras, visados y aduanas (Opción 3).
El problema es que ese sentir que sugiere un sentido común mayoritario hacia una solución de consenso y equilibrio, tiene una distribución regional muy contrastada, lo que lo convierte en algo mucho más complejo y dramático capaz de abonar un escenario de federalización o partición del país, especialmente teniendo en cuenta la negativa influencia de los dos grandes vecinos: Rusia y Euroatlántida.
Dividido en cuatro sectores geográficos (Este, Sur, Centro y Oeste) la Opción 1 vence en todas partes (72,2% en el Este, la región más rusófila; 63,8% en el Sur –que incluye la península de Crimea ocupada por Rusia-; 69,7% en el Centro; y 66,7% en el Oeste, que incluye la región de Galitzia que perteneció al Imperio austro-húngaro y que en su mayoría solo se integró en la Rusia soviética en 1945.
La Opción 2, renunciar a la independencia de Ucrania y reunificarse con Rusia en un único Estado, solo la apoya el 0,7% de la opinión en el Oeste, el 5,4% en el Centro, el 19,4% en el Sur y el 25,8% en el Este más rusófilo.
El panorama que arroja la Opción 3, que contiene una sugerencia de firmeza y cerrazón hacia el vecino ruso, con fronteras estrictas, solo la apoya el 2% de la opinión del Este de Ucrania y el 10,5% del Sur. Sin embargo, en el Centro y en el Oeste está posición, muy bien representada en el actual gobierno pro-occidental de Kíev,  encuentra muchos más partidarios: 20,9% (Centro) y 24% (Oeste), respectivamente.
Pero, por importante que sea, la relación con Rusia es sólo un aspecto de la actual crisis. Preguntados, en febrero, por el motivo de las protestas en la plaza central de Kíev (Maidán), la mayoría (43%) respondía que “el enfado hacia el régimen corrupto (del Presidente) Yanukovich”. Otro 30% explicaba la protesta en la “influencia occidental que quiere atraer a Ucrania hacia la órbita de sus intereses”.
Respecto a la responsabilidad por la escalada del conflicto en Kíev, un 49% culpaba a Yanukovich, entre el 21 y el 25 de febrero cuando la victoria de la oposición parecía total y aún no había aparecido una fuerte  protesta “anti-Maidán” en el Este y el Sur del país. Otro 34% culpaba a la oposición. Una vez más: todas estas opiniones reflejan un vivo contraste regional dentro del país.
Siendo el deseo de buenas relaciones con Rusia y el deseo de mantener la independencia e integridad del Estado ucraniano, los dos ejes de la situación, quien sea visto como una amenaza para cualquiera de ellos se desprestigiará. Esto afecta tanto a los jugadores locales, como a los imperios que rodean el país.
El gobierno de Kíev se ha desprestigiado y no representa al conjunto del país por su rusofobia y porque el grueso de sus miembros proceden del Oeste o son magnates en la órbita occidental. Por otro lado Putin se desprestigia también por ser visto como amenaza a la integridad e independencia de la nación y por apoyarse en magnates cuyos negocios están relacionados con Rusia.
Tanto el deseo occidental de una Ucrania contra Rusia, como el de Putin que para evitarlo pone en cuestión la integridad territorial del país con la ocupación militar de un trozo de ella, chocan con el consenso mayoritario.  Ninguna de las dos cosas gustan, pero ¿cual es más decisiva para configurar “el promedio” de la opinión pública ucraniana?  En lo que este conflicto depende del estado de la opinión pública –quizá no mucho- estos son factores a tener en cuenta.
¿Cuál es el motivo de la protesta popular en Kíev?   Ucrania – Rusia
La influencia occidental que quiere a Ucrania en su órbita:      30% – 43%
El ambiente nacionalista:                                                          26% – 31%
El enfado por la corrupción del régimen de Yanukovich:          43% – 17%
Deseo de liberarse del dictado de Rusia:                                 12% – 11%
Deseo de que Ucrania sea civilizada como Europa:                  27% – 12%
Sentido de la dignidad y rechazo de la arbitrariedad:               25% – 11%
Protesta ante la dureza de los antidisturbios:                           26% –  4%
Otros:                                                                                        5% –  1%
No sabe, no contesta:                                                               9% – 13%
(*)
FUENTES: Centro Levada / Instituto Internacional de Sociología de Kíev (KMIS