Mercedes Marco del Pont: “Existe demanda y los bancos ni lo contemplan”

Tomás Lukin


La titular del BCRA explicó por qué se promoverá el crédito para inversión productiva. “Durante la crisis anterior, el sistema cortó, sacó e interrumpió financiamiento. Ahora buscamos que tenga un comportamiento contracíclico.”

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“Las entidades van a ganar, pero menos que con su negocio más rentable, los créditos al consumo.”
El Banco Central aprobó la instrumentación de la nueva línea de crédito que deberán poner en marcha obligatoriamente los bancos privados y públicos para financiar proyectos de inversión. Concluida la reunión de directorio donde se aprobó la medida, la presidenta de la entidad, Mercedes Marcó del Pont, recibió a Página/12: “Hay mucha demanda de préstamos para la inversión que no está cubierta porque los bancos privados ni los contemplan o ponen condiciones imposibles de cumplir”, expresó la funcionaria. Marcó del Pont destacó que la medida “hubiera sido imposible sin la reforma de la Carta Orgánica”. Aseguró que “las entidades van a ganar plata, pero menos que con su negocio más rentable, que son los créditos al consumo”.

–¿Por qué se tomó la decisión de obligar a los bancos a prestar para la inversión?
–La inversión productiva es fundamental para el crecimiento económico. La nueva línea de crédito parte de un diagnóstico objetivo de todo el equipo económico: hay mucha demanda para créditos de inversión insatisfecha. No va a haber demanda si los bancos exigen a las empresas que paguen en un año y con tasas del 20 por ciento. Las condiciones tienen que ser consistentes con su rentabilidad esperada. Hoy los bancos no prestan para la inversión, salvo esfuerzos esporádicos y honradas excepciones. Su plan de negocios no contempla esos créditos. Van a tener que aprender a prestar.

–¿Esa demanda existe incluso en un escenario de desaceleración del crecimiento económico?
–Distintas cámaras industriales nos llamaron diciendo que éste era el instrumento que estaban esperando. Durante la crisis de 2008-2009 el sistema bancario respondió en forma procíclica: sacó, cortó e interrumpió financiamiento. En ese momento, la política monetaria estuvo al margen. Ahora buscamos que el sector bancario tenga un comportamiento contracíclico. Tenemos que desplegar todos los mecanismos de política económica para minimizar el impacto de esa crisis internacional sobre la economía local.

–¿El sector privado no presta porque no es rentable?
–La decisión no sólo es coherente con el nivel de solvencia y liquidez, sino que se va a verificar que es un excelente negocio. Van a ganar plata, pero menos que con los créditos al consumo y personales. Los créditos para inversión tienen muy baja mora y, además, atrás de cada pyme que se atiende hay un paquete de negocios colaterales. Estamos forzando que presten una partecita de sus fondos a una tasa más baja que la de los préstamos al consumo. La medida, desde ningún punto de vista, puede generar quebrantos, ni un descalce de tasas o plazos.

–¿Cuáles son las principales características de la nueva línea de financiamiento?
–Los bancos deberán prestar para proyectos de inversión el equivalente al 5 por ciento de sus depósitos privados. La nueva línea tendrá una tasa de interés fija del 15 por ciento, establecida en un máximo que surge del promedio de la tasa Badlar [promedio de los depósitos mayoristas] del mes de junio más 400 puntos básicos, con un plazo mínimo de tres años. En total son 14.900 millones de pesos. Las entidades deberán aplicar la mitad del monto a pymes. Estamos trabajando para sacar nuevos requisitos de encajes [la magnitud de los depósitos que deben mantener inmovilizados los bancos] donde vamos a premiar a aquellos bancos que presten a más largo plazo y a pymes. Además, cuando los créditos se acuerden por un plazo más largo a los tres años, la tasa adicional no va a estar fija y las partes podrán establecer las condiciones para el período adicional.

–¿Qué inversiones se financiarán?
–Contemplamos la adquisición de bienes de capital y proyectos de mayor magnitud. No puede ser para capital de trabajo ni prefinanciamiento de exportaciones. Cuando una empresa no pueda acceder al crédito que desea porque excede sus capacidades, se podrán hacer créditos sindicados. La línea de financiamiento está habilitada para bienes de capital de producción nacional o importados.

–¿Qué plazos les dan a los bancos para cumplir con la asignación de créditos?
–Para el 31 de diciembre las entidades tienen que tener acordados todos los préstamos. En el caso de inversiones que suponen un único pago, como la adquisición de una máquina, tienen que estar desembolsados hacia fin de año. En el caso de proyectos de inversión que implican una mayor complejidad para evaluarlos e implementarlos, tienen seis meses más para su desembolso, hasta el 20 de junio de 2013.

–¿Cómo se va a supervisar? ¿Qué sucederá si los bancos no cumplen con esos plazos?
–Vamos a armar un comité de supervisión. Nosotros tenemos un régimen sancionatorio en la Ley de Entidades Financieras y vamos a generar otro régimen específico para esta situación.

–¿Sólo los bancos privados van a tener que prestar en esas condiciones?
–No, los bancos públicos también. Pero los casos como el Banco Nación, que ya prestan a la producción, van a poder computar esos créditos como parte de la nueva línea. En total son 31 bancos. Las 20 entidades públicas y privadas sistémicas que poseen el 92,4 por ciento del total de los depósitos, a los que sumamos a los once bancos que son agentes financieros, porque tienen que cumplir este rol de fomento. En cuatro años y medio el Banco Nación desembolsó 15.400 millones de pesos para préstamos de inversión. Ahora pedimos que 31 bancos desembolsen un poco menos en un año.

–Usted destaca el caso del Banco Nación pero, a dos años del lanzamiento, de los Créditos del Bicentenario todavía no terminaron de colocarse ocho mil millones de pesos.
–Los créditos del Bicentenario tienen involucrados directamente solamente a ocho bancos. Tienen un spread muy bajo y deben ser proyectos estratégicos específicos que apruebe un comité de evaluación. Además los bancos deben poner en garantía títulos públicos. Hay entidades que no están interesadas en participar. Ahora tomamos una decisión homogénea: todos tienen que participar.

–¿Hubiera sido posible crear esta línea de crédito sin la reforma de la Carta Orgánica?
–Esto era imposible sin la reforma de la Carta Orgánica. La posibilidad de orientar parte del crédito a necesidades estratégicas para el conjunto de la economía llegó para quedarse. Con la reforma en la mano y sabiendo que teníamos esa atribución, los bancos no tomaron la iniciativa.

Si ahorra, no será en dólares

El régimen de administración del tipo de cambio suspende la alternativa de comprar dólares para atesoramiento. Tampoco habrá más préstamos para la vivienda en moneda extranjera a partir de noviembre. Seguirá sin trabas el uso de tarjetas en el exterior.

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Las autoridades del Banco Central buscan cerrar canales para la fuga de capitales.
“El Banco Central suspendió la posibilidad de demandar moneda extranjera para atesoramiento”, explicó Mercedes Marcó del Pont. La decisión no afecta a la demanda de dólares con destino específico, como las operaciones de comercio exterior, sino que limita temporalmente el acceso a moneda extranjera para ahorrar, uno de los canales para la fuga de capitales. Según precisó a Página/12 la titular de la autoridad monetaria, el sistema de fiscalización de la AFIP sólo será utilizado para demandar divisas para viajar al exterior. La funcionaria sostuvo que la decisión “es un paso adelante en la pesificación del mercado inmobiliario” y reconoció que “hay que generar instrumentos de ahorro en pesos que sean atractivos para los inversores minoristas”.

–¿Por qué se suspende la compra de divisas para ahorrar?
–En un escenario de creciente incertidumbre externa por la crisis internacional, donde aumenta la demanda de divisas para atesoramiento, la política económica tiene distintas opciones: aceptar una variación brusca del tipo de cambio, financiar la fuga de capitales con endeudamiento externo o limitar transitoriamente el acceso a los dólares demandados para ahorro. Las primeras dos alternativas están en las antípodas de la política del Gobierno. Lo más saludable es esta decisión. Desde el punto de vista del bienestar general, la acumulación de activos externos en el Banco Central es claramente superior y más eficiente que la realizada individualmente por las personas físicas y jurídicas.

–¿Es transitorio o permanente?
–Tenemos que generar las condiciones para sostener este modelo en el tiempo, que es un modelo que nos permitió no tener una situación de escasez estructural de dólares como experimentó la Argentina a lo largo de su historia. Así como regulamos el ingreso de capitales especulativos, regulamos la salida. La medida se enmarca dentro de la política de administración del tipo de cambio. La crisis internacional tiene para largo y debemos estar preocupados por el mal diagnóstico y las recetas de los líderes y organismos internacionales, mientras que las raíces de la crisis siguen sin atenderse. Los que hacen esta fuga hacia el dólar son una parte minoritaria de los argentinos. Para garantizar el funcionamiento armónico de la economía se definieron los usos prioritarios para la aplicación de las dividas que generan las exportaciones: primero los pagos de importaciones y segundo los vencimientos de deuda en moneda extranjera.

–¿Las medidas terminan de formalizar el esquema de controles de AFIP?
–El BCRA dispone de 300 códigos distintos para acceder al mercado de cambios con fines específicos. Muchos no se utilizaban porque era más fácil ir por la puerta del atesoramiento. Si había que pagar un gasto médico en el exterior, ibas por atesoramiento. Hoy se pueden pagar gastos médicos en el exterior, pero hay que traer documentación. Lo único que se suspende es la formación de activos de libre disponibilidad. Además, agregamos nuevos códigos para donaciones en caso de catástrofes o cuando alguien pierde sus documentos en el exterior.

–¿Cómo funcionarán?
–Los familiares de los turistas argentinos que pierdan o les roben sus documentos y dinero en el exterior podrán acceder al mercado de cambios para enviarles hasta un máximo de cinco mil dólares. Hasta mil dólares no requieren validación de la AFIP, para remitir más sí. Vamos a supervisar esos esquemas para que no surjan irregularidades, que son penadas por la ley penal cambiaria.

–La compra de divisas para adquirir un inmueble no está contemplada en los códigos y el sistema inmobiliario utiliza dólares.
–Quienes tengan que hacer esas operaciones van a tener que realizar los pagos en pesos. Lo único que contemplamos, hasta el 31 de octubre, es la posibilidad de acceder al mercado único y libre de cambios a quienes ya tienen aprobado un crédito hipotecario. Después se terminan los créditos hipotecarios en dólares. Es un paso adelante en la pesificación del mercado inmobiliario. Tenemos que generar alternativas de inversión en pesos que sean atractivas para los ahorristas minoritarios.

–Existe el rumor de que el Central estudia limitar la posibilidad de gastar en el exterior con tarjeta de crédito.
–Los gastos con tarjetas de crédito y débito en el exterior no tienen, ni van a tener, ningún tipo de restricción.

–¿Y los depósitos en moneda extranjera?
–A todos los depósitos se les respeta la moneda en que están realizados. Sólo el 11 por ciento de los depósitos está en dólares. Desde el punto de vista de la política monetaria, el BCRA obliga a que esos depósitos se presten a actividades vinculadas con la generación de divisas, como la prefinanciación de exportaciones. Esas líneas nunca se discontinuaron porque se pesificaron.
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