El Nobel que pide profundizar el modelo

>Por Tomás Lukin
   Desde Lindau
Los países emergentes exhiben un fuerte proceso de crecimiento, pero se necesitan mayores esfuerzos para diversificar las estructuras productivas y limitar la exposición a los vaivenes del mercado financiero internacional. No se trata de una consigna del Consejo Sudamericano de Economía y Finanzas, sino de la visión que expresó el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz durante una breve conversación con Página/12. “La Argentina realizó avances muy importantes en los últimos años, pero debe diversificar más su economía, invertir en sectores de alta tecnología, porque hoy todavía es un país que depende”, precisó el profesor de la Universidad de Columbia. A su vez, el economista señaló que “una disminución del crecimiento chino presionaría a la baja los precios de las commodities y eso golpearía a la Argentina, porque es muy dependiente de esos precios”.
El economista norteamericano –quien es la principal atracción de la Conferencia de Lindau, de la que participan 17 premios Nobel de Economía– volvió a cuestionar las medidas de austeridad y a reclamar mayores niveles del gasto en los países centrales. “La mejor herramienta para enfrentar a los déficit es el crecimiento y, para eso, se necesitan mayores estímulos fiscales. La austeridad va en la dirección contraria, es una visión equivocada, es la misma receta que aplicó el FMI en la Argentina. Sabemos lo que pasa: la economía se desacelera, luego entra en recesión y finalmente termina con una depresión. Por qué los países de Europa y Estados Unidos aplican esas medidas voluntariamente, se me escapa. Pero tenemos que recuperar el sendero del pleno empleo y para eso se requiere impulsar el gasto y no reducirlo”, dijo a este diario el ganador del galardón en 2001.
“El único déficit relevante es el que tiene Estados Unidos en materia de creación de puestos de trabajo. Hay 14 millones de norteamericanos desocupados, pero en realidad son 25 millones las personas que no pueden conseguir un empleo a tiempo completo. Esta situación sólo va a empeorar”, advirtió Stiglitz.
“En 2010, el crecimiento global fue bastante fuerte. A los países emergentes les está yendo bien y se recuperaron con fuerza, como China y Brasil. Si se profundiza la recesión en Estados Unidos y Europa, las economías emergentes van a tener dificultades. Creo que van a poder enfrentar una caída en las exportaciones, pero es necesario que fortalezcan la demanda interna”, señaló el economista.
Más tarde, durante una conferencia de prensa con los medios internacionales, Stiglitz volvió a remarcar la responsabilidad de la teoría económica dominante durante la crisis. “Los modelos utilizados por los bancos centrales, economistas, los banqueros, crearon un marco de política que estuvo en el epicentro de la crisis. Decían que no era necesaria la regulación, que los mercados eran eficientes por su cuenta o que la baja inflación era suficiente para garantizar un sendero de crecimiento. En retrospectiva esas ideas parecen absurdas, completamente equivocadas y muy costosas. La macroeconomía no se autorregula y no conduce al pleno empleo.” En ese sentido, Stiglitz destacó que los bancos centrales no pueden tener como único objetivo de política económica la baja inflación: “La estabilidad financiera, el crecimiento y el empleo también tienen que formar parte de sus objetivos. Europa sufre por las limitaciones que establece el Banco Central Europeo”, afirmó. La necesidad de un nuevo paradigma económico es el tema que Stiglitz tiene reservado para su exposición final hoy por la tarde.

Apfelstrudels

- En tren al Nobel. La banda que musicalizó la cena cambió los ritmos y comenzó a invitar a los economistas a la pista. El “trencito” no demoró en imponerse. Entre los que impulsaron el tradicional baile de las fiestas de quince estaba el matemático israelí Robert Auman, de 81 años, reconocible a la distancia por su extensa barba blanca.
- Evasión. Más de 300 jóvenes economistas escucharon ayer atentamente la presentación de Myron Scholes, ganador del Nobel en 1997 por su desarrollo de una técnica para la valuación de acciones que hoy se utiliza en todo el mundo, sobre cómo lograr ganancias en el mercado financiero. La presentación hubiera pasado inadvertida si no se tratara del socio del fondo de inversión LTCM (Long Term Capital Management), que colapsó en 1998 y requirió la intervención del gobierno de Estados Unidos para evitar que se expandiera el pánico financiero a escala global. Según la AFIP norteamericana, Scholes y sus socios habían elaborado un negocio para evadir 56 millones de dólares de impuestos.
- Confusión. Durante las conversaciones a puertas cerradas que mantienen los Nobel con los jóvenes invitados, el economista Edward Prescott propuso eliminar los impuestos a las ganancias y las rentas porque, según “demostró” con un sofisticado modelo matemático, ese tipo de cargas son distorsivas. Su contrapropuesta para compensar la merma de ingresos fue elevar las tasas de los impuestos al consumo. “No entiendo cómo puede ser qué un Nobel proponga eso. Yo no entendí del todo el modelo, pero me pareció extraño”, comentó a este diario un doctorando austríaco mientras esperaba el colectivo para volver a su hotel.
- AUH. El Premio Nobel británico James Mirrlees señaló durante su exposición que “la pobreza se reduce con crecimiento y redistribución. Los programas de transferencias como los que hay en América latina, en México y Brasil o India son un buen mecanismo. Son instrumentos necesarios, más allá de la oposición política que puedan despertar”. Mientras conversaba con el cronista de este diario, el economista se sorprendió al conocer sobre la existencia de la Asignación Universal por Hijo. Se comprometió a “investigar el tema”.
- Con la mirada en oktoberfest. “Parece que va a ser elegida de nuevo, ¿no?”, preguntó Joseph Stiglitz al cronista de Página/12 durante una cena que realizaron los organizadores del evento. La breve conversación se vio interrumpida cuando diez jóvenes economistas se abalanzaron sobre Stiglitz para sacarse fotos con él. “Todavía no está confirmado, pero me parece que voy a volver a la Argentina en diciembre”, llegó a contar el profesor antes de comenzar la sesión de fotos.
- Das President. El presidente de la República Federal de Alemania que abrió la conferencia se llama Christian Wulff y no Wolfgang Schürer, como fue publicado en los artículos de ayer. Schürer, de la Universidad de St. Gallen, es uno de los tres miembros del comité científico que organizaron el evento.
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