Ignacio Ramonet: “Los indignados denuncian una globalización que les ha arrebatado el poder a los políticos”

Hector Cossio
El Mostrador[x]
El director de la edición en español de Le Monde Diplomatique fue el principal organizador del primer Foro Social Mundial en Porto Alegre el 2001, que congregó a más de 12 mil personas, en respuesta al poder de las entidades financieras y su globalización. El fin de semana estuvo en Chile en el marco del Filsa y Cultura+Ciudad conversó con él respecto del papel que actualmente le toca jugar a los movimientos sociales que se alzan contra las políticas oficiales.
La voz de Ignacio Ramonet, periodista y semiólogo, director de la versión en español de Le Monde Diplomatique se hace escuchar. Sus críticas a la concentración de poder de los medios de comunicación lo llevaron a acuñar el 2003 el concepto de “Quinto Poder”, que define como el poder de los ciudadanos empoderados para criticar con argumentos no sólo la concentración de los grandes conglomerados mediáticos sino también la realidad que construyen éstos.Quinto poder también se llama la película que por estos días lanza Bill Condon sobre la vida de Julian Assange, el fundador del Wikileaks, el sofisticado formato de difusión electrónica que ha  tenido por las cuerdas a varios gobiernos, entre ellos Estados Unidos.
Aunque el propio Ramonet no tiene certeza de que esta cinta haya recogido el concepto de su columna homónima (lo más probable es que así sea), lo cierto es que los análisis de este periodista español, su vasto conocimiento de la realidad latinoamericana y sus críticas a la globalización lo llevaron a ser el gran articulador del Foro Social Mundial celebrado en Porto Alegre el año 2001, en donde más de 12 mil personas de todo el mundo se reunieron para coordinar las corrientes de pensamiento contra el poder financiero global.
El fin de semana Ramonet recaló en Santiago para lanzar en el marco de la Feria Internacional del Libro de Santiago (Filsa) su reciente libro Hugo Chávez. Mi primera vida(Debate), en el que recrea los primeros años, juventud y posterior ascenso al poder del líder venezolano a partir de largas conversaciones que tuvo con éste por más tres de años.
Cultura+Ciudad conversó con este pensador sobre su visión de Latinoamérica y sobre el papel que actualmente le toca jugar a los movimientos sociales que se alzan contra las políticas oficiales y que han sido bautizados con diferentes nombres alrededor del mundo: 15-M o movimiento de los “indignados en España, Occupy Wall Street en Estados Unidos y conflicto estudiantil en Chile, entre otros.

CRISIS POLÍTICA

La crisis que enfrenta la política no sólo a nivel latinoamericano, sino también mundial,a juicio de Ramonet, no responde exclusivamente a una crisis de representación, en el sentido que  los líderes en gran parte del mundo no representan los problemas reales de los ciudadanos, sino más bien tiene que ver con un cansancio de la gente común hacia los poderes económicos, de modo que éstos son los que finalmente determinan el poder político.
“Los indignados y todos los movimientos de ese tipo a través del mundo responden a una crisis de la política y de la democracia. Los ciudadanos se indignan contra los poderes financieros que, sin haber sido electos, dominan al poder político y le dictan su conducta. De ese modo, los indignados denuncian una globalización que le ha arrebatado el poder a los dirigentes políticos y que ha transformado a casi todos éstos en ‘marionetas’ de los mercados financieros. A medida que los ciudadanos van comprendiendo esto se van rebelando”, dice Ramonet, aunque agrega que “el real problema ahora ya no es sólo identificar la causa, sino también atacar ese poder desde dentro, con participación”.”Ahora hace falta que (los indignados) se dediquen a conquistar el poder político para frenar a los mercados”, remarca.
En ese sentido, las repercusiones del Foro Social Mundial Social que organizó el 2001 desde la Asociación Internacional para la Tasación de las Transacciones Financieras para la Ayuda al Ciudadano, Attac, fueron determinantes para que varios dirigentes políticos en América Latina optaran por llevar a cabo reformas nacidas de las conclusiones del Foro.
“El mayor éxito del Foro Social Mundial es que sus ideas y valores fueron recogidas por líderes como Chávez, Lula, Evo Morales, Rafael Correa, Fernando Lugo y llevadas a aplicación más o menos de manera radical en sus países cuando llegaron al poder. Todos ellos vinieron al Foro a aportar ideas y a impregnarse de experiencias que les ayudaron a cambiar su visión del mundo”.
“El mundo hoy es diferente, en parte, porque estos líderes contribuyeron a cambiarlo. Ellos, y otros como Pepe Mujica en Uruguay,  han demostrado que la lógica de la globalización puede ser cuestionada por el poder político. Y eso es algo que tiene mucha influencia, por ejemplo, en varios países europeos que hoy están sometidos a una “terapia de choque” neoliberal”, explica.
Para Ramonet resulta evidente que el mundo actual es distinto al de hace unos años, que hoy existe un mayor participación de los ciudadanos en la defensa de los Derechos Humanos de tercera generación, que hace referencia a los derechos de los pueblos colectivos y del medio ambiente, pero que no basta con sólo protestar.  ”Si los que protestan no participan en los procesos electorales, nada cambiará. Gobernarán los mismos. Deben unirse para conquistar el poder, y cambiar la vida accionando “desde arriba” y “desde abajo” con el aporte de los movimientos sociales. La consigna debe ser: ” Protestatarios de todos los países, uníos!”, dice.

EL LIBRO DE HUGO CHÁVEZ

Durante la presentación del libro, realizada mediante una entrevista pública que le hizo en el Filsa la periodista Faride Zerán, Ignacio Ramonet contó que entre Hugo Chávez, Fidel Castro y el Subcomandante Marcos, todos entrevistados por el periodista, existen muchas coincidencias, partiendo por el concepto de ruptura contra el poder oficial que todos protagonizaron en un momento de la historia de sus países. De ese punto de vista es el contexto en que se determina el surgimiento de líderes, pero ese pensamiento, agrega el periodista, también resulta modelado por las características personales de cada líder.
“Son claves, el contexto y los dotes de liderazgo. El contexto reúne las condiciones objetivas para los cambios revolucionarios y la personalidad de los líderes cataliza las condiciones subjetivas indispensables. Y cuando estas dos condiciones se dan, en general, el cambio rupturista se produce. Es lo que ocurrió en Cuba en 1959, y en Venezuela en 1999″, sostiene el autor de Hugo Chávez. Mi primera vida.
El periodista cree que el compromiso con una causa o con una forma de ver el mundo en modo alguno lacera la objetividad al momento de analizar los contextos mundiales o las cualidades de tal o cual líder. Tampoco, a su juicio, ello afecta la ecuanimidad a la hora de profesar cierta admiración, como lo hace patente en la introducción al libro presentado en Filsa.
“Me sedujeron sus razonamientos originales, siempre fundamentados, nunca dogmáticos. Apoyados en citas de pensadores progresistas, la mayoría de las veces latinoamericanos. No había duda de que poseía  una mente de izquierdas, estructuralmente marxista, pero -por fortuna- liberado de las escolásticas referencias al ‘panteón obligatorio’ de Marx, Engels, Lenin, Trotski, etc. Chávez pensaba por sí mismo, de manera original. No era la réplica de nadie, ni la secuela de ningún sistema existente”.
Ignacio Ramonet después de pasar por Chile tuvo una visita fugaz en Argentina, luego partió a Francia para compartir un discurso con el presidente de Ecuador Rafael Correa y posteriormente viajará a Venezuela, donde desde luego, tendrá mucha acogida el libro.